Bussi lloró ante el Tribunal, reivindicó su tarea y negó su responsabilidad en la desaparición de Vargas Aignasse
Asimismo, en un momento tenso de la audiencia en la que se conocerá el veredicto, el militar volvió a acusar al fiscal Alfredo Terraf de realizar “falsas incriminaciones” en su contra, ante lo que el funcionario le dio la espalda.
Al comenzar la jornada en la que se conocerá el veredicto en el juicio en el que se lo acusa junto a Luciano Benjamín Menéndez, Bussi hizo uso de su derecho de hablar ante el tribunal y sostuvo que el fiscal se basó en testimonios de “delincuentes comunes” para acusarlo. En ese contexto, Bussi advirtió que “en caso de sentencia desafavorable” apelará a tribunales superiores “por violación de los derechos de defensa en juicio y debido proceso”.
Además, acusó a Terraf ?quien en ese momento le dio la espalda al represor- de actuar con “pretendido vedettismo publicitario” y de ser protagonista de una “transfiguración política”. “Ayer me rogaba negociar mis electores en el colegio electoral de 1987 y su beneficio personal y el de su jefe político a cambio de cargos públicos. Hoy me acusa de los delitos más atroces”, se quejó Bussi.
El represor se definió como “un comandante de tropa que libró combates con las consecuencias lógicas de toda lucha armada”. Y si bien reconoció que ordenó detener al ex senador Guillermo Vargas Aignase en 1976, explicó que la medida debía “durar sólo unos días pero no tenía ni en su letra ni en su espíritu intención alguna de mortificación y mucho menos de la eliminación física”.
Bussi sostuvo que durante su mandato como gobernador de facto de Tucumán, ningún detenido “denunció signos de tortura alguna”. Y se ocupó de rechazar las imputaciones que le realizaron varios testigos, ante lo cual los familiares de Vargas Aignasse mostraron gestos de enojo y fastidio. “Me considero un perseguido político por los derrotados de ayer en la guerra. (Se actúa con) Rencor y venganza en los más altos cargos del gobierno nacional y provincial”, agregó.
El ex militar también afirmó que durante su gestión como gobernador de facto quiso defender a Tucumán de “la agresión comunista” y tuvo contacto “todos los estamentos, desde el más humilde al más encumbrado de la sociedad tucumana”.
Durante el discurso, el tribunal debió disponer un cuarto intermedio de cinco minutos, en un momento en el que Bussi, con lágrimas en los ojos, sostuvo que nunca vio a Vargas Aignasse. Hacia el final de sus palabras, el militar volvió a llorar cuando se dirigió a los jueces para pedirles “independencia” en su fallo.
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