Con vistas a cambiar el paradigma, se conocieron los resultados del censo de Salud Mental
El relevamiento arrojó que hay 12 mil personas institucionalizadas por motivos de salud mental en todo el país. En Tandil no existen entidades públicas de internación para estos casos. Los tratamientos se abordan de manera ambulatoria y con dispositivos de inserción comunitaria, como establece la ley vigente.
En la actualidad, más de 12 mil personas se encuentran internadas por motivos de salud mental en la Argentina y el promedio de tiempo de internación es de 8 años, según se desprende de los resultados preliminares que arrojó el primer Censo Nacional de Personas Internadas por Motivos de Salud Mental, que llevó a cabo la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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La iniciativa, que se realizó en todo el país, tuvo el objetivo identificar a la población internada y sus condiciones en el marco del cumplimiento de la ley nacional de Salud Mental (26.657). De esta manera, cada establecimiento podrá, a partir de los resultados del censo diseñar políticas y acciones tendientes a los procesos de externación.
En Tandil, al no existir instituciones públicas monovalentes se ejecutó el relevamiento en las dos instituciones privadas existentes. Las internaciones de salud mental en el Sistema Integrado de Salud Pública se hacen en una sala que depende del Hospital Santamarina, además se brindan tratamientos ambulatorios y atención en el Centro de Día “Tita Brivio”, lo que significa un cierto grado de avance en la concepción de la salud mental y su abordaje.
La lógica del manicomio
El tandilense Luciano Grasso, director nacional de Salud Mental y Adicciones, explicó que el censo servirá para elaborar un diagnóstico que permita avanzar en el cumplimiento efectivo de la legislación.
En conversación con El Eco de Tandil, detalló que el relevamiento aporta información sensible para transformar el modelo de salud mental y que las personas que viven en instituciones dejen de vivir allí para ser incluidas en la comunidad
“Partíamos de un diagnóstico, que la mayoría de los pacientes internados vivían en las instituciones y que no estaban allí por motivos estrictos de salud mental”, expuso.
La hipótesis se comprobó. Las personas institucionalizadas no se encuentran internadas por una crisis aguda, sino que se quedan por razones sociales, habitacionales y una lógica tradicional que cree que una persona con un trastorno deben permanecer aisladas en un hospital.
“Tandil tiene una situación particular, no hay hospital psiquiátrico en el ámbito público. El servicio de salud mental está integrado al sistema y no tiene pacientes crónicos, las internaciones son muy breves, de 10 a 14 días en el Hospital Santamarina, se garantiza la continuidad de los cuidados en la comunidad con un abordaje en los centros de día, en los centros de salud y en el dispositivo de inclusión laboral”, se explayó el profesional.
Cambiar el modelo
Al referirse al censo, Grasso dijo que “estos resultados muestran una realidad, que a algunos les podrá gustar más o menos, pero son el reflejo de los que sucede y nos obliga a actuar a todos, más allá de las diferencias, porque lo que realmente tiene que importar son los derechos de las personas con padecimientos mentales y en particular las 12.035 personas que hoy están internadas en instituciones monovalentes, porque nadie debe vivir en un hospital”, enfatizó el funcionario nacional.
Y agregó: “Esa internación tiene que ser breve y en un hospital para que vuelva rápido a su vida cotidiana. Si la persona sufre una descompensación que lo coloca en una situación de riesgo para sí mismo o terceros, deberá permanecer internado por un periodo acotado y luego volver a vivir en comunidad. Este es el camino que tenemos que seguir”.
Si bien se está empezando a avanzar en el cambio de paradigma, el modelo sigue siendo el de los pacientes crónicos en hospitales monovalentes y aún se está lejos de haber instalado el modelo comunitario y de cumplir con la ley.
Los resultados
El relevamiento –que se inscribe dentro de lo establecido en el art. 35 de la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657–, se realizó durante el año 2018 y 2019 e incluyó a todas las instituciones públicas y privadas con internación monovalente del país. En total se censaron 162 instituciones, 41 de las cuales pertenecen al sector público.
Los principales resultados indican que en nuestro país hay un total de 12.035 personas internadas por motivos de salud mental y la mitad de ellas se encuentran alojadas en instituciones del sector público. El lapso de internación de los pacientes promedia los 8,2 años, siendo de 12,5 años en el sector público y de 4,2 en el sector privado.
En cuanto a las características de la población internada, la media de edad fue de 50 años y el rango fue de 37 a 63 años, registrándose el mínimo de edad en 7 años y el máximo en 96. Mientras que en lo que respecta a la identidad de género: el 49,1 por ciento se identificó como masculino; el 45,4 por ciento como femenina; el 0,5 intersexual; el 4,7 por ciento figura sin dato y un 0,2 se reconoció como trans femenina y trans masculino.
Otros de los aspectos censados fueron la situación económica y de vivienda de las personas internadas. El 68,8 por ciento manifestó tener ingresos, aunque el 72 por ciento refirió no administrarlos. En tanto, el 58 por ciento de las personas internadas dijeron tener vivienda, pero sólo el 74 por ciento de ellas refirió poder disponer de la misma.
Con respecto a la cobertura de salud, el 21 por ciento de la población internada manifestó tener cobertura pública exclusiva. El 53,6 tiene cobertura de obra social; el 12,6 por ciento refiere que tiene un plan estatal; el 8 por ciento prepaga y el resto tiene alguna tramitación en curso o no refiere datos.
El censo también tuvo un apartado para establecer si las personas internadas tuvieron acceso a distintos canales de comunicación y realización de salidas. En ese sentido, el 41,6 por ciento de las personas refirió poder realizar llamadas telefónicas y el 34,1 por ciento no recibió visitas. Aunque el 40,4 por ciento de las personas refirió no hacer salidas en el último mes, ya sea solo o acompañado.
Finalmente, el equipo tratante encuestado informó que el 28,5 por ciento de las personas internadas firmaron consentimiento informado y sólo el 36,4 por ciento de las personas que continúan internadas es por presentar riesgo cierto e inminente para sí o para terceros.