Alrededor de un centenar de familiares y amigos despidió con profundo dolor los restos Tita Brivio
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El pasado miércoles, la sociedad tandilense se conmovía al tomar conocimiento del fallecimiento de la reconocida dirigente Alicia “Tita” Brivio, quien murió en Buenos Aires a los 86 años, tras permanecer por varias semanas internada en el Hospital Alemán luego de sufrir un accidente doméstico en su departamento de la calle Sarmiento y Paz.
Finalmente, la soleada mañana de ayer se tiñó de gris, pese al intenso sol que cubría el suelo cuando alrededor de un centenar de familiares, amigos y autoridades de diversos ámbitos despidieron sus restos en el Cementerio Municipal.
Minutos antes de las 10, una gran cantidad de autos comenzó a arribar al lugar. Mientras tanto, el cortejo fúnebre se acercaba desde la sala velatoria Alessi y Manna, habiendo pasado por la puerta de la sede de la firma Cretal y del Centro de Día de Salud Mental, siendo éste el último proyecto que había impulsado.
El féretro que transportaba los restos de “Tita” Brivio fue depositado en la bóveda de la familia, donde todos y cada uno la despidieron en silencio y con profundo dolor. A los pocos segundos, entre llanto y abrazos, un aplauso irrumpió en reconocimiento a su gran labor y dedicación por la sociedad tandilense.
Entre los presentes se encontraba el intendente Miguel Lunghi; el presidente del Concejo Deliberante Marcos Nicolini; el jefe de Gabinete Juan Pablo Frolik; el secretario de Planeamiento y Obras Públicas Mario Civalleri; concejales, ex concejales, familiares y amigos.
Tras el especial momento, el diputado nacional Roberto Mouillerón la recordó como “una amiga y compañera”, con quien reconoció que “nos hemos peleado y discutido mucho, pero claramente dejó su impronta”.
“Cumplió muchas obras de las que se planteó, lamentablemente no pudo cumplir su última obra pero seguro que ha dejado suficiente semilla para que finalmente se concluya”, expresó.
Por último, Mouillerón manifestó que “si bien es cierto que estuvo en distintas vertientes políticas, en todas ellas dejó su personalidad, y en todas quedó absolutamente en claro cuál era su intención. También demostró algo que yo siempre suelo decir, que para hacer política no siempre hay que estar en un partido ni participar de una elección, la política se hace siempre que uno tenga vocación de servir a los demás”.*
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