Aníbal Fernández: “Duhalde no tiene nada para ofrecerle a la sociedad”
El Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, defendió hoy la profundización del modelo económico de crecimiento del Gobierno nacional, la política de coparticipación con las provincias y contrapuso este modelo al que plantea el precandidato del Peronismo Federal, Eduardo Duhalde, de quien dijo que “no tiene nada para ofrecer a la sociedad”.
En un extenso reportaje ofrecido a Télam en su despacho de la Casa de Gobierno, Fernández abordó diversos temas de la actualidad política y social del país.
-Duhalde está de lleno en la campaña, con duras críticas a la gestión del Gobierno. Qué opina?
-Yo no voy a perder el tiempo hablando de Duhalde. Duhalde no tiene nada para ofrecer a la sociedad; en las encuestas y en la consideración de la opinión pública no existe. No va a existir en ninguna encuesta no voy a hablar yo de Duhalde, que diga lo que quiera, me tiene sin cuidado eso.
-¿Cómo está la Argentina hoy y hacia dónde vamos?
-La Argentina viene de salir del infierno, viene de estar prendida fuego así la agarra Néstor Kirchner y tenía por remontar una cuesta muy difícil, donde teníamos una deuda impagable; 54 por ciento de pobreza; 27.7 de indigencia; 28 puntos de desocupación.
Una deuda -no contraída por este gobierno- pero que empezaban a vencer los pagos y había que cumplir con eso. Y hoy estamos en una Argentina que del 160 por ciento del producto bruto interno tiene tan solo el 37 por ciento de deuda y sigue desendeudándose.
Prácticamente se resolvieron todos los problemas del default, falta solamente resolver el Club de París y no estamos muy lejos.
El ministro (de Economía) está trabajando en consecuencia y la pobreza está orillando un dígito y la indigencia prácticamente se está extinguiendo con la Asignación Universal por Hijo (AUH); la desocupación está en 7 puntos y pico, todavía falta seguir achicando en desocupación, en pobreza, pero seguimos creciendo.
Seguimos creciendo creando demanda agregada, aumenta el consumo, se multiplica la colocación de productos argentinos en el mundo, apostamos a una Argentina que no sea el granero sino que sea el granero que exporta valor agregado de nuestra gente y esto está dando resultados muy positivos que se ve en el mundo.
-De seguir en este camino de crecimiento, ¿podemos llegar a esperar para nuestros hijos una Argentina con plena justicia social?
-Es que la movilidad ascendente que todos nosotros supimos tener…, yo tenía muy en claro que terminaba la escuela 28 de Quilmes y empezaba el comercial de Quilmes para una vez terminado mis 5 años de perito mercantil, iba a ser contador público. Eso nunca lo dudé, sabía que eso iba a ser así. Y uno cumplía con sus estudios, se recibía, trabajaba, compraba su casa y su auto, porque era la vida esa…
Hoy a los hijos de los laburantes se les puede garantizar esas cosas, pero le recuerdo que mi vieja era portera en una escuela y mi viejo era mecánico. No sé si aquella realidad está consolidada hoy. Pero no tengo dudas que vamos hacia ese punto, donde se garantice, donde se alcance que las desigualdades sean cada vez menos y donde se garantice que cada uno con su trabajo pueda aspirar a una propuesta seria y garantizada para el futuro de sus hijos. Nuestro objetivo es claro: que todos los argentinos tengan las mismas posibilidades de crecimiento para sentirse realizado y deje de sufrir.
-En los noventas los analistas hablaban de `mi hijo el piquetero` y no mi hijo el doctor. En el 2011 …
-En los 90, con el uso de herramientas neoliberales, que a lo mejor uno las hubiera utilizado porque cuando decimos que hablamos de una política heterodoxa también utilizamos políticas ortodoxas, sino no tendríamos hoy 53.400 millones de dólares de reservas o cuidaríamos como la Presidenta cuida celosamente el superávit fiscal primario y el superávit comercial…
Pero quiero decir, esas herramientas neoliberales se convirtieron en ideología y esa ideología nos hizo pedazos de la peor de las formas porque hay pibes de 18, 20 y 23 años que no han visto nunca a su viejo venir fundido y transpirado de laburar. Eso nunca en varias generaciones.
Entonces lo que ocurrió es que ese neoliberalismo rompió con nuestra cultura del trabajo y porque el hombre sea un vago sino porque no tenía dónde trabajar. Entonces recrear esa situación en donde el trabajo siga siendo el eje motor del desarrollo y de las posibilidades humanas y para el futuro para nuestros hijos esa es la gran propuesta de este gobierno y hacia ello estamos yendo y no tengo ninguna duda que vamos por un excelente camino.
-Los principales dirigentes del gobierno hablan de `profundizar el modelo`. ¿Qué significa eso?
-Cuando Néstor Kirchner inicia el 25 de mayo de 2003 él hace un desafío muy fuerte ante la Asamblea Legislativa. Y él le dice que no va a dejar sus convicciones en las puertas de la Casa de Gobierno y sus convicciones eran varias.
Yo que tuve la oportunidad de hacer toda la campaña con él y no lo conocía, no era un amigo mío con el cual uno tenía en claro lo que pensaba, empezamos a conocerlo más profundamente y a mí me asombraba un determinismo calvinista superlativo. Y eso me enamoraba…, porque él contagiaba eso.
Y él entre las cosas tenía una como objetivo una Argentina que tenía que cambiar. Yo recuerdo que un día me llamó siendo Ministro del Interior y me dijo: en un rato vamos a dar un mensaje, voy a pedir a la Corte Suprema que comience el juicio a las Juntas (que habían sido indultados) y otros varios temas como la pesificación y otras yerbas y lo que había ocurrido con los militares.
Yo creo que ese día he puesto una cara de espanto… y me preguntó si me asustaba eso y le dije no…, y él me dijo una cosa que se me grabó para siempre `qué es el poder, los granaderos, el helicóptero, la quinta presidencial de Olivos, si eso es así yo me voy a mi casa. Yo creo que el poder tiene que ser otra cosa.
Cambiar, transformar la Argentina para los otros` y esto creo que fue lo más fuerte que nos dio Néstor como enseñanza.
Este gobierno arrancó con el tema de la deuda y la quita de los 70 mil millones de dólares es un paso trascendental para los argentinos porque no solamente no nos volvimos a endeudar sino que empezamos a retroceder: ese desendeudamiento comenzó a operar en si mismo.
Y a eso sumado en la generación de trabajo en los planes de obra pública, en los planes de vivienda, en la solución de temas que parecían imposibles porque eso era gasto inútil y nosotros lo convertimos en inversión real en las necesidades de los argentinos.
Esas transformaciones que Néstor operó y que Cristina consolida en reformas estructurales y en el mejoramiento de la vida institucional de los argentinos se ve hoy a todas luces que es el camino correcto. Y hoy vemos, palpamos resultados que nadie puede negar. Un ejemplo de todo esto, el mismo dirigente radical y economista Broderson dice que de los últimos 70 u 80 años los mejores años fueron el 48, 73 y el 2008.
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