Maniataron a un matrimonio y a una empleada durante un asalto en una casa de Novoa al 700

Ayer, a plena luz del día, dos delincuentes -uno de ellos armado con revólver chico- irrumpieron en una vivienda ubicada en Novoa al 700, entre Tierra del Fuego e Italia, en la zona de la Terminal de Omnibus, redujeron a las tres personas que se encontraban en el lugar, y tras permanecer aproximadamente una hora, se dieron a la fuga con unos 50 mil pesos, tres mil dólares y una campera de cuero.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl atraco se registró minutos después de las 13 cuando dos personas, de entre 30 y 40 años, con sus rostros descubiertos, ingresaron al domicilio. Una vez allí accedieron al primer piso donde se encontraba la propietaria, Laura Bordagaray, junto a una empleada doméstica, Daniela Oporto, a quienes redujeron y maniataron en una habitación.
Controlada la situación, aguardaron por la llegada del marido de la dueña, el psicólogo Santiago Pistone. “Llegué como siempre y lo que uno menos imagina es que adentro hay dos personas armadas”, confesó el profesional horas después del hecho.
Finalmente, los intrusos, que actuaron con tranquilidad en todo momento, escaparon con un importante botín.
Una vez que lograron liberarse de las ataduras, las víctimas dieron aviso al Sistema de Emergencias 101 Mejorado y a los pocos minutos se hicieron presentes los móviles de la comisaría Primera, de la DDI y personal de la fiscalía interviniente y peritos que trabajaron en la casa en busca de datos que permitan dar con los sospechosos.
En tanto, se iniciaron actuaciones por “Robo calificado con privación ilegal de la libertad”, con intervención de la UFI 16, a cargo de Marcos Eguzquiza.
“Me estaban
esperando”
El damnificado narró que alrededor de las 13.30 regresó a su domicilio donde se encontró con dos personas armadas que “me estaban esperando”, luego de haber controlado la situación en el interior. “Redujeron a mi señora y revisaron todo buscando plata y cosas de valor”, describió.
Conmocionado después de la desagradable experiencia, contó que los intrusos los ataron de pies y manos y también les colocaron una mordaza “para que no podamos gritar”, con elementos que fueron hallando en distintos sectores. “Improvisaron la situación”, estimó.
Las víctimas quedaron confinadas en tres ambientes de la casa. “Fue como una escena de película, bastante fea la situación”, describió y agregó que “nos pasaban las armas por las caras”.
Frente a esa desesperante situación sugirió que “lo más inteligente es quedarse tranquilo, quieto y observar lo que van diciendo”, y consideró que “no eran agresivos ni estaban nerviosos”.
Recordó también que ambos asaltantes actuaron con sus rostros descubiertos y que les solicitaban que “no los miremos mucho, pero nos hablaban de frente”, y en cuanto al tiempo que se extendió el asalto especuló que “se quedaron una hora buscando, siempre quieren más”.
“Quería que se vayan rápido y tratar de darles lo que ellos querían, que era dinero”, evaluó.
Una entrega de
un supermercado
Mientras se desarrollaba el asalto un repartidor de supermercados Monarca se acercó hasta la vivienda para cumplir con la entrega de mercadería, en una situación que fue manejada con total normalidad por los intrusos.
Así, al escucharse el timbre, uno de los delincuentes se acercó hasta la puerta, recibió el pedido, y luego de argumentar cierto parentesco con los dueños de casa, solicitó que regresaran más tarde para completar el trámite.
El singular episodio sumó otro que involucró a su mujer, a quien en medio del nerviosismo le pidieron que respirara con tranquilidad para lograr calma. “Sabían de activación fisiológica, que cuando estás asustado tenés que calmar la respiración”, contó.
La referencia sirvió para ratificar que los asaltantes actuaron de manera “tranquila”.
Un asalto
“al voleo”
En diálogo con El Eco Multimedios Pistone señaló que los delincuentes hacían referencia a la existencia de 120 mil dólares, después de oro y también euros, por lo que consideró, en relación a la modalidad, que “son cosas que van tirando como para ver si uno se prende”.
Por lo expuesto, y tras descartar esos presuntos datos, sostuvo que su vivienda fue blanco de un atraco “al voleo”. De todos modos aclaró que “la policía deberá investigar” para determinar lo sucedido.
Finalmente el profesional manifestó que el episodio vivido quedará “en la cabeza”, por lo cual “vamos a estar unos meses alertas, preocupados, asustados”.
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios