Claudio Castaño, íntimo
Sus palabras, su imagen aparecen a menudo en los medios de comunicación. Se sabe mediático y no le molesta el término; por el contrario afirma que los medios son de gran ayuda para los abogados penalistas, ya que están solos frente al gigantesco aparato de la Justicia. No está de acuerdo con aquellos que lo tildan de snob o extravagante. Su gran pasión por el Ceremonial y Protocolo ha hecho que lo aplique en todos los detalles de su vida. En una charla exclusiva con La Vidriera afirmó, entre otras cosas, que el éxito y la felicidad nunca van de la mano.
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Cuando llegamos a su casa una alfombra azul sale desde la puerta de calle hasta la vereda. Realmente nos llama la atención a tal punto de no querer pisarla, ya que desconocemos por qué está allí. Nos atiende el doctor Castaño, impecable como siempre, con un traje que pensamos ?y lamentamos no haberle preguntado- es mucho más que un Etiqueta Negra. Después de algunas fotos un poco más formales que las tomadas durante la charla, nos sentamos en la cómoda silla que tiene puesto nuestro nombre. Es en ese momento que nos damos cuenta que la alfombra tenía un sentido pero no nos animamos a preguntar. Sin embargo, cuando nos íbamos nos dice señalando el tapiz: ?en estos casos no se estila la alfombra roja sino la azul?. Agradecemos el detalle, porque en esta profesión no todos los días se puede soñar que estamos entrando a la ceremonia de los Oscar, pisando una bonita alfombra azul
-¿Cómo se define?
-Por momentos controvertido, difícil, a tal punto de llegar a ser inaguantable a veces. Autoexigente y exigente con los demás, perfeccionista, no sé delegar y quiero estar en todos lados a la vez, vigilar todo, estar encima de todos los detalles, obsesivo (no compulsivo, agrega sonriendo).
-¿Estas son sus cualidades o defectos?
-Para algunos pueden ser cualidades, para otros, defectos.
-¿Y para usted?
-El no poder delegar es un defecto, la obsesión es otro, tendría que tomar las cosas con más calma.
-¿Por qué no lo hace?
-Es mi personalidad
-¿Podemos conocer sus cualidades?
-No me considero un traidor. Aviso antes de tomar determinaciones, no me gusta dar sorpresas ni que me las den. La gente conmigo sabe a qué atenerse y con qué reglas juego, siempre son limpias, por lo general. Dentro de la ley todo, fuera de la ley lo menos posible.
-?Por lo general reglas limpias? y ?fuera de la ley lo menos posible? ¿qué significa?
-Trato de usar la sagacidad y encontrarle el punto débil a mi adversario y juego con las debilidades del otro. No es que sea muy poderoso sino que lo estudio y aprovecho sus debilidades.
-¿Se dedica a la rama del Derecho que más le gusta o simplemente la ejerce por las posibilidades económicas que brinda?
-Eso en parte es un mito, si uno ve la facturación o habla con penalistas de renombre van a decir que es un mito, el Derecho Penal tuvo su auge en Tandil en los 70, 80 y 90. Después del 99 todo cambió en el país, entré en la etapa dura del Derecho, sólo la profesión me encaminó a dedicarme a Penal.
Mi madre tenía un sueño: que hiciera una carrera diplomática, quizás mi personalidad no hubiera encajado, de modo que la defraudé. Lo cierto es que tampoco quiso que fuera abogado, eso lo tengo que reconocer.
-¿Siente que la profesión hoy en día se encuentra devaluada? ¿Piensa que existe hacia el abogado un prejuicio como persona y que muchas veces se lo relaciona con la clase política?
-Se lo asocia a lo malo como si fuera un submundo, como si fuéramos una subespecie los penalistas. En las reuniones de abogados los que hacemos Derecho Penal, salvo el encumbrado que todos conocemos, los demás nos miran por arriba del hombro.
-¿Esa actitud qué sensación le produce?
-De fortaleza, tomé un camino que vende servicios de defensa penal, es como cualquier otro, tal vez no estemos rodeados de la pompa del Derecho Civil, nuestra clientela no es de las grandes esferas, salvo que estemos en el top ten de los abogados, tenemos que trabajar con lo que hay y el delito ?por las agencias primarias de selección?, como dice Zaffaroni siempre se va al submundo, a la clase media baja o baja porque es más fácil reprimir el delito en ese sector de la sociedad que en el alto, el de guante blanco.
-¿Le gustaría asesorar o defender a grandes empresas o personas con peso en la sociedad o está cómodo con su cartera actual?
-Todo va por etapas. A esta edad no puedo ser tan osado de decir que ya estoy preparado para el delito complejo; sí que me estoy preparando y es el anhelo de todo abogado penalista llegar al delito complejo. Espero que el día que me toque atender casos de narcotráfico, terrorismo o de alta escala no me olvide nunca de cómo comencé.
-¿Quiere llegar a llevar causas muy pesadas?
-Lo tengo presente en todo momento y trataré de no olvidarme, pero no de empresas sino de personas.
?A LA JUSTICIA NO ENTRAN
LOS POPES DEL DERECHO?
-¿Es tandilense?
-Nacido en Tandil, aunque me hicieron sentir que venía de afuera después de diez años de estar viviendo en Buenos Aires.
-Sucede con los estudiantes universitarios que se van de la ciudad, vuelven cambiados, pero no es nada del otro mundo.
-Yo era igual que ahora cuando me fui a Buenos Aires, el que me conoce sabe que sigo siendo el mismo de cuando iba al Colegio San José.
-¿Recuerda cuál fue su primer caso?
-Un asalto a la estación de servicio Petrotandil allá entre junio y diciembre de 2001 y estuve tocado por la varita mágica porque mi cliente salió absuelto. Fue mi puntapié inicial y no es porque haya sido muy bueno en ese caso sino porque encontré un contrincante muy malo o flojo.
-Los abogados defienden a personas, a veces, que saben que han cometido un delito ¿qué se siente en ese momento cuando tiene que defender a alguien que le miente?
-Uno se da cuenta cuando le mienten. A un cliente nunca le digo que me cuente la ?real?. Si después de entrar en confianza conmigo y conocerme, de abrirse, quiere hacerlo, bienvenido sea. Si me miente le hago saber que prefiero que guarde silencio o sino lo escucho con templaza para que no se dé cuenta que sé que me está mintiendo y lo defiendo como si fuera el peor de los culpables, que es la manera de defender, ya que si lo hago pensando que es inocente corro muchos riesgos de perder el caso.
-¿No es contradictorio? Debo confesar que no lo entiendo.
-Yo tampoco lo entiendo.
-¿Cómo lo explica?
-El sistema penal que utilizamos en la Argentina y más el de la provincia de Buenos Aires dice que el Fiscal debe probar la culpabilidad, pero en realidad me tengo que esforzar y romper el lomo todos los días para demostrar la inocencia, me cargan la prueba a mí. Y el ejercicio de la profesión me ha señalado que me ha quedado condenada mucha más gente inocente que culpable.
-Qué es el abogado más mediático de la ciudad no cabe duda, algunos dicen que parece el ?Burlando tandilense? o que se asemeja a Cúneo Livarona ¿qué hay de cierto en esto?
-Es una metodología de trabajo que aprendí en Buenos Aires y así entendí por qué uno se transforma en mediático. En esto uno está solo como un perro y el único respaldo que a veces tenemos son los medios, porque el Poder Judicial es muy temeroso y se cometen muchas incorrecciones o errores judiciales, hay muchos juicios por estos errores en determinadas causas
-¿Y a qué se debe?
-A la Justicia no entran los mejores, hay muy buena gente y con muchas ganas de trabajar pero no entran los popes del Derecho. Se cometen muchos errores en el camino y nosotros quedamos atrapados en esa maraña y muchas veces la prensa es el único respaldo que tenemos. Es decirle a la gente: ?ojo, detrás de esa pared, detrás de esa reja pasa tal cosa?. A algunos no les gusta, pero viene a ser como un juego de peso y contrapeso. Ellos tienen todo el poder punitivo del Estado y yo no tengo ninguno, estoy solo. A veces espalda con espalda con mi defendido y nos tenemos que defender en la mayoría de los casos como podamos. Por otro lado, cuando de más bajo estrato social es la persona más vulnerable es al Derecho Penal.
-¿Por qué cree que lo buscan sus clientes?
-No lo sé, he preguntado y me han dicho distintas cosas, algunos por mediático, esa es la rama cholula; otros porque voy al frente, y es verdad. No he tenido que recular nunca ni creo que lo haría. Cuando cometo un error trato de enmendarlo, pero trato de ir siempre hacia delante y más cuando veo que la persona es más vulnerable al Derecho Penal, porque me revela, es una manera de pelear contra todo el sistema.
RUMOR Y RUMORES
-¿Ha levantado los brazos en señal de triunfo cuando parecía que una causa que se caía y la ganó?
-A mí no me sirve académicamente trabajar sobre lo chato, me gusta pelear y derribar un buen trabajo por parte del acusador. El trabajo que ya tiene nulidad, chabacanería, cosas vulgares es muy fácil de derribar y no me causa ninguna satisfacción.
-La calle habla?
-Dígame que dice y le contesto si es verdad o no.
-Como que defiende a una persona pero se le queda con la casa?
-Nunca me quedé con la casa de nadie, ni con el que tiene una o diez y lo puedo decir con la frente alta. Nunca hasta el día de hoy me aproveché del momento de la detención, de la desesperación de la gente. Se habrá generado un mito porque acá se le da a las personas todas las posibilidades de pago. Se trata de ser equitativo y no cerrarle la puerta a nadie porque no tiene plata?a veces es más un desafío profesional que económico y trae también más dolores de cabeza que dinero.
-También dice la calle que su estudio funcionaría como una prepaga del delito.
-Otro mito: el de que los clientes pagan una cuota por mes y cuando cometen el delito ya están cubiertos porque abonaron mensualmente antes del ilícito. Esto no es verdad, lo que se le da, a veces, en la mayoría de los casos de delito menor y cuando la gente no puede son facilidades de pago y tengo que decir con orgullo que el 80% lo cumple y así tiene acceso a una defensa privada.
-¿Alguna vez dejó una familia en la calle?
-Jamás. En 9 años nunca hice un desalojo y no lo haría.
MI FAMILIA QUEDO AL BORDE DE LA
LA CONVOCATORIA POR MI CARRERA
-¿Creó un personaje?
-No. Soy así en público y en la intimidad? a veces un poco más insoportable (dice sonriendo). Públicamente uno se tiene que cuidar, pero en la intimidad soy más obsesivo, tengo un humor cambiante, prefiero estar en silencio con mi perro, mirando televisión o leyendo, esto último sobre todo. Con Flor (su mujer) no hablamos, nos manejamos con miradas. Pero sigo siendo el mismo en la intimidad,
-¿Es verdad que un colega lo catalogó de excéntrico?
-Sí, en una oportunidad me dijo que se estaba acostumbrando a mis excentricidades y cuando le pregunté qué quería decir con eso se refirió al estilo de vida. Para mí es un estilo decoroso, normal, creo que todo el mundo tendría que tener el mismo estilo de vida que llevo. Pero no soy excéntrico, sino un tipo común y corriente con algunos gustos que no tiene el común de la gente.
-¿Por ejemplo?
-Quiero la perfección en todo, la limpieza es fundamental desde el auto hasta la pulcritud personal, la vajilla, lo que toco, la blanquería donde descanso, todo.
-¿Le cuesta demostrar afecto?
-Sí, muchísimo. Fui criado con una educación muy prusiana, no reniego porque tuve excelentes padres a los que les hice la vida imposible.
-¿Eran afectuosos?
-Sí, pero muy rígidos en la educación.
-¿Es hijo único?
-No, somos tres hermanos varones y una mujer, tengo tres sobrinos, una familia normal. Padres amorosos que se preocuparon en demasía, diría que hasta fui sobreprotegido en la infancia. Mi familia era de clase media, trabajadora que se esforzó para que tuviera el mejor nivel en los estudios aún en detrimento de mis hermanos y gustos personales de mis padres: salir de vacaciones o hacer reformas a su casa. Siempre digo que cuando empecé la carrera ellos quedaron en los años 91, 92? dejé a mis padres al borde de la convocatoria a raíz del gasto de mi carrera.
-Frente a esta situación que reconoce y a su imposibilidad de demostrar afecto ¿cuál es su actitud?
-A veces de impotencia o dolor, porque la gente ve lo que quiere ver (silencio)? pero no sabe que el día que me recibí mi suegro quedó ciego y eso fue un golpe brutal para mí. (Tenía diabetes, hizo una retinopatía y perdió la vista).
Mi suegro fue otro pilar de mi carrera, siempre le decía que era el presidente de mi club de fans porque era quien me alentaba? era mi ídolo.
Por eso digo que la gente ve lo que quiere ver, nunca me quedé con la casa de nadie y nunca me quedo con nada de nadie, la gente ofrece que es distinto a quedarse con.
ANIMALES FEROCES
-¿Se sigue especializando o considera que la enseñanza de la profesión proviene de su ejercicio?
-La práctica da cintura, cancha, calle ?esquina y tango, como dice el coronel Moratorio- que hay que tener en la profesión- pero hay que perfeccionarse permanentemente, no dejar de estudiar ni un solo día, levantarse aunque sea una hora o media antes para poder leer, buscando algo nuevo.
-Dice su mujer, Florencia, que es un permanente comprador de libros. Más allá del Derecho ¿qué otra literatura lo seduce?
-De Derecho Penal, todo. Muchas biografías, historia y lo que llegue a mis manos, poca novela.
-¿Y con sus momentos libres?
-El caballo. Aunque últimamente no tengo demasiado tiempo libre, el último verano llegué a trabajar montado, por teléfono, sin que la otra persona supiera donde estaba.
-También pasea a caballo por el centro de la ciudad ¿no es una nota snob o algo de excentricidad?
-Para nada, es un gusto que me doy y lo uso como terapia porque el ruido de los cascos sobre el empedrado es como que me transporta a otro mundo, que no estoy en Tandil, me cruzo con Musso que anda en su moto y él está en su mundo y yo en el mío, un mundo ideal.
Puede que alguien lo vea como una excentricidad pero a mí me sirve para pensar, distraerme, a veces llevo un papel y una lapicera y voy anotando ideas que se me ocurren, algunas son descabelladas; otras, poniéndolas en práctica surten efecto.
-¿Ideas?
-Para el trabajo.
-¿Es verdad que nunca toma vacaciones?
-Es verdad.
-¿Por qué?
-En Derecho Penal no se tienen vacaciones.
-Pero se necesitan, es normal ¿es adicto al trabajo?
-No, pero no me daría la cara decirle a una persona ?me voy a tomar quince días, vas a quedar a cargo de otro colega?.
-¿Ahí entraría su incapacidad para delegar?
-No, sucede que la persona está encerrada y en esos quince días puede pasar algo como no y no puedo estar delegando en otra persona mi responsabilidad, porque me contrató a mí.
-¿Nada de vacaciones en el Caribe para volver con las pilas cargadas?
-Mientras tenga una persona presa no me voy a ir al Caribe, porque tampoco disfrutaría, ya que también me siento tras las rejas.
-Cómo en aquella oportunidad que estuvo demorado en la Comisaría Primera, ¿qué pasó?
-Fue un derroche de pirotecnia verbal con un titular de la Comisaría que se pasó de listo y en ese momento pensé que lo tenía que poner en su lugar y opté por una manera equivocada, pero no había otra alternativa.
-Recién decía que cuando tiene una persona presa se siente también detrás de las rejas ¿cómo es estar privado de la libertad?
-Les veo la cara? y no sólo los rostros, también el olor que le queda a uno en las manos cuando toca una reja? el olor impregna la ropa, el pelo? y hablo tanto de un penal como en una comisaría. Es un olor indescriptible.
Me voy y parte de mi queda tras las rejas porque me compenetro con la persona que defiendo.
-¿Siempre hay feeling con sus clientes?
-No, me ha tocado gente a la que no le he tenido simpatía y es todo un desafío profesional.
-¿Cómo es eso de compenetrarse con alguien a quien no se le tiene simpatía?
-Siendo objetivo y poniéndome en su lugar. Nunca le pregunto cómo cometió el delito sino que trato de averiguar por qué lo hizo. Trato de hacer criminología y no criminalística.
-¿Cómo funciona el servicio penitenciario?
-Las cárceles no son ni sanas ni limpias, no son para asegurar y sí para castigo.
No se los prepara para reinsertarse en la sociedad sino que se los transforma en animales feroces. A un perro uno lo doblega, pero un ser humano se transforma en un animal feroz.
-¿Y cuando queda en libertad?
-Sale otra persona o no sale una persona, es un ser humano que anda con la cabeza gacha que cuando le preguntan el nombre primero dice los apellidos paterno y materno y luego el nombre. Se los doblega de tal manera que se los despersonaliza.
Recuerdo que en mis primeros años, como nunca los presos me miraban a la cara, pregunté por qué y me contestaron que no tenían permitido por reglamento mirar de frente.
Es así el sistema penitenciario, el preso al guardacárcel, al cuidador, no lo mira y tiene que ir con las manos atrás.
-Susana Giménez puso en la mesa de discusión la pena de muerte ¿cuál es su postura?
-Como católico estoy en contra, pero además estoy en contra por convicción porque matar no está bien pero es peor que mate el Estado con todo su poder punitivo. Y más dentro de un sistema penal como el de la Argentina? mi miedo es que se transforme en una carnicería. Porque digo, ¿con el juicio por jurados o con la pena de muerte quién se dejaría operar por un verdulero? Nadie, entonces tampoco se dejaría juzgar por un verdulero.
-¿Tampoco está de acuerdo entonces con el juicio por jurados?
-No en Argentina, porque acá mientras no cambiemos la cultura? acá no se busca justicia sino venganza.
-Alguien que pierde a un ser querido en manos de un delincuente muchas veces busca venganza ¿no es hasta entendible?
-Son seres humanos, se entiende. Pero nosotros estamos para buscar justicia, para que se le dé la pena justa, ni más ni menos que lo que le corresponde por ese delito.
-¿Defendería un pedófilo?
-Sí, abiertamente.
-¿Hubo a quien no aceptó o no aceptaría?
-No, no me ha tocado todavía. Incluso a aquel que no quiero aceptar ?hoy hablábamos de simpatía- lo tomo como un desafío profesional.
-¿Cree que la gente asocia al delincuente con su defensor?
-Que defienda a un pedófilo no significa que yo lo sea. Tengo que ser más profesional que pasional, aunque me cause rechazo. El desafío es sacar ese rechazo adelante porque la persona está precisando algo en ese momento y por eso recurre a mí.
-¿Y cómo se siente cuando una de estas personas le cuenta cómo comete sus delitos?
-A veces me ha dado dolor de panza, de cabeza, noches sin dormir, pero lo tengo que tratar de superar con esfuerzo. No dejo de ser un ser humano, no soy una máquina.
EXITO O FELICIDAD
-¿Qué significa ese rincón con las banderas, las fotos de Menem?
-Ese rincón es mi pasado. Quedé aferrado a los noventa, me convertí en un técnico del Ceremonial y lo sigo aplicando porque creo que es una norma de vida. Es el orden que se precisa para que todo fluya por los carriles normales. Si no hay orden hay caos. Y eso lo aplico en la vida diaria.
Me ha tocado trabajar con el ex presidente (Carlos Saúl) Menem, con su hija Zulemita, en mi época del Ceremonial y si bien no era ni director, subdirector ni mucho menos, apenas un auxiliar de quinta categoría que lo único que hacía, a veces, era abrir la puerta del auto, era lo que a mí me gustaba.
-Ceremonial y Protocolo y por el otro lado Derecho, suenan hasta como dos mundos diferentes.
-Y lo son. El de Ceremonial no es el mundo real, eso vendría a ser una ficción. El real es éste, donde estoy, acá, y en el que veo que a ese ex presidente al que le abría la puerta del auto hoy lo tienen sentado en el banquillo jueces que él ha nombrado. Y aquí vale recordar lo que decía hace unos momentos de que no hay coherencia, dignidad y que no entran los mejores al Poder Judicial. Hoy tenemos a ese ex presidente sentado en el banquillo de los acusados como si fuera el peor de los delincuentes, juzgado por jueces que en su momento le pidieron a él o su entorno la venia para llegar a donde están sentados.
-¿Es un hombre agradecido?
-Lo soy
-¿Y feliz?
-Uno en la vida tiene que elegir y me jacto de que eso hago, aunque me equivoco a veces y si tuviera que volver a elegir volvería a equivocarme. No me arrepiento de nada de lo que he hecho en mi vida.
-Pero eso no contesta la pregunta
-Hay que elegir entre ser feliz o exitoso, las dos cosas no van de la mano.
Mirada de mujer
Hace quince años Flor, la mujer de Claudio Castaño está a su lado. Llega, se sienta un poco más alejada atenta a todo lo que su marido responde, cada tanto mueve la cabeza de un lado a otro, como si no estuviera de acuerdo hasta que se anima: ?quiere parecer malo, pero no lo es. Tiene un gran corazón, es solidario. Tiene más cualidades que defectos… y la gente lo busca porque es responsable y trabaja con todos los medios que tiene, no deja a nadie en la calle. Claudio es una gran persona.
Se levanta a las seis de la mañana a leer por lo menos una hora, prepara el desayuno y después salimos cada uno por su lado, nos repartimos el trabajo, pero él tiene la rutina de leer todos los días?.
?Trata de ponerse en el lugar de quien defiende, por lo general una persona que probablemente tuvo una familia disfuncional, carencias. Está bien, no todos van por el camino del delito pero si hay que buscar un culpable, es la sociedad?.
Florencia Vinsennau, dejó hace mucho en stand by su carrera para ayudar a su marido. El asegura que lo ayudó a crecer. Ella está a punto de terminar su carrera de abogacía.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios