Bariloche cumple 107 años: historia de colonos, aborígenes y el turismo como actividad motora
La ciudad de Bariloche cumplirá hoy su 107mo. aniversario, fecha fijada por un decreto del ex presidente general Julio A. Roca, quien en 1902 estableció la creación de la Colonia Agrícola Nahuel Huapi, en la costa del lago homónimo, donde actualmente se asienta la ciudad.
La historia del hombre en la margen sur del lago Nahuel Huapi se remonta a muchos años antes, ya que desde mediados del siglo XIX la zona tenía un poblamiento de origen indígena consolidado, tanto de mapuches como de tehuelches.
Sobre esas comunidades originales avanzaron distintas expediciones de hombres blancos, que venían por igual desde el este como del oeste, de Chile.
La reseña histórica del Museo de la Patagonia “Francisco P. Moreno”, de Elena Aizén y Claudio Tam Muro, señala que a los habitantes indígenas del pequeño asentamiento de fines del siglo XIX se fueron sumando primero estancieros y comerciantes de Estados Unidos y Alemania.
Entre ellos, Jarred Jones llegó de EE.UU. para instalarse en las cercanías del Fortín Chacabuco, que era una avanzada en el lago Nahuel Huapi de la conquista del desierto, que había remontado el río Limay hasta la cordillera.
Simultáneamente desde el sur de Chile llegaron y se instalaron los alemanes José Tauschek, Jorge Huber y Carlos Wiederhold.
Y también figuran entre los pioneros los españoles Fermín Salaberry y Manuel Domínguez.
Donde hoy está emplazado el Centro Cívico de Bariloche, en 1895, Wiederhold fundó la casa de comercio La Alemana, almacén emblema del nacimiento de la ciudad.
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Según citó el historiador local Ricardo Vallmitjana en su libro “Bariloche, mi pueblo”, el nombre de la ciudad se debe a dos equívocos: una carta dirigida a Wiederhold, en cuyo sobre se puso “San Carlos” en lugar de “Don Carlos”; y la presencia de los “vuriloches”, comunidad indígena que poblaba la zona fronteriza.
Esa actividad comercial, en especial vinculada con Chile, inició el proceso de poblamiento de la ciudad.
La Compañía Chile Argentina (de alemanes) se adueñó del negocio de Wiederhold, y a la vez se expandió adquiriendo las mejores estancias de la región.
La firma pasó luego al italiano Primo Capraro, otro de los empresarios pioneros, quien ya había montado un aserradero y fabricaba casi la totalidad de las viviendas del pueblo, que para 1915 ya contaba con 1.500 habitantes.
Exequiel Ramos Mexía, ministro de los gobiernos del general Roca, Figueroa Alcorta y Roque Sáenz Peña, promovió las comunicaciones, en particular la construcción de un ramal ferroviario que en 1934 terminó por unir Buenos Aires con Bariloche.
Para entonces, el perito Francisco P. Moreno -que había sido contratado por el gobierno nacional para estudiar la cordillera y definir los límites con Chile- había donado al Estado nacional las tres leguas que había recibido de paga por esa labor.
Lo hizo en 1902 con la condición de que fueran destinadas a una reserva natural, que protegiera el medio ambiente y fomentara el turismo.
Esa iniciativa derivó en la creación del Parque Nacional del Sud, en 1922, que se transformó en el Nahuel Huapi en 1934. Fue el nacimiento de los parques nacionales.
La llegada del ferrocarril y la creación de parques nacionales significaron el puntapié inicial del desarrollo del turismo en Bariloche y la región, una industria creciente a lo largo de los años, hasta constituirse en la principal actividad económica.
La ciudad tenía menos de dos mil habitantes, tres hoteles, un periódico (el Nahuel Huapi), y un precario cine en su calle principal (ya era la Mitre).
En 1921 aterrizó el primer avión en la cercana estancia El Cóndor, que traía a bordo a Jorge Newbery.
El parque nacional contaba con 750 mil hectáreas de superficie, dentro del cual Bariloche trazó su ejido en 28 mil hectáreas. (Télam)
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios