Desarrollo Social sostiene que sectores medios urbanos de trabajo fueron alcanzados por la crisis
El debate instalado por los efectos de la crisis en Tandil fue enriquecido en las últimas horas con un relevamiento aportado por la propia Secretaría de Desarrollo Social, que conduce Julio Elichiribehety.
El informe presenta datos reveladores sobre la realidad social actual, y ratifica la existencia de ?dos Tandil?: Uno pujante y en pleno desarrollo, pero otro que en amplios sectores posee variables de exclusión similares a las de distintos distritos de la provincia.
Elichiribehety destacó, ante El Eco de Tandil, que en los primeros siete meses del año, la crisis obviamente golpeó fuerte en los sectores de pobreza estructural, pero como dato sorprendente afectó también con rigor a sectores medios urbanos de trabajo, que hoy solicitan asistencia.
En un extenso diálogo con este Diario, el funcionario respondió a todos los cuestionamientos de la oposición, y resumió que a las restricciones de su área se arriba por un problema de recursos y no de gasto. La caída de la coparticipación y de las tasas, sumadas al notable incremento de la demanda asistencial, se convierten en un cóctel casi explosivo.
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Una primera lectura
?He planteado que hubo dos etapas: La primera, como un residual del conflicto con el campo, que se manifestó en julio y agosto del año pasado, con el crecimiento de la demanda, pero que tiene cierta meseta en noviembre, diciembre y parte de enero. En la segunda etapa vemos una pendiente pronunciada de demandas fundamentalmente a partir de febrero, marzo y abril, que es donde se produce el quiebre de la industria metalmecánica. Por supuesto que no es la única cuestión, sino que es también la situación ligada al campo y todo lo derivado de la crisis económica y social, que fundamentalmente también afecta a los sectores medios de trabajo. Es una crisis que se profundiza en los sectores de la demanda estructural, aquellos que ya venían, pero que incorpora un nuevo target: Los sectores medios de trabajo?, comenzó analizando Elichiribehety.
-¿Allí se produce el cóctel explosivo del que usted ha hablado?
-El aumento de la demanda, con la baja de coparticipación y la baja de tasas, obviamente es una situación de enorme complejidad para el Gobierno. Ahora, lo que manifiesta este trabajo es que si uno toma todos los centros comunitarios, más las delegaciones, de enero a julio de 2009, tiene 1643 familias nuevas asistidas, que equivale al 26 por ciento de incremento de la estructura que atiende la Secretaría.
-¿Cómo es el impacto?
-Acá está zona por zona. Lo interesante, a mi entender, es que el mayor impacto está dado en el radio urbano (51%), y el segundo porcentaje se da en lo que llamamos la Zona 6 General Belgrano, que es la zona de Villa Laza (30%). La lectura es que efectivamente los sectores más afectados del crecimiento de la nueva demanda son medios de trabajo. Es cierto que crece en el 23% en San Cayetano, el 26% en Villa Aguirre, el 28% en el Rodríguez Selvetti, ahora crece el 51% en el radio urbano. Estamos hablando sobre una base de 4614 familias asistidas, un crecimiento de 1643 familias, el 26% que le decía.
Más demanda
-Se nota el crecimiento de la asistencia…
-Mire, otro dato es que ahora asistimos a 6257 familias, mientras asistíamos a 4614, que son las que reciben mensualmente el bolsón de alimentos. Hay 1643 que llegan a la Secretaría por otro tipo de situaciones, llámense facturas de luz, indumentaria, calefacción, colchones y frazadas, materiales de construcción, cuestiones nutricionales específicas, boletos escolares y urbanos, etc. Es decir que este dato refleja claramente a las familias con otras demandas. Ahora, además de eso, tuvimos el aumento de bolsones alimentarios y los aumentos de las boletas de luz (ver recuadro). Esto último da por tierra con la especulación por la cuestión preelectoral. No es así, las cifras son claras. Tuvimos 1068 nuevas facturas de luz, que no es una cuestión menor, con respecto al año pasado.
-¿Se da una vuelta de familias que ya habían sido asistidas?
-Se da una situación concreta que es el crecimiento de la demanda en cuanto a la atención de familias que no estaban registradas o que no venían desde 2007. Porque el 30 por ciento de este sector en algún momento fue atendido y ahora volvió. Quiere decir que se había reintegrado a la comunidad y ahora volvió. La gente, cuando puede, no asiste a Desarrollo Social.
Lo relevante es que en este caso estamos asistiendo a sectores que tenían un ingreso de entre 1.800 y 3.500 pesos. La crisis se profundiza en los sectores más suburbanos, en los sectores de vulnerabilidad extrema, es decir los sectores estructurales de la Secretaría, pero incorpora a sectores medios de trabajo, con algunos agravantes: Alrededor del 30 por ciento no son propietarios, alquilan por alrededor de 800 pesos, en un promedio de edad entre los 25 y los 40 años, y un porcentaje elevado, por arriba del 50 por ciento, sin capacidad de reconversión, es decir que no tienen un oficio que les permita afrontar de otra manera la crisis.
Un debate postergado
-¿Lo sorprendió en algún punto el resultado del relevamiento?
-Tomados siete meses del año, algunos datos, como los del radio urbano, me asombraron. Queda reflejado lo que visualizábamos en cuanto a nuestra relación con la gente, la crisis maltrató a los sectores medios de trabajo, con cierta precarización laboral pero con un ingreso estable. Son sectores que no pueden pagar la luz o el alquiler, o necesitan otro tipo de asistencia. Y es relevante y claro lo del crecimiento de familias en lo que tiene que ver con la luz.
-Por estos días, a partir de las declaraciones del Papa, volvió a debatirse sobre la pobreza…
-Ahora se plantea una situación de debate en la Argentina sobre la pobreza, porque la planteó el Papa. Pero la verdad es que uno la visualiza y es tangible. Tandil tiene un sector de crecimiento y desarrollo armónico, y tiene un sector con las mismas variables que otras ciudades de la provincia.
Las objeciones
-Se le objetó en su momento lo de las fuentes, o cómo se llegaba a esas estadísticas…
-No, no. Lo que se ha objetado, o se ha planteado en esta situación de restricción presupuestaria es que la Secretaría había tenido una especie de acción preelectoral. Este informe refleja claramente que no. Porque si uno tiene seis millones de ingresos menos entre coparticipación y caída de tasas, y tiene este aumento de la demanda, y además este escalonamiento de la demanda, mes por mes, se va dando una situación de asfixia que tiene que ver con los recursos y no con el gasto. Esto, sumado al trabajo que ha hecho Matías Civale en Economía, que tiene que ver con la coparticipación y la baja de tasas, refleja claramente la situación actual. Además, muchas de las demandas del área social son impostergables.
-Ahora, ¿cómo se instrumenta el recorte?
-Viene complicado. Porque hay una situación que en muchos casos tiene que ver con el desplazamiento social. No nos olvidemos que las familias que se quedan sin trabajo, en general a partir de una determinada cantidad de meses se queda también sin obra social y sin aportes jubilatorios. Son sectores que tenían otro estándar de vida, que no están acostumbrados a la demanda. Entonces hay un quiebre interno, un desarraigo, porque se produce una migración en la propia ciudad, pasa de un sector de ingresos medios del radio urbano al sector periférico. O vuelve a la casa de sus padres o suegros, lo cual provoca cierta ruptura interna. La Secretaría tiene esta situación de tensión permanente. Nosotros estamos con mucha presencia en los barrios, muchas horas y con mucha actividad, también explicando la situación, que mucha gente la entiende. A los sectores más extremos tenemos que darles una respuesta, y también vamos trabajando alternativas. Hemos volcado los recursos en aspectos alimentarios, de calefacción, lo que tenga que ver con las facturas de luz, las cuestiones más elementales. Tratamos de compensar los aportes económicos con otro tipo de asistencia, y en una situación de diálogo permanente con la gente.
-El tema de los alquileres también está en boga…
-Nosotros asistimos a alrededor de 680 familias por mes, ahora habrá restricciones, menos montos graduales, revisión de aquellos alquileres que se venían pagando desde hace tiempo, y en algunos casos directamente la limitación cuando se visualizaban otro tipo de alternativas que la Secretaría no puede resolver, como casos que llegan con cuatro meses de deuda. Además, nosotros trabajamos con propietarios que están dentro de un sector de mejores ingresos y mejor calidad de vida, con un gran esfuerzo seguramente, pero son sectores que no tienen diez departamentos, y la baja del ingreso por alquiler también los afecta.
Frío panorama
-Decía que el clima es una cuestión central…
-Claro. Produce un fuerte impacto sobre todos estos sectores, porque se ve la precariedad habitacional, la necesidad de calefacción, de indumentaria, de alimentos proteicos, etc. Hay a mi entender una leve reactivación en algunos sectores que nosotros asistimos, y la mejoría de la situación climática también ayudará.
-Pero por otro lado se ha dicho que el segundo semestre va a ser peor en cuanto a coparticipación, por ejemplo.
-Bueno, si se profundiza la caída de la coparticipación y de la tasa productiva vamos a entrar en una situación de mayor complicación. Porque muchas de las medidas que se tomaron fueron para no afectar los servicios del Municipio en el futuro. La Secretaría de Desarrollo Social hizo una restricción, en términos de Ludobus, el Bondicom, solamente horarios municipales, se limitaron las horas extras, determinadas actividades de capacitación. En ese sentido se fue viendo una restricción, porque pusimos todos los recursos en la asistencia básica.
Recursos, críticas y oposición
-¿Cuál es el monto del presupuesto que maneja Desarrollo Social?
-Tenemos el 11.4% y estamos en un presupuesto de alrededor de siete millones de pesos, sumados a otros recursos extrapresupuestarios, que vienen de Provincia, obras que por ahí manda Nación y otros programas. En total, manejamos unos 11 millones y pico de pesos. Por eso digo que la situación actual es un problema de recursos y no de gasto. El Gobierno ha tenido un manejo responsable de los recursos del Municipio.
-La oposición y parte de la gente se queja del gasto político y reclama un gesto, como el recorte de sueldo a los funcionarios. ¿Qué opina de esta demanda?
-Me parece que los gestos de un funcionario público tienen que ver con su capacidad, su dedicación, su transparencia y su idoneidad. No resuelve el Municipio la situación, más allá de ser un gesto, si rebaja el 10 por ciento a los funcionarios. También es cierto que Tandil no tiene altos ingresos en cuanto a los funcionarios, que somos full time, y tenemos responsabilidades en áreas absolutamente significativas
Respecto a la oposición, no querría hablar en general, porque hay una diversidad de opiniones, pero creo que hay que tener una mirada constructiva, en todos los niveles. No son estos los momentos de miradas livianas, le ofrecí al justicialismo la posibilidad de ir a su bloque a explicar.
-Otra de las críticas que se hacen al Gobierno es que la situación financiara del Municipio y los recortes fue ventilada después de las elecciones….
-No, no. Se vienen haciendo limitaciones antes del 28 de junio. Lo que creo es que se hacen públicas situaciones que tienen que ver con economía y con una baja muy fuerte y que tienen que ver fundamentalmente con los meses de mayo, junio y julio. Sucede que para el 20 de julio tenían que entrar dos millones ochocientos mil pesos de coparticipación, y había entrado un millón trescientos mil. Esa fue la situación. Este trabajo refleja claramente lo sucedido. Se agravó la situación, no fue una cuestión preelectoral. Además, tuve un doble rol, como jefe de campaña, y no soy ajena ni a las cuestiones políticas ni a las cuestiones político partidarias, pero hay que saber disociar. Mire, las acciones del Gobierno, respecto a otras campañas, fueron más breves y menos intensas en torno al gasto. Y eso lo puede reflejar claramente Matías Civale con el estudio que realizó.
-¿La victoria electoral resultó un espaldarazo en desmedro de los que ahora critican?
-Creo que la cuestión electoral tuvo que ver con otro tema: Un respaldo a la gestión del Intendente. Ahora, lo que es cierto, es que hay una diferencia singular: mientras nosotros el 29 estábamos con la pandemia y la crisis, la oposición prácticamente desapareció. No se puede hacer política 90 días antes de las elecciones, esto es una cuestión central. La oposición tiene una presencia generalmente preelectoral, y en muchos casos obstruccionista.
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