Con el fin de la Garrafa para Todos crece la preocupación de comerciantes y consumidores

Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailCon el fin de la Garrafa para Todos se terminaron las largas colas en las distribuidoras para conseguir el envase de gas envasado a 16 pesos, pero también esta medida trajo aparejada gran preocupación entre aquellos que no tienen gas natural y entre los comerciantes, que ven mermar la demanda con la nueva garrafa sin subsidio a 97 pesos.
Es que, si bien se comenzó a implementar ayer el programa Hogar, aún hay incertidumbre acerca de la cantidad de beneficiarios que tendrá. En el marco del mismo, se otorgará un subsidio a todos aquellos que no cuenten con el servicio de gas natural y que el sueldo no sea mayor a dos salarios mínimos vitales inmóviles, lo que equivale a 9400 pesos.
En principio, existe cierto temor de las familias que resultarán beneficiarias acerca de si el dinero que les otorgarán será suficiente para afrontar la cantidad de garrafas necesarias, sobre todo en épocas invernales. Pero también hay preocupación de aquellas familias que ganan más de dos salarios mínimos y tienen varios hijos. Es que, muchos utilizan el gas envasado para calefaccionarse, cocinar y bañarse, llegando en invierno a requerir para una buena calidad de vida alrededor de 10 garrafas por mes.
Un valor excesivo
Ricardo Flores dueño de un mercado situado en Uriburu y Moreno explicó que tomó la drástica determinación de dejar de vender garrafas ante el abrupto incremento en el precio.
“Me vino a ver el repartidor y cuando me dijo que había aumentado tanto, que de 47 que la vendía, ahora la debía vender a 97, decidí no comprar. Me pareció una cosa demasiado excesiva porque soy yo el que tiene que poner la cara y explicarles qué argumento nuevo hay para aumentarla”, sostuvo en diálogo con El Eco de Tandil.
Y señaló que “si la Presidenta les da 150 pesos por mes sólo pueden comprar una garrafa y media, no es nada”.
“Nosotros ganamos solamente 15 pesos por garrafa, no sé si se irá a normalizar esto pero me parece algo excesivo. La gente anda, al igual que nosotros, desesperada buscando por todos lados precio porque algunos necesitan una por semana, son casi 400 pesos al mes, es mucha plata”, opinó.
A su vez, aseguró que “nosotros tenemos que explicarle a la gente a cuánto la compramos y a cuánto la vendemos porque si no piensan que robamos la plata, y en realidad es un servicio más que queremos brindar al cliente pero obviamente tenés que ganar un 30 por ciento, de otra forma no te sirve”.
Y recalcó que “hasta que no se estabilice o haya un precio fijo en todos lados no vendo porque no quiero quedar mal con la gente. Me perjudica no tenerla pero tampoco nos podemos prestar a esta jugada”.
“Yo inclusive trabajo con el mecanismo antiguo, con libreta y hay gente que me paga por quincena o por mes. Entonces, por ejemplo, yo les di dos garrafas la semana pasada a 47 pesos y ahora cuando me las pagan no compro ni una”, lamentó.
En cuanto al subsidio que se les otorgará a las personas de más bajos recursos consideró que “me parece bien porque yo he visto gente comprando en la estación de servicio con una flor de camioneta, aprovechando la oportunidad, que es algo que no está bien. Eso tiene que ser algo controlado y ver si lo necesita o no porque hay muchos abusos”.
“Igualmente el precio es mucho porque siempre el que paga es el que pierde. A la gente que se la dan no hay problema pero el trabajador que tiene que comprar una garrafa se encuentra con que la plata no le rinde, de un día para el otro sale el doble”, enfatizó.
Menos demanda
A su turno, Víctor Flores, dueño del mercado situado en Machado al 1600, afirmó que “hasta ahora nadie se enojó, porque no le queda otra, pobre gente”.
No obstante, aclaró que notó una importante merma en la demanda desde que se quitó el subsidio.
“Estoy vendiendo alrededor de tres garrafas por día, y antes vendía siete u ocho, se nota mucho la diferencia del consumo, la gente no puede creer que esté a ese precio pero yo no sé qué decirles”, manifestó.
Y añadió que “hay gente que en el invierno está gastando siete u ocho garrafas por mes o más, así que es imposible afrontar la situación y hablo de gente muy humilde. Muchos no saben si van a poder acceder al beneficio del subsidio porque tienen que hacer todo un trámite en Anses. Todavía tampoco están muy bien empapados en el asunto”.
Acerca de si la gente salió a buscar garrafas ni bien se anunció que iba a aumentar, aseguró que eso no sucedió porque “esto fue de un día para el otro así que no le dio tiempo a la gente a salir a la calle a comprar. De 35 a 85 que se fue de costo es demasiado, yo la vendo a 95 pesos, ganamos sólo 10 pesos pero no se puede vender más cara. Yo siempre vendí bien pero no estoy conforme con el aumento que hubo. Esta semana se paró un montón la venta”.
De acuerdo a lo que contó, muchos vecinos parecen no estar bien informados aún de la situación actual porque aseguran que van a ir a comprar a la planta o a la estación de servicio, creyendo que allí las van a encontrar a precio subsidiado, cuando en verdad sólo salen 10 pesos menos que en el almacén.
En tanto, Beto Santos, del mercado situado en Beiró al 400 aseguró que desde que se produjo el aumento no vendió una sola garrafa pero que hay que ver qué ocurre en el invierno, que es cuando suele haber mayor demanda.
Un período de adaptación
Los referentes de las distribuidoras de gas envasado se mostraron más optimistas y consideraron que el mercado y la gente se van a ir adecuando a los nuevos valores.
Damián Silva, encargado de Vari Gas, sostuvo que “16 pesos era un regalo total, en vez de usar leña, usaban garrafa, en vez de tener aire acondicionado para calefaccionarse usaban la garrafa, para todo usaban la garrafa, ahora no va a ser así”.
“Pero a la gente le va a venir bien el subsidio porque ahora va a ir a las personas que realmente lo necesitan. Antes venía el que tiene un cero kilómetro hasta la señora que viene con una carretilla a comprar, ahora el subsidio lo va a tener sólo el que lo necesita. No van a poder comprar la misma cantidad que antes pero las van a tener”, sostuvo.
Por su lado, Alejandro Giagante, encargado de YPF Gas, explicó que “noto sobre todo el cambio de los que venían a buscar muchas garrafas, algunas personas venían con vehículos donde entraban 10 u 8 garrafas, ahora vienen con una o dos, pero en el resto por ahora no he visto demasiado cambio”.
“La gente hace el comentario lógico respeto al monto del aumento y dicen que debería haber sido gradual, algo menos impactante pero eso fue al principio hace una semana, ahora ya no hay comentarios. La repercusión fue al principio, que es incómodo de 16 a 86 pesos pero siguen consumiendo”, indicó.
Y analizó que “el que la compraba porque era más barato que otro combustible ahora estará evaluando qué consumir, y el que lo hace por necesidad, irá a Anses, recién se están acomodando los canales”.
“La gente que necesita usar garrafa lo va a seguir haciendo, mientras que aquellos que en su momento usaban tubos de gas propano y se inclinaron a la garrafa porque era mucho más barata y les convenía económicamente pero tiene poder adquisitivo va a volver a los tubos, porque es mucho más cómodo”, vaticinó.
Por último, consideró que “el mercado se va a acomodar de nuevo así como se acomodó en el 2007, 2008 cuando arrancaron con el programa de garrafas subsidiadas, ahora se va a volver a acomodar a garrafas sin subsidio indirecto, sino sólo con el subsidio directo del Gobierno”.
Durante esta semana se definen los beneficiarios del programa Hogar
El titular de la regional de la Anses, Facundo Llano informó que el Programa Hogar ya se comenzó a implementar y que están cruzando datos entre la Anses, el Ministerio de Economía y la Secretaría de Energía para determinar los beneficiarios del plan.
“Se les va a depositar en la cuenta si son beneficiarios de la Anses. En ese caso es automático. Si no lo son, deben completar un formulario que lo cargamos en la Anses y se les va a depositar previo a asignarles una boca de pago. Es para aquellos que en el hogar no cuenten con el servicio de gas y que además sus ingresos no sean mayores a dos salarios mínimos vitales inmóviles que son 9400 pesos, o de tres salarios si hubiese algún miembro del hogar discapacitado”, detalló.
El subsidio es de 77 pesos por garrafa, de manera que el beneficiario este mes va a recibir lo correspondiente a dos garrafas y luego en función de las necesidades y de la época del año se asignará una determinada cantidad por grupo familiar.
“Estamos cruzando datos de la Anses con el Municipio para saber quiénes no cuentan con el servicio de gas. Lo que sí sabemos es que, de 2 millones 500 mil personas que creemos van a ser beneficiarios en Argentina, un millón y medio ya van a recibir el beneficio y el resto se tienen que acercar a nuestras oficinas”, sostuvo.
Y resaltó que “el objetivo es el que mencionó la Presidenta, que el programa sea conforme a la demanda y la necesidad”.
Los beneficiarios de la Anses también pueden actualizar sus datos a través de la web en Mi Anses con su clave de seguridad y cargar el formulario.
“Quien así lo desee puede acercarse a la oficina que le vamos a actualizar los datos y a hacer el formulario, le vamos a asignar una boca de pago y si la Anses le otorga el derecho van a tener depositado ese dinero”, indicó.
En tanto, aquellos que ya son beneficiarios de Anses, en estos días van a tener depositado el dinero en su cuenta.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios