En el estadio San Carlos de Apoquindo, el elenco de Avellaneda, que se alistó con un mix de titulares con suplentes, terminó sucumbiendo ante un adversario que había empatado 2-2 el choque de ida jugado la semana pasada.
Michael Ríos, en ambas ocasiones mediante sendos tiros penales, logró las conquistas del conjunto “cruzado”, que se instaló en una de las semifinales, instancia en la que enfrentará a San Pablo de Brasil.
El mediocampista Jonathan Santana, quien ayer volvió a alistarse en el conjunto de Américo Gallego tras recuperarse de una lesión, había establecido la paridad provisoria, a los 35’ del primer tiempo.
El equipo chileno, con la ventaja del doble valor de los tantos conseguidos en condición de visitante, salió más tranquilo y ejerció el dominio del encuentro, en el tramo inicial.
Es más, cada vez que buscó incursionar por las bandas, Universidad Católica causó inconvenientes a una defensa roja que se armó de una manera poco habitual, con Samuel Cáceres jugando como lateral por derecha y Federico Mancuello, por izquierda.   
Así, a los 16’, tras un centro desde la derecha, el paraguayo Cáceres puso la mano ante un cabezazo de Castillo y el juez peruano, Víctor Carrillo, sancionó el penal pertinente.
La ejecución, a cargo de Ríos, fue fuerte y al costado derecho, convirtiéndose en inatajable para el juvenil arquero Diego Rodríguez.
El conjunto universitario siguió funcionando mejor en el aspecto colectivo y sobre los 26’ tuvo una chance muy clara para aumentar, cuando Fernando Cordero disparó abajo y el guardavallas del rojo la mandó muy bien al tiro de esquina.
A partir de esa acción, Independiente se reordenó, buscó asociarse con el tándem Villafáñez-Rosales y empezó a preocupar a una zaga chilena, que ya no lucía tan segura.
Entonces, a los 35’, Independiente estableció la igualdad, por intermedio de Santana, quien despachó un remate alto que doblegó la resistencia de Christopher Toselli.
Casi no tuvo tiempo de festejar el equipo de Avellaneda, porque a los 37’, una absurda falta de Cristian Tula volvió a provocar otro penal.
El ex zaguero de River y San Lorenzo le cometió una infracción a Nicolás Castillo y el peruano Carrillo, otra vez, sancionó la pena máxima.
La ejecución de Ríos, también alta y al costado derecho, volvió a poner en ventaja a la Universidad Católica.   
En la segunda parte, el equipo local intentó defenderse con la pelota, pero un detalle conspiró contra sus planes iniciales: a los 17’ vio la tarjeta roja el mediocampista ofensivo Cordero.
Entonces, con uno menos, la “UC” se replegó en demasía, le cedió el balón a Independiente que, con dificultades, comenzó a manejarlo mejor.
Con las entradas de Osmar Ferreyra y Martín Benítez, el equipo de Gallego apostó a ganar profundidad por los costados. Y lo consiguió ante una defensa “cruzada” que empezó a "hacer agua".
A los 23’, hubo un centro de Ferreyra, un cabezazo de Godoy y el arquero Toselli la mandó al corner.
Luego, Independiente buscó con insistencia la paridad que hubiera llevado la definición a los penales. Pero le faltó la "última puntada". Inclusive, con la entrada de “Tecla” Farías, el rojo lo podría haber empatado y una "palomita" del goleador salió apenas desviada, tras centro de Ferreyra.
Ya en tiempo de descuento, tanto Daud Gazale como el argentino Sixto Peralta se perdieron sucesivamente la oportunidad de sentenciar el pleito. Pero Universidad Católica no necesitó de un tanto adicional para abrazarse a la clasificación.

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