Cartas de lectores
Para los nuevos concejales
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Señor director:
Los argentinos no aprendemos a votar, nos invade la ignorancia, pero la desidia no nos exime de responsabilidades. Vecina/o, ¿usted sabe qué hace un concejal?, y ni siquiera se molestó en saber ¿quién es?, ¿Usted sabe que no lo elige usted? ¿Que primero es elegido a dedo, por alguien, jefe o puntero político y lo marcan en la lista?
La carrera por las sillas que van a ocupar los nuevos concejales está entrando ya en la fase final, sin embargo a pocas semanas, cuando los vecinas/os elegirán sus representantes en el Municipio, ¿saben ustedes realmente cuál es la función de un concejal?
Eso significa que el Intendente necesita el acuerdo de Concejo para aprobar (no es conveniente que tenga mayoría propia), por ejemplo, las ordenanzas municipales, el plan comunal de desarrollo, el presupuesto municipal, los programas de inversión correspondientes, las políticas de prestación de servicios municipales, permisos y licitaciones entre otras materias fundamentales para el desarrollo del Municipio y por ende de la ciudad.
Por ello es necesario que un concejal tenga una buena formación y conocimiento de cómo funciona el sistema público, de tal forma que usted vecina/o pueda recurrir a él como agente facilitador en la formulación y ejecución de proyectos que requiera la comunidad.
Ahora que ustedes conocen algunos de los derechos y deberes fundamentales de un concejal, será necesario que los vecinos se involucren en el seguimiento de la actitud ante las responsabilidades que se les ha encomendado a través del voto.
El sistema o el modo de trabajar de nuestros concejales debe caducar. No es razonable que no atiendan a los vecinos, porque nunca están en sus puestos de trabajo. Jamás se los observa caminando por los barrios para conocer problemas de la gente, que para eso están. Esto lo digo como hijo de Tandil por experiencia propia, de llevar inquietudes, comunicar temas de la ciudad, lo que he logrado es que me hagan conocer todos los niveles de la Municipalidad y salir sin nada, sin soluciones, con las manos vacías, de esa forma no se debe trabajar.
Si un empleado de una fábrica no trabaja o no cumple horarios, ¿no se les paga el sueldo? ¿Por qué Tandil debería pagar sueldos a concejales que no cumplen con su deber? No asisten a reuniones, son invisibles e insensibles a los pedidos del pueblo.
Para los nuevos concejales, nuevas reglas: cumplir horario completo. Qué tarea cumplen por semana. Cuántos proyectos propios presentan por mes para el desarrollo de Tandil. Cumplir horarios para reuniones de comisión. Fijar horarios diarios para atención al vecina/o cada vez que se los requieran. Solicitar permiso cada vez que se retiran de sus puestos de trabajo. Notificar cuánto tiempo están fuera de sus oficinas cumpliendo tareas en la ciudad.
Debemos cambiar para una vida más amable para todos o seguimos en la misma ruta de la decadencia.
Elías Estanislao Peuscovich
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Quejas por un procedimiento policial
Señor Director:
Como propietario de la carnicería Un Rey quiero informar que el día 5 de septiembre a las 10, mientras se dirigía mi esposa -embarazada- con mi otro hijo a entregar mercadería solicitada por el comercio de Quintana y Dinamarca, fue víctima de una persecución por parte de la policía de la comisaría Cuarta, división Patrulla Rural, con un amplio despliegue.
Al inspeccionar la carne transportada la misma tenía 4º C de temperatura. Mi señora contaba con la factura para el cliente y la procedencia de la mercadería. La infracción fue de carácter bromatológico, por no contar con un delantal.
He sido perjudicado moral y comercialmente, así como también mi cliente ha sido cuestionado por comentarios que circulan en la calle.
Es repudiable el procedimiento policial, cuando la comisaría Cuarta funciona a cuatro cuadras de mi carnicería, pudiendo inspeccionar el lugar como la salida de mercadería cuando quisieran.
Ariel Valderrey
DNI 24.104.303
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Coro de padres
Señor Director:
Recuerdo haber tomado mi primera comunión un 8 de diciembre hace ya bastante tiempo. Se estilaba tomarla en el Día de la Inmaculada, hoy cambió todo.
Lo que no cambió es que hasta ahora se toma la primera comunión. Por eso yo le quiero contar el hermoso y emocionante momento que viví el 1 de septiembre de 2013 en la parroquia Santísimo Sacramento de Tandil; todas mis lágrimas regaron el piso de la iglesia.
No es para menos, ya que me encontré con un montón de palomitas y pichoncitos vestidos de colorado y gris, ocupando la parte central de la parroquia con un fuerte marco de padres, abuelos, amigos.
Mis lágrimas empezaron a caer de mis ojos y mi corazón también quería salirse de mi pecho, cuando cada palomita y pichoncito se acercaba al altar donde los esperaba el sacerdote con el ofrecimiento del Cuerpo de Cristo, al que cada una de ellos debían contestar Amén, con sus diminutos y frágiles cuerpitos apoyados por sus madres, con la mirada fija en el sacerdote recibiendo la primera comunión.
Pero eso no fue todo. En mi intento por tranquilizarme veo movimientos de padres con aperturas musicales en sus manos, para mí, toda una novedad. Todos se acercaron al altar, para cantar una alabanza. Todos embargados en emoción.
A todos: colegio, iglesia, padres, gracias por tanta emoción vivida, el día 1 de septiembre de 2013, en ese sagrado lugar llamado parroquia Santísimo Sacramento.
Fani Ríos
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Recordando el golpe en Chile
Los socialistas tandilenses recordamos el golpe de estado en
Chile, del cual se cumplieron 40 años.
Pensando en el porqué y no quedándonos solamente con la decepción recordamos el golpe de Estado que terminó con la vida del presidente democrático y el gobierno socialista que conducía los destinos del pueblo en 1973, para hacerlo elegimos la historia de su líder.
Salvador Allende nació en Valparaíso en 1908, fue medico y desde su juventud se integró a la política muñido de un permanente compromiso social. Fue uno de los fundadores del Partido Socialista Chileno.
Como candidato a presidente por el Frente de Acción Popular se presentó en las elecciones de 1952, 1958, y 1964 no logrando imponerse en ninguna oportunidad. Se presentó nuevamente, siempre como candidato socialista en la Unidad Popular ganando en los comicios de septiembre de 1970.
En los tres años que ejerció el poder demostrando una enorme coherencia puso en práctica los ideales de toda su vida: inició una reforma agraria, nacionalizó la minería, la banca y los grandes monopolios industriales.
Produjo transformaciones revolucionarias en un país dependiente, le arrebataron el poder los enemigos de la democracia, la libertad y la igualdad, las armas de Pinochet enfilaron toda su crueldad contra los chilenos más comprometidos, más protagonistas de los avances sociales conseguidos.
Hace 40 años en su lugar de trabajo, (el Palacio de la Moneda), sede de la presidencia de la república, minutos antes de morir y en medio de los bombardeos al edificio presidencial pidió grabar su mensaje final. En una de sus partes decía: “Tengo fe en Chile y su destino, superaran otros hombres este momento gris y amargo en que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”.
Cuando hay hombres tan valientes que dan todo por lo que piensan por lo que sueñan para la sociedad en la que viven, deben ser recordados en Chile y en América toda como en el mundo porque no abundan las similitudes.
Los socialistas tandilenses queremos rendir homenaje destacando el monumental valor y generosidad de un hombre que en el marco democrático fue un patriota enorme, puso su norte en la libertad, la igualdad y con ellas el progreso de su pueblo.
Que su lucha ejemplar nos siga iluminando.
Oscar Martens
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Diez razones para no bajar la edad de punibilidad penal a los 14 años
1- Porque sería regresivo: En el Derecho Internacional de los Derechos Humanos rige el principio de no regresividad y de progresividad: está prohibido regresar a instancias anteriores de la cobertura de un derecho, y solo se puede avanzar en dicha cobertura. El Código Penal sancionado en 1921 establecía la edad de punibilidad en 14 años. Durante el gobierno peronista, en 1954, se estableció en 16 años, en el marco de una política dirigida a la protección de la infancia (Ley 14.394). La Dictadura, en una de sus primeras medidas (Decreto Ley 21.338), derogó parcialmente esa norma, y fijó la edad de punibilidad en 14 años, decisión que mantuvo en el Régimen Penal de la Minoridad, creado en 1980 (Decreto Ley 22.278) En mayo de 1983, meses antes de la recuperación de la democracia, la edad de punibilidad volvió a establecerse en los 16 años. Regresar a la edad establecida por la Dictadura no parece una medida dirigida a la mejor protección de nuestros niños y adolescentes.
2- Porque el único objetivo es el castigo: El mandato constitucional establece que el sentido de la privación de la libertad no debe ser el castigo, sino la adecuada preparación para la vida en libertad. Sin embargo, la discusión de estos proyectos, luego de un hecho grave que involucró a un adolescente de 14 años, revela que el único objetivo es establecer políticas de castigo sobre esta población, violentando ese mandato, y confundiendo a las personas que creen que esta reforma le será aplicada a ese joven, lo que es falso.
3- Porque no es cierto que sea el único modo de brindar garantías a los adolescentes de 14 y 15 años: Decir que el único modo en que una persona acceda a las garantías constitucionales es introducirlo en el sistema penal es por lo menos una falacia. Las garantías las tenemos todas las personas de todas las edades, el problema es que muchas veces no se cumplen ni se respetan. Es responsabilidad de los jueces aplicar las leyes, y velar porque todas las garantías de todas y todos los ciudadanos, se cumplan conforme la ley.
4- Porque no se trata de sancionar más leyes, sino de cumplir las que ya existen: La Convención sobre los Derechos del Niño y la Ley de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (Ley 26.061) tienen plena vigencia, así como todos los tratados internacionales de derechos humanos que establecen todos los derechos a los que son acreedores cada niño y cada niña que vive en nuestro país. Sin embargo, la mitad de ellos carece de condiciones básicas de existencia: no tienen cloacas ni agua potable, ni vivienda, ni educación y salud de calidad, ni viven en un ambiente sano, ni tienen acceso a oportunidades, actividades recreativas, vacaciones, futuro. Hay leyes que dicen que tienen derecho a todo esto, pero no hay jueces que las apliquen ni funcionarios que las ejecuten.
5- Porque la cantidad de adolescentes de 14 y 15 años que cometen delitos graves es ínfima: Diputados y diputadas, senadores y senadores deberían pensar si es justo sancionar una ley que, más allá de sus intenciones, será aplicada para el castigo, y que significará un retroceso en cuanto a las políticas dirigidas a la infancia, para atender, de modo punitivo, los hechos que cometen un puñado de adolescentes. Según una investigación de Unicef, la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, y la Universidad Nacional de 3 de Febrero, sobre un total de 1800 adolescentes menores de 18 años privados de libertad por causas penales en el país, un 17 % son no punibles, es decir menores de 16 años: 300 adolescentes. Ahora bien, cuando se analizan los delitos que se les imputan a aquellos 1800 adolescentes privados de libertad, los datos indican que un 15 % está imputado de homicidio (incluyendo la tentativa de homicidio, es decir, los casos en que no se produjo el resultado muerte): 270 casos. Si aplicáramos la proporción entre punibles y no punibles, tendríamos que, de esos 270 casos, solo 46 (el 17 % de 270) corresponderían a adolescentes de entre 14 y 15 años. Pero esa cifra es más baja aún si tomamos la cifra del total de homicidios dolosos que se cometen al año en nuestro país: unos 2000. De esa cantidad, en unos 200 participan menores de 18 años. Y de esos doscientos, según declaraciones del director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Nils Kastberg, en solo 15 casos participan menores de 16 años.
Este análisis no supone quitar importancia a una sola muerte violenta producida por la intervención de un adolescente, pero entendemos que una decisión de política criminal de la gravedad de la que se intenta, debe analizar a qué población está destinada, con qué objetivos, y a qué costos, antes de tomarse.
6- Porque si el estado no es capaz de controlar las instituciones de encierro que hoy tiene, mucho menos podrá controlar las que piensa crear: Todos los días hay noticias acerca de muertes en lugares de encierro (76 por causas violentas y/o dudosas durante 2008, según los registros del Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos). El viernes 24 de abril, la justicia ordenó cerrar un hogar de niños, niñas y adolescentes regenteado por la Fundación de Julio Grassi, luego de que un niño de ocho años intentara ahorcarse, hastiado de los abusos cometidos contra su persona, y de que se recopilaran otras tantas denuncias. La Argentina ratificó el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes en noviembre de 2004, pero no implementa los mecanismos de visita a los lugares de detención para prevenir los abusos, los malos tratos y la tortura. Esa es otra norma vigente que no se cumple, casi cinco años después de ser sancionada.
7- Porque el sistema penal es discriminatorio, selectivo, estigmatizante: Es decir, no persigue a todos por igual, sino a los más pobres, los más vulnerables, los que menos "esfuerzo" tienen que hacer para caer en sus redes. Y cuando los captura, los separa del resto de la sociedad, los marca. Nadie que pase por una institución del sistema penal sale sin huellas, a veces en el cuerpo, casi siempre en su psiquis. Y las huellas son más profundas y dolorosas cuando se provocan en niños y adolescentes.
8- Porque los pibes son el eslabón más débil de los grupos delictivos y las empresas criminales: Casi siempre que un adolescente está inmerso en una situación violenta, es porque alguien con más edad y con más poder, lo ha utilizado. Un niño de 14 años difícilmente robe un auto para cometer otros delitos. Lo más seguro y lo que indican todas las investigaciones es que recibe un arma y una paga miserable por conseguir ese auto que luego irá a un desarmadero, para que muchos de los que reclaman la baja en la edad de la punibilidad compren más baratos los repuestos para sus autos.
9- Porque las penas previstas no son intocables: Se utiliza como un argumento a favor de la baja de edad de punibilidad, que se fijarán penas bajas (lo que no es cierto, al menos en el proyecto presentado por el Dr. Raúl Zaffaroni y la Dra. Lucila Larrandart, en el que se permiten penas de hasta siete años para la franja de 14 y 15 años, y de quince años para la franja de 16 y 17, lo que transformaría al régimen argentino en el más gravoso y represivo de Latinoamérica). Pero hasta estas penas draconianas pueden elevarse: basta que suceda algún hecho trágico, o lo suficientemente difundido por los medios, para que se dupliquen, o tripliquen, frente a un próximo clamor popular. Del mismo modo que sucedió con la presión del ex ingeniero Blumberg, en 2004, en que los máximos de pena aplicable a ciertos delitos subieron a los cincuenta años, obviamente sin ningún efecto en cuanto a la disminución de esos delitos.
10- Porque van a meter presos a las principales víctimas del neoliberalismo que esta sociedad votó y aceptó durante una década: Los adolescentes que hoy tienen 14 y 15 años nacieron entre 1994 y 1995, cuando millones de votantes reeligieron a Menem, y sus políticas, con la consecuencia de desintegración social, marginación de millones de personas, destrucción de la escuela pública, pauperización y desempleo de los padres de estos adolescentes.
Los adultos tenemos la obligación de hacernos cargo de nuestras decisiones, no solo de las que tomamos individualmente, sino de lo que avalamos, aceptamos o consentimos como sociedad. Y ser consecuentes con lo mejor de nuestra historia, con la decisión, que alguna vez tomamos, de que los únicos privilegiados sean los niños.
Aún éstos, los ajenos y demonizados.
Claudia Cesaroni
Abogada Cepoc (Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos)
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