Carta de lectores
Deuda externa
Señor Director:
885.106.645.000 pesos o 52.065.096.000 es lo que terminaremos pagando los argentinos por el reciente préstamo de 2.750.000.000 dólares a devolver en los próximos cien años con un interés anual del 7,5 por ciento (206.250 dólares).
Pero como estamos en nuestra Argentina, debemos manejarnos con pesos argentinos. Por lo tanto, este préstamo lo pagaremos nosotros con pesos que alguien los transformara en dólares. En los últimos 14 años, el dólar aumentó un 11 por ciento anual acumulativo (salvo en el período de actual gobierno -un año y medio- que lo aumentó un 80 por ciento).
Aplicando ese 11 por ciento acumulativo histórico a las cien cuotas que debemos pagar, indica que la primera cuota pagaremos el 7,5 por ciento de interés, o sea 206.250 dólares que multiplicados por 17 pesos (valor actual del dólar) resultan 3.506.953 pesos. En 2018 con un aumento del 11 por ciento el dólar costará 18.87 pesos, por lo que la segunda cuota saldrá 3.892.000 pesos, y así sucesivamente hasta llegar a la cuota número cien en el año 2117 que, según esta fórmula, un dólar costara 424.750 pesos que multiplicados por los 206.250 dólares (valor pactado de cada cuota), representan 87.604.728.000 pesos. Simultáneamente también debemos pagar el capital, o sea 2.750.000.000 dólares que multiplicados por 424.750,20 pesos (valor de un dólar) resulta una cantidad difícil de leer.
Sumados todos los importes, devolveremos las sumas que cito en el inicio, que por ser infrecuentes es posible que me haya comido algunos ceros.
Esto muestra claramente que quienes prestan ese dinero tienen un solo objetivo: someter a países como el nuestro y demostrar a sus habitantes la omnipotencia que detentan. Basta recordar a nuestro primer presidente don Bernardino Rivadavia que en 1824 tomó el primer préstamo de 2.000.000 de libras esterlinas a la Baring Brothers de Londres y se terminó de pagar, creo, en 1904. De esos 2 millones de libras solo llegaron 1.600.000 por intereses descontados anticipadamente y supuestamente eran para obras a realizar por empresas inglesas. Pero lo más insultante (de allí la omnipotencia) es que años después se supo que el “Sr. Rivadavia” fue nombrado por la Baring Brothers miembro honorario de su directorio…
Con esas actitudes actúan hoy los organismos -FMI, BM, etc.- formados para ayudar a los países del mundo económicamente. Si esta “anécdota” no convence, recordemos hace no más de 8 años que el expresidente de Chile se encontraba refugiado en Londres y la primer ministra inglesa le agradeció públicamente haberlos ayudado militarmente en nuestra Guerra de Malvinas. Eso lo vimos todos en directo por TV. El motivo no era agradecerle, sino decirle al mundo “con nosotros no se metan. Hacemos lo que queremos”, aún denigrando a un general latinoamericano.
Por último, los préstamos no fueron solo para Argentina. Los recibieron muchos países como el nuestro. O sea que simplemente agarraron papel e imprimieron libras esterlinas por doquier y se fueron apoderando del mundo. Lo triste es que después de dos siglos seguimos aceptando dinero. Según casi todos los economistas. Si nosotros le damos a la maquinita, provocamos inflación. Pregunta ¿hablan en serio o nunca compraron algo en el mercado?
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José Barillaro
DNI 5.388.744
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Candidatos que ofenden el honor de la ciudadanía
Señor Director:
Que después de 12 años de profundizar la “grieta”, habernos aislado del mundo desarrollado y haber asistido a los atropellos del populismo sin límites y al mayor proceso de corrupción. Después, decía, que quienes participaron en ese proceso de degradación de los valores éticos y morales que exige la función pública tengan la desvergüenza de postularse, es una ofensa al honor de la ciudadanía.
Los mismos nombres con iguales argumentos para denostar al adversario y una falta de propuestas que posterga la salida del país de esta encrucijada en la que le ha cercado la ausencia de idoneidad para gobernar, son síntomas notorios de la decadencia de nuestros políticos y de la inmadurez de un pueblo que los tolera.
Si el patrimonio intelectual que proveen los hombres que van a asumir la responsabilidad de gobernar ofrece tan baja calidad de postulantes, que incluye hasta a quienes provocaron este desastre, donde todo es oposición a quien gobierna porque quiere desterrar la corrupción, el narcotráfico, la dádiva y el despilfarro para combatirlos volviendo a la cultura del trabajo, es evidente que hemos dejado de tener la capacidad de darnos un gobierno propio que interprete los deseos del pueblo.
Si en 200 años de país, con nuestros próceres y hombres notables, no hemos sabido hallar la solución a la ignorancia y la pobreza, solo tendría sentido común aquello de que “se vayan todos”. Como profesional que califica las gestiones en función de los resultados, creo que es la única alternativa para salvar la patria.
Víctor La Pietra
DNI 4.318.954
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