Bernardo Moroder, el gran director
El día que se inauguraron el carillón y la iluminación de la Iglesia Matriz, el Coro Estable de Tandil, cantó ?La misa criolla?, acompañado del grupo vocal Surcanto. Lo novedoso del concierto fue que el grupo estuvo dirigido por la nueva titular, Anele Moroder. Y entre las voces se encontraba la de su papá, Bernardo, quien este año dejó la actividad oficial en manos de su hija. Los que lo conocemos de siempre lo apreciamos; los que sabemos de su parquedad entendemos que no es otra cosa que una característica de su origen germano; sin embargo y entrando en confianza es un hombre al que le encanta charlar, cantar y un gran relator de anécdotas. No sólo nos sorprendió encontrarlo como una voz más en el concierto sino percibirlo como orgulloso padre de una joven que le está poniendo su impronta a esta nueva etapa del coro. Padre e hija se miraron un largo rato antes de comenzar, en un diálogo sin palabras, donde Bernardo le brindó toda su confianza y ella le agradeció?
-Usted ama esta ciudad, debe haber mucha gente que lo cree tandilense?
-Seguro, pero en realidad nací en Reit im Winkl, un pequeño pueblo de Alemania, muy conocido por dos motivos, es un lugar de deportes invernales, con mucha nieve siempre y, además, hay una danza alemana que lleva su nombre.
En realidad nacimos allí ?con mi hermano, que me sigue, Wolf- de casualidad, porque mis padres habían abierto allí una hostería, plena época de la Segunda Guerra Mundial. Volvimos a Italia porque allí tenía un hotel mi abuelo materno y después de un tiempo partimos hacia la Argentina.
-¿Qué recuerda de su infancia?
-Fue muy linda, vivíamos en un lugar bellísimo? jamás residí en una ciudad hasta llegar a Tandil, a los diez años. En Italia vivíamos en las montañas, en la parte del norte en el hotel de mi abuelo que era muy bonito. En ese pueblo se hablaba alemán e italiano, de modo que tuve la oportunidad de aprender las dos lenguas y cuando llegué a Argentina, con seis años, aprendí el castellano sin darme cuenta, de modo que prácticamente no tuve lengua materna.
-¿Por qué vinieron a Argentina?
-Mi abuelo estaba cansado de las guerras y haciendo memoria? en la mesa se hablaba de la guerra continuamente, entre el ínterin de la Primera y Segunda había otras ¡Todos los hombres tenían que ir a la guerra en algún momento!… siempre digo que los pequeños príncipes, duques, se divertían jugando a la guerra con soldaditos de carne y hueso en lugar de usar los de plomo. Entonces se hablaba de hundimientos de barcos, incluso después de la guerra por las minas hundidas y cuando en la familia se decidió venir a la Argentina y decían ¡en barco! me asustaba muchísimo. Cuando llegamos a Bariloche el paisaje era tan parecido al que habíamos dejado atrás que me daba la sensación que era Italia, que estaba en los Alpes? salvo por el idioma, aunque entendía perfectamente el castellano pero a mí no me entendían y me preguntaba ¿por qué? Sucede que hablaba italiano pero yo era chiquito no me daba cuenta.
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?MI ABUELO ERA UN CACIQUE?
-¿Cómo fue el viaje en barco?
-Como le dije, al principio tenía mucho miedo, pero después me acostumbré, fueron 25 días de navegación, teníamos una cabina pequeña donde dormíamos los cinco, ya había nacido Karin. Tal vez las imágenes más bonitas que tenga se refieran al mar azul y a los delfines que seguían al barco.
-Igual que en ?Titanic?
?Pero éste llegó a buen puerto (risas).
-¿Su abuelo había venido antes?
-En el 48, fue a Bariloche hizo relaciones y salió la concesión del Catedral, único hotel con pista de esquí y la única en el país. Había muchos alemanes, austríacos, montañeses, con todos hizo amistad, a algunos los conocía de Europa. Mi abuelo era un hombre muy especial.
-¿Por qué lo dice?
-Un personaje, un cacique, un hombre muy inteligente y brillante. Cuando llegó ?nos decía- que ganaba la plata durmiendo, porque cuidaba los chalecitos de la gente que no estaba en la ciudad y cuando salió la concesión del Catedral se presenta y la gana, era un hombre que inspiraba una gran confianza. Al año siguiente de su llegada vinieron las tías, hijas de él y luego nosotros, siempre fuimos una gran familia.
Para que vea cómo era de emprendedor le cuento, en Italia construyó su hotel sin un centavo, con préstamos bancarios, mientras la abuela juntaba las moneditas y les pagaba a los albañiles y acá hizo algo similar.
En realidad, cuando llegó quería comprar un campo en Pergamino, pero justo pasó una manga de langostas y se asustó? de modo que no fui estanciero ?comenta riendo. Mis padres y nosotros fuimos a Mar del Plata para ver hoteles y así nos enteramos que estaba en venta el Continental, acá en Tandil, y lo compramos. El abuelo se quedó con el Catedral y mi familia se vino a Tandil.
-¿Hasta qué edad vivió en hoteles?
-Nací en 1943 y viví en hoteles hasta 1975, 32 años. Salvo la etapa cuando estuve de pupilo o mis tres años en La Plata estudiando ingeniería, que no terminé? pero entré en el Coro Universitario (de La Plata) que me vino muy bien.
-¿Dónde estuvo pupilo?
-En Viedma y en Bariloche y eso me vino bárbaro, porque los salesianos trataban muy bien a los chicos, eran rigurosos pero sabían sacar lo mejor de cada uno, tenía 8 años y entré al coro? ni sabía lo que era, pero cantar era natural para mi porque en casa siempre se cantó. En Bariloche, aprendí aún más todavía de mi internado, el director preparó una ópera infantil con varios chicos e ingresé en el mundo del latín. Hacíamos la misa, todos ayudábamos de modo que hablábamos en latín, no sabíamos lo que decíamos pero lo hablábamos (dice sonriendo). De modo que tuve grandes ventajas: nací sabiendo alemán, italiano, después castellano y luego latín que fue muy importante porque en la literatura coral lo religioso es fundamental, muchísimos repertorios son en latín.
?CUANDO PAPA TUVO SU
CASA ANDABA DESCALZO?
-Volvamos a su vida de hotel. ¿Es lo mismo que vivir en una casa?
-Mi padre vivió prácticamente toda su vida en hoteles y se jubiló en 1980, lamentablemente murió en 1987, pero cuando tuvo su casa, andaba descalzo o sin camisa, o en shorts, y ¡lo disfrutaba tanto! En el hotel uno siempre tiene que estar presentable.
-?Pour le gallerie?
-Claro. Me maravillo de lo poco que extraño el hotel, que fue mi casa y nos dio muchas cosas, mi carrera salió de allí y gracias a que mis padres me apoyaron decididamente, puesto que en ese momento teníamos el conjunto y ensayábamos en una salita que había atrás, con un piano. Además en el hotel conocí una cantidad muy importante de personajes interesantes, me refiero a músicos, a intelectuales?
-¿Por ejemplo?
-Pía Sebastiani, orquestas de Alemania, Francia, además venían los integrantes de la Asociación Amigos de la Música y el amigo más grande que hice fue Miguel Angel Estrella, con el que seguimos teniendo una relación muy cálida.
-¿En qué momento se dio cuenta que había dejado de ser un adolescente al que sus papás lo llevaban de un hotel a otro, que comenzaba a decidir por sí mismo?
-(Tarda en contestar) Nos reuníamos con amigos de mi edad como Víctor Andrés Laplace, Juan Carlos Gargiullo, Osvaldo Soriano? armábamos mesas donde se discutía todo: cuando no tenían problemas con los padres, tenían dudas existenciales, y era algo fantástico además de increíble porque siempre fui un muchacho sin ?esos problemas? porque, aunque mis padres me dejaban salir hasta las doce a bailar o la una, no sentía que fuera una catástrofe.
Por eso no ?está? el momento donde sentí que había un desprendimiento familiar; cierto, me fui a estudiar a La Plata e hice mi vida, pero cuando volví decidí quedarme con ellos en el hotel. Y cuando se fueron me independicé un poco más, ya me había casado. A su vuelta de Bariloche luego de unos cuantos años se instalaron en una casa lindera a la nuestra y comenzamos a tener una vida un poco más diferente, pero siempre fuimos muy unidos.
-¿Cómo logró congeniar con Graciela, su mujer? Son culturas muy diferentes; sin embargo estamos hablando de un matrimonio de 40 años y dos hijas, la mayor Anelé y la más chica Guillermina. ¿Tal vez porque Graciela siempre amó la música?
-Graciela, por parte de padre es de origen sirio libanés y madre, vasca. Tiene enormes virtudes que no las calé de entrada sino a lo largo de nuestra vida en común, una persona sumamente valiosa, con un criterio muy sano, es excelente madre y esposa y en realidad fue la que llevó adelante la familia? y respecto a eso de que comparte conmigo el amor por la música es verdad. Cuando nos conocimos estábamos bailando en el club Independiente música melódica y ella tarareaba, le dije ¡qué bien que cantás! A la semana comenzamos con el conjunto Vocal de Cámara y ella vino.
HACIENDO MUSICA
POR AMOR AL ARTE
-¿Quiénes fueron los primeros integrantes del grupo de Cámara?
-Cristina Cid, Teresita Isaza, Teresita Gaudeano, Graciela (Pedro), mi hermana Karin y Erika Böhn, que falleció hace unos años. También estaban Víctor Laplace, Juan Dalera, Jorgito Diez, Jorge Abásolo, entre otros. Más adelante se agregó Juan Orbe, Mario Suárez Nelson, Raúl Islas?
-De ese primer conjunto de cámara ¿cómo se llega al Coro Estable de Tandil?
-Nació en septiembre del 65 y finalizó a fines del 68. Al año siguiente se armó la junta promotora de actividades culturales del Teatro Estrada (hoy del Fuerte), un grupo nos hicimos cargo para realizar diversas actividades, estábamos entre otros Daniel Pérez, Carlos Pina y yo? hicimos teatro y conciertos. Cuando Ariel Ramírez decide llevar la Misa Criolla afuera, nos invita. Pascua del 69, primera Misa Criolla con Los Fronterizos, Jaime Torres, Domingo Cura y Ariel Ramírez y el coro que pasó a llamarse Estable del Teatro Estrada, con el que actuamos hasta 1971. Hicimos la Misa Criolla con mucho éxito en el Santamarina y en Azul y a partir de allí la cantamos prácticamente todos los años.
Cuando Carlos Pina toma la Dirección de Cultura, un día paso por el Museo de Bellas Artes y le pregunto ¿cuándo vamos a hacer un coro estable? Cuando quieras, respondió y al mes siguiente ya estábamos funcionando, mi nombramiento fue el 1 de mayo de 1972. Fueron 36 años de actuación ininterrumpida y si arrancamos desde el 65 con el coro de cámara son 46 años.
EL DIA DEL ADIOS
-¿Cómo fue el homenaje de despedida?
-Hermoso en todo sentido y soy crítico al decirlo. Lo organizaron mis hijas con una convocatoria fantástica a gente de todas las épocas y cualquiera que pasara por la iglesia del Carmen y entraba se encontraba con un concierto excelente, desde el punto de vista musical y un ambiente muy cálido. Estábamos todos los hermanos y eso también fue muy lindo.
-¿Son muy unidos?
-Bastante, Karin está un poco más con la familia del marido, pero cuando se da y podemos estar juntos la pasamos muy bien; claro a veces hay rencillas como en toda familia que por lo general terminan en risas y no en roces. Nos queremos mucho todos.
-El día de la inauguración del carillón y las luces de la Iglesia Matriz, el Coro Estable, acompañado de Surcanto, brindó una Misa Criolla impecable, sonaba muy bien el coro dirigido por Anele, ¿cómo se sentía usted siendo una voz más?
-Por un lado un orgullo bárbaro de verla a ella, por otro la nostalgia de no estar dirigiendo, pero ya la había visto al frente en el homenaje que me hicieron y lo escuché muy bien. Creo que con Anele el coro va a tener un renacimiento, una nueva mano en un momento muy oportuno.
-¿Volverá a dirigir en algún momento?
-Me gustaría poder estar al frente del coro en algunas oportunidades, sobre todo en los conciertos de Semana Santa.
UNA SENSACION AMBIVALENTE
-¿Quiere contarnos de su retiro?
-Existe una ordenanza municipal donde a partir de los 65 años ?los cumplí el 15 de mayo- uno puede presentar la renuncia y jubilarse u optar por esto último únicamente. Redacté la renuncia, una cuestión meramente formal y el día de mi cumpleaños envié la nota.
-¿Cuál fue su sensación cuando lo hizo?
-Es algo raro, ambivalente, porque por un lado estoy en condiciones de seguir trabajando, pero por otro también tengo ganas de dejar un poco, me cuesta salir a la noche para los ensayos y, además, la subsistencia del coro está garantizada con mi hija Anele que ya estaba trabajando como asistente y ya salió el decreto donde queda como directora interina hasta que se haga un concurso.
-Tendrá más tiempo para otras actividades, ahora.
-En realidad me sigue faltando tiempo porque uno dice ahora voy a hacer un montón de cosas pero poco he hecho, sigo trabajando en la escuela, estoy muy activo.
-¿Es de decir ¡qué rápido pasó el tiempo!?
-No, pero pasar pasó… sin embargo estoy bastante satisfecho porque se ha podido hacer algo con el coro. Tuve la gran ventaja de que la Municipalidad nunca metió mano; en cambio, siempre que pudo, nos apoyó. De esa manera pudimos armar el Festival de Coros que fue algo muy importante y tal vez porque los tiempos eran menos complicados pudimos hacer muchas giras con todo un plan de crecimiento continuo a través de repertorios exigentes, con el compromiso de cada actuación y felizmente dio resultado y tenemos un buen nivel.
-¿Cómo cerraría la nota?
-Creo que el lunes 8 fue la vez que más público tuvimos, aún con los inconvenientes que trae cantar al aire libre, para nosotros fue muy importante, nunca nos escuchó tanta gente y, seguramente, algunos nos vieron por primera vez. Valió la pena. También tocamos con la Sinfónica y sonamos muy bien. Hemos hecho conciertos multitudinarios, pero con la cantidad de gente que había el lunes pasado creo que no, porque desde la grada yo veía media plaza completa y fue algo maravilloso.
Hemos hecho un trabajo que ha dado frutos, siempre ha ido creciendo. Yo sigo muy activo en el Movimiento Coral Argentino y con tranquilidad pero sin tregua? de modo que no me siento jubilado para nada.
-La última ¿Está agradecido a la vida?
-Me ha dado grandes satisfacciones
Perfil de artista
Moroder ha estado al frente del Coro Estable por espacio de 36 años, y en la actividad coral a lo largo de 46 años.
A continuación una reseña de su labor ofrecida por la Dirección de Cultura y Educación.
Nacido en Alemania, Bernardo Moroder fue integrante del Coro Universitario de La Plata y se formó junto a maestros como Roberto Ruiz y Guillermo Graetzer.
Fundó y dirigió el Conjunto Vocal de Cámara de Tandil (1965), Coro Estable del Teatro Estrada de Tandil (1969), Coro Polifónico de Gonzales Chaves (1972), Coro Municipal de Benito Juárez (1973), Cantaría de la Sierra de Villa Cacique-Barker (1974).
Fue director del Coro Estable de Tandil (1972) y del Coro Universitario de Tandil (1977). En 1984 fue confirmado como director del primero a través del concurso oportunamente realizado.
Es docente de Apreciación Musical, Lenguaje Musical, Orientación Coro y Práctica Coral en el Centro Polivalente de Arte de Tandil y participa activamente en la divulgación musical a través de charlas ilustradas, notas periodísticas y programas radiales, y es autor de diversas traducciones de óperas del alemán al castellano.
Fue y es miembro del jurado del Festival Folklórico de la Sierra y autor de la selección musical de las Escenas de la Redención (1964-1996).
Ha recibido el premio Santa Clara de Asís 1995, de la Liga Nacional de Madres de Familia, por sus trabajos con los Coros Estable y Universitario de Tandil, con los que actuó también en radio y televisión. Ese mismo año obtuvo, junto al Coro Estable de Tandil, el segundo premio en los Encuentros Corales Bonaerenses, etapa competitiva, entre 50 coros que participaron. También recibió el segundo premio en el Concurso Nacional de Arreglos Corales, 1982, por su versión de la ?Milonga triste?, de Diana y Manis.
En 2000 fue invitado a colaborar en la organización de Música Sacra, con motivo de los 2000 años de Cristianismo y 250 años de la muerte de Juan Sebastián Bach. Dicho festival musical es parte de los Conciertos del Convento Maularon de Alemania. Asimismo, en dicha oportunidad ofreció charlas ilustradas sobre música folklórica argentina en Maularon, Stuttgart y Berlín.
Bernardo Moroder está activamente conectado con coros de Europa, a varios de los cuales les ha organizado giras por la Argentina.
Es presidente de la Filial Centro Sudeste de la Provincia de Buenos Aires de la Asociación de Directores de Coro de la República Argentina, miembro fundador de la Organización Federada Argentina de Actividades Corales y miembro de la Federación Internacional para la Música Coral.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios