Bisconti, de trotamundos a radicado en Rosario
¿De qué querés hablar??, pregunta cordialmente David Carlos Nazareno Bisconti, un nombre difícil de olvidar. Y cuando El Eco de Tandil le recuerda los amigos que tiene en la ciudad, suelta la lengua mucho más. ?Claaaaro, con el profe (Juan Carlos) Menchón tenemos una linda amistad desde que coincidimos en el Avispa Fukuoka. Y a Tandil fui casualmente a visitarlo a él y estuve unos días. Fue cuando volví de Japón. Yo me retiré en diciembre de 2002 y a tu ciudad habré ido en 2003 ó 2004?, da el puntapié inicial de la charla.
-Imagino, ante una cultura tan distinta como la japonesa, el lazo de amistad que se habrá dado entre ustedes.
-Ni hablar, conozco a toda la familia, allá en Japón conocí a sus hijos, Alejo jugaba en el equipo que vendría a ser la reserva, Juan Pedro vivía con ellos y Nacho y Rodrigo los fueron a visitar. Fueron dos años y medio juntos, aparte éramos medio vecinos, quedó la mejor relación. Nos juntábamos todas las semanas o salíamos juntos a comer con nuestras familias. Tenemos miles de anécdotas, estábamos muchísimo tiempo juntos y la pasábamos muy bien.
-¿A qué te estás dedicando actualmente?
-A negocios que tengo y un poco al campo también, tengo un pedazo de campo. Y con el fútbol despuntando un poco, haciendo las veces de representante de chicos acá, en Rosario Central.
-¿Y cómo hacés para arreglártelas con todo?
-Pasa que en lo que hace a fútbol tengo un grupo de gente con la que trabajo, entonces, nos repartimos y vamos un fin de semana cada uno. Después trato de dedicarle mucho tiempo a mi familia y durante la semana estoy algunos días en el campo. Me las arreglo.
-Hablando de campo sabemos de un tandilense, Manuel Larsen, que alguna vez trabajó para vos.
-Sí, lo recuerdo muy bien, fue hace algunos años, tenía o tiene una empresa de maquinarias agrícolas y me hizo un desmonte.
-¿Y de Tandil qué más recordás?
-Paramos en un hotel de un amigo del profe y nos encantó. La ciudad lo mismo, justo agarramos Semana Santa y recorrimos bastante. Es difícil de olvidarse de los salames, embutidos, los quesos, le dimos a todo (risas). El profe nos llevó a comer a un lugar entre las sierras, espectacular. Pero lo más lindo fue disfrutar del momento de amistad con la familia Menchón. Ahora hace mucho que no lo veo pero de algún modo siempre lo recuerdo y sé que anda en el mundo del tenis porque dos por tres nos escribimos mails o nos hablamos por teléfono. Ah, también fuimos a jugar un partido de fútbol cinco cuando estuve en la ciudad.
-Cuentan que el profe es muy habilidoso.
-(Sonríe). Sí, muy habilidoso. Muy buen jugador pero poné que le falta explosión (larga la carcajada). ¡Apenas lea la nota me va a llamar! Me acuerdo que fuimos con Horacio Rodríguez y toda una banda con la que se juntan siempre ellos. Nos divertimos mucho.
-¿Por qué una vez concluido tu contrato con el Avispa te quedaste a jugar un tiempo más en Japón y te retiraste en el Sagan Tosu de la segunda división?
-Porque era justo el año del Mundial 2002, a mitad de año y me quería quedar. Entonces arreglé con este equipo por 6 meses más y aproveché. Recuerdo que fuimos con el profe a ver un par de partidos, Italia-México y Suecia no me acuerdo contra quién.
El diálogo con El Eco de Tandil varía de temas pero David retoma, porque le intriga saber en qué anda otro de los profes Menchón. ?¿Alejo se retiró??, cuestiona. ?Sé que estuvo un tiempito en Independiente de Tandil, creo. Allá en Japón andaba bien, jugaba en la reserva y tenía condiciones como para jugar, pero después él también se tuvo que venir con el padre y habrá perdido continuidad. Así que ahora se dedicó a ser profe también, me parece muy bien?.
-¿Qué tal la experiencia en Badajoz? Acá, en Argentina, tuvo mucha repercusión porque el club era de Marcelo Tinelli y desde su emisión le daba manija, pero ¿en España qué onda?
-No, allá éramos un equipo más. Tenía más repercusión acá que en España por toda la gente que sigue a Tinelli y el boom que generó eso. Fue una experiencia más, competir en la segunda de España que tiene muy buen nivel y por ahí se cometieron muchos errores y por eso terminó en la nada.
-¿Cuál fue tu mejor año futbolístico, si tenés que escoger una temporada?
-Tendría que elegir el año 90´ en Central; el 95´ en Yokohama Marinos; 97´ en Universidad Católica y el 2000, de julio a diciembre, que arranqué muy bien en el Avispa.
-Escuchándote, ¿te quedó un acento medio tirando a Chile?
-(Sonríe). No, no, te parece a vos.
-Ahora te estás dedicando a representar juveniles y a Rosario Central, de donde vos también surgiste. ¿De tu época a la actual, están tan cambiados los chicos?
-Sí, muuuy cambiados. Nosotros teníamos más responsabilidad, nos tomábamos más en serio estar en un club a nivel profesional, el hambre por querer llegar a jugar en primera. Ahora todo es más light, el joven en sí vive la vida como que le importa todo nada, muy relajados están. Entonces para mí es un tema de la sociedad misma, no sólo de los jóvenes futbolistas. Y cuando un técnico intenta transmitir seriedad, responsabilidad, trabajo táctico y bla, bla, bla, me parece que se le complica.
-¿Por eso vos no te dedicaste a la conducción técnica?
-No, no, la verdad que nunca me llamó la atención. Tengo el curso hecho desde cuando era jugador pero no me llama porque pienso que sería una vida exactamente igual a la del jugador, tenés que seguir viajando y dejando de lado la familia y es mucho tiempo fuera de mi casa. De todos modos nunca se sabe, lo que sí tengo seguro es quién sería mi profe (sonríe).
Para sugerir notas o futuros entrevistados en la sección, el lector se puede comunicar libremente y hacer sus planteos escribiendo a luispepoibarra@yahoo.com.ar. Les volvemos a agradecer a todos aquellos que participan y han escrito en las últimas semanas.
FOTO DAVID
Bisconti estableció una amistad con el profe Menchón.
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios