Continúan las negociaciones por el pago de las indemnizaciones de los obreros de Apaz Madrid
La jornada comenzó a las 10 en la sede de la dependencia laboral en un intento por destrabar el conflicto. Luego de unos cruces previos, Alejandro Apaz Madrid presentó una propuesta para indemnizar a los ocho obreros, que abrió un cuarto intermedio hasta las 17.
En ese lapso, el sindicato sometió el ofrecimiento a los trabajadores y se presentó nuevamente en las instalaciones de Pinto con una liquidación propia de los montos indemnizatorios que marcó una diferencia con la de la patronal.
Ante la discrepancia manifiesta, se propuso que las autoridades laborales efectúen un tercer cálculo a los efectos de alcanzar un acuerdo intermedio entre las dos posturas.
A partir de allí, en tanto, se abrirá otra discusión con el objetivo de definir los pagos.
No obstante, se destacó la predisposición de continuar con las negociaciones para buscar una salida a un conflicto que el jueves tuvo su punto máximo de tensión cuando se produjo la toma de la fábrica.
Un clima tenso en la
previa a la audiencia
La jornada comenzó a las 10. Las partes coincidieron en las instalaciones de la delegación local de la cartera laboral con el fin principal de encontrar alguna solución a la crisis que atraviesa la empresa.
Luego de las acusaciones y cruces previos, el titular de la seccional de la UOM, Carlos Romano, y uno de los propietarios de la planta, Alejandro Apaz Madrid, volvieron a verse frente a frente.
En medio de un clima tenso, marcado por un conflicto que a priori no presentaba una salida inmediata, Alejandro Apaz Madrid lanzó cuestionamientos sobre la toma de la fábrica y el ingreso “ilegal” de los trabajadores y aseguró que “la idea es tratar de llegar a una solución. Estamos tranquilos y podemos llegar a conversar pacíficamente porque no hay gente encapuchada”, en clara referencia a lo sucedido durante la primera convocatoria de la dependencia bonaerense.
En esa oportunidad, los dueños de la empresa no se presentaron aduciendo que había gente “encapuchada” esperándolos y el encuentro finalmente fracasó.
Mientras los actores protagonistas del conflicto aguardaban para ingresar a la sala de reuniones, se generó un tenso clima que derivó en un fuerte cruce entre Romano y Apaz Madrid debido a la fallida audiencia del martes.
Al referirse al tema, el dirigente se irritó con las declaraciones del empresario y expresó con ironía y tono de voz alto: “Vean que acá no hay francotiradores”.
En respuesta, el abogado replicó el planteo y dijo que el jueves “hubo violencia y amenazas de muerte y ahora me toman el pelo diciendo que no hay francotiradores”.
Y se defendió al ratificar que “cuando vine el martes a la delegación había gente encapuchada y no hacía tanto frío como para usar pasamontañas. Me parece que eso excede cualquier posibilidad de diálogo y va en contra de la seguridad de las personas”.
Posteriormente comenzó una acalorada discusión entre Carlos Romano y el empresario que finalizó cuando los llamaron a ingresar al recinto para dar inicio a la audiencia de conciliación.
La oferta
Una vez reunidos, el empresario presentó un ofrecimiento para el pago de las indemnizaciones y avanzó en la discusión de algunos puntos.
En efecto, la audiencia pasó a un cuarto intermedio hasta las 17, solicitado para que el gremio pudiera poner a consideración de los trabajadores la propuesta, evaluarla y decidir si lo aceptaban o no.
Al finalizar esta instancia, Carlos Romano destacó la presentación y dijo que “habiendo una propuesta ya es algo para llevarle a la gente. Hasta ahora no había nada”.
Respecto a la continuidad del emprendimiento empresarial, el sindicalista ratificó la decisión de la familia: “Nos han dicho que no la abren más, que puede haber un posible comprador el domingo”.
No obstante, facilitó las negociaciones con los eventuales interesados en adquirir la planta al manifestar su compromiso de dialogar con los trabajadores “para que les permitan el ingreso. Le doy las garantías de que va a poder entrar, porque además ese empleador es el dueño”.
Romano aclaró que “no hemos tocado nada. No se ha sacado un tornillo porque tenemos ya más de un conflicto en esto, sabemos lo que puede pasar”, y afirmó que “no nos vamos a retirar del lugar”.
Por ende, confirmó la decisión de permanecer con las medidas frente a la planta de Aeronáutica Argentina y San Francisco hasta tanto se resuelva el conflicto laboral.
En ese sentido, respaldó la toma y explicó que “defendemos los créditos laborales, por eso se ha tomado la determinación de ingresar a la empresa para obtener una propuesta de indemnización”.
“No somos
extremistas”
Mientras se retiraba del lugar, el secretario general de la UOM remarcó que este tipo de medidas “las hemos hecho y las vamos a hacer con cualquier otra empresa y cualquier otro empresario que no quiera pagar”.
“No vamos a dejar que ningún empresario castigue al obrero sin pagarle, además de dejarlos sin trabajo”, sentenció.
Y agregó: “No somos extremistas. No movilizamos a la gente para que (el empresario) se sienta tranquilo pero que tampoco sea ‘mi pobre angelito’. Solamente defendemos los puestos de trabajo”.
“No soy víctima”
Por su lado, Alejandro Apaz Madrid respondió a las críticas e insistió que “no soy víctima de nada, pero pasamos por una crisis como cualquiera de las empresas que están en la misma situación en Tandil”.
“Nadie habla de ser víctima, ni de que soy un angelito o un demonio, yo jamás salí en los medios porque no es mi perfil, pero tampoco salir a hablar disparates alegremente”, cuestionó. u
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Desde la UOM hablan
de una diferencia
“bastante importante”
Al finalizar la maratónica jornada, el asesor legal de la UOM, Gustavo Ballent, se refirió a la segunda reunión en la dependencia y expresó que se avanzó con la intención de alcanzar un acuerdo en una liquidación final que “venga a terciar” entre la que resultó del cálculo de la empresa y del gremio.
“Vemos que hay una diferencia bastante importante”, confió el profesional, quien admitió que se solicitó la intervención del Ministerio de Trabajo para obtener un cálculo objetivo.
Luego, volverán a reunirse con el propósito de alcanzar una cifra que satisfaga al total de los trabajadores cesanteados.
Finalmente, Gustavo Ballent calificó como “buena” la jornada dado que dio lugar para el acercamiento y el diálogo. “Todos estamos de acuerdo en arreglar esta situación”, destacó.
Por eso aseguró que la actitud es solucionar el conflicto, “y vamos por buen puerto”. u
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Las partes volvieron a cruzarse, esta vez, en el Ministerio de Trabajo, bajo la premisa de hallar una salida al conflicto.
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