Descodificación Biológica: el arte de escuchar al cuerpo
Cuestionada y definida como una pseudociencia, la Biodescodificación llegó para quedarse. La disciplina que gana cada vez más adeptos, se presenta como una herramienta que busca indagar sobre las patologías cuyo origen está ligado a un estrés emocional. La licenciada Carolina Minaberry, compartió su experiencia en la materia.

La Descodificación Biológica es una disciplina que nos ayuda a entender que todo síntoma que aparece en nuestro cuerpo viene a mostrar que detrás de esa señal, hay una historia no resuelta que dejó por resultado emociones escondidas y bloqueadas que se manifiestan de una u otra manera.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailPara quienes toman contacto por primera vez con el concepto, este nuevo paradigma de salud surge de los descubrimientos del Dr. Ryke Hamer, creador de la Nueva Medicina Germánica. A través de ellos y mediante diversos recursos protocolares, se argumenta que las enfermedades son una respuesta biológica de adaptación del cuerpo a un estrés emocional vivenciado.
Este arquetipo de salud, no solo hace uso de la descodificación como único elemento de sanación física y emocional, sino que para llegar a este punto culmine de curación, es necesario tener en cuenta al individuo en sí mismo y su entorno, el período perigestacional, sus ancestros, y cómo estos influyen directamente en la elaboración de conceptos y creencias, que hacen que una persona desarrolle o no determinada enfermedad.
La Biodescodificación entonces, se presenta como una terapia alternativa que nos invita a repensar por qué y de qué manera enfermamos haciendo verdadera conciencia de esto y cómo elegimos sanar: si solamente atendiendo el síntoma con un fármaco, o descubriendo la raíz de la enfermedad, para así poder desprogramarla.
La tarea del profesional o descodificador, es llegar a conocer el lenguaje biológico del cuerpo para acompañar en la evacuación del estrés, aportar nuevos recursos y brindar las herramientas necesarias para que esas emociones, puedan ser puestas en palabras.
Las bondades del método
En la ciudad, una de las precursoras en utilizar la Biodescodificación es la licenciada en Psicología Carolina Minaberry. El Eco de Tandil, se acercó a su consultorio profesional para desandar el camino de esta disciplina a la que la mayoría de los pacientes acceden luego de obtener un diagnóstico médico y en menor medida, debido a una problemática conductual.
-¿Qué es concretamente la Descodificación?
-Bueno, en nuestra profesión contamos con varias técnicas o métodos de tratamiento y este específicamente, es uno de ellos. Particularmente para mí es una herramienta más que se puede implementar como tratamiento ante una enfermedad o comportamiento. La gente solicita mucho analizarse con esta modalidad que en líneas generales tiene como objetivo encontrar la causa emocional o el estresor que es el causante de una patología. Hay que tener en cuenta que se parte de la base de entender que el cuerpo enferma debido a un estrés que se manifiesta mediante una respuesta biológica pero que a su vez, busca una solución impulsado por el instinto de supervivencia.
-¿Bajo qué circunstancia llega un paciente o qué lo moviliza?
-En su gran mayoría la gente viene a partir de un diagnóstico médico de cualquier tipo de enfermedad o una sintomatología específica para sumar a través de esta terapia una alternativa más a su tratamiento. Fundamentalmente se comienza a indagar acerca de cuál es el factor desencadenante que produce ese estrés como así también, otros estreses que denominados programantes. En algunos casos los pacientes pueden reconocer fácilmente el origen de la aflicción, son conscientes, pero no logran poner las emociones en palabras como para afrontar el camino hacia la sanación. Es importante poder encontrar un mecanismo para que la persona pueda expresarse pero también buscar una solución para sobreponerse al conflicto ya sea de una manera práctica o por superación.
-Hoy esta disciplina es una opción que parece estar de moda…
-Sí, en este momento está en pleno auge. Yo comencé a capacitarme en 2010 porque siempre tuve gran interés en las enfermedades psicosomáticas. Quienes nos dedicamos a esto, contamos con una guía una especie de manual en el que están todas las enfermedades y su relación con los conflictos. Al contar con un diagnóstico médico uno puede inferir directamente cuál es el estresor que provoca determinada patología. Desde la psicología nunca dudé sobre el origen de las enfermedades ya que para mí todas son psicosomáticas pero la Descodificación Biológica logró aportar rapidez a la hora de poder resolver una patología, cualquiera sea, incluso en dolencias crónicas.
-La pronta respuesta, ¿es igual en todas las enfermedades?
-No siempre. En muchos casos depende del tiempo de reparación y el daño se haya sufrido a nivel físico. La primera paciente que atendí, padecía una fibromialgia (enfermedad que se caracteriza por dolor muscular crónico, que produce fatiga y alteraciones en el sueño y el estado de ánimo). La mujer no podía levantarse de la cama y hacía dos años que estaba con este padecimiento. La traté en una consulta y a la cita siguiente, no sufría ningún dolor e incluso había programado participar de una procesión. Igualmente, es necesario advertir que cada caso es único y que un mismo conflicto puede desencadenar en varias patologías o que una enfermedad en sí misma, puede manifestarse por un cúmulo de estreses.
-En líneas generales, ¿sanar la emoción permite curar una patología?
-Sí, es así. Primero se requiere una gran toma de consciencia para asociar la enfermedad con el conflicto porque precisamente se busca traer desde el inconsciente aquello que quedó alojado allí y mientras esa información permanezca instalada y no pueda ser desprogramada, la enfermedad va a seguir y se revela siempre para mostrarnos algo. Aquí se ve de todo. Yo misma revertí una trombofilia (propensión a desarrollar coágulos sanguíneos) que se negativizó y hasta el día de hoy mi médico no encuentra una explicación. Yo estaba segura de lograr la curación porque sabía cuál era el estrés que me había enfermado.
-¿Con qué herramientas se cuenta a la hora de explorar a un paciente bajo este método?
-Cada descodificador puede implementar su técnica. En particular una de las alternativas con las que me manejo son el psicodrama o la programación neurolingüística. Son muy buenas experiencias que se pueden trabajar de manera grupal o individual. Por ejemplo, una persona puede poner sus síntomas en palabras o dialogar con su enfermedad. De allí surgen situaciones enriquecedoras y se evidencian cambios. La hipnosis también es un método que se puede aplicar pero personalmente no lo utilizo. La programación neurolingüística, por otra parte, permite indagar en profundidad sobre el comportamiento, las creencias, los valores y se somete al paciente a distintas técnicas que tienen que ver con las interconexiones neuronales.
-La gente que accede a la consulta, ¿llega algo descreída de la medicina tradicional?
–Por lo general no, hay posturas disímiles aunque muchos llegan incluso por derivación médica. La mayoría viene por una recomendación, algunos cuentan con algo de información y otros desconocen por completo como es el sistema. Tampoco se trata de que el paciente abandone un tratamiento médico o de desestimar lo que haya indicado otro profesional, sino que esta disciplina actúa como complemento. Muchas veces brinda ayuda para que un tratamiento funcione mejor, o se tenga una recuperación mucho más rápida ya que la parte anímica influye sobremanera en cualquier padecimiento que se esté atravesando.
-¿Los beneficios se pueden advertir durante el proceso o solo al finalizar la terapia?
-Lo que veo en mis consultas es que cuando la persona llega a su segunda cita, ya manifiesta otra expresión en su cara. Hay un cambio que comienza a movilizar al paciente y siempre se ven efectos positivos. Más allá de los objetivos que uno persiga con esto para lograr el bienestar o la sanación de la persona, muchos manifiestan que han ido recuperando parte de su vida o que han vuelto a tener paz interior. A veces yo me quedo maravillada de los efectos que tiene porque concretamente se evidencian los resultados más rápido de lo esperado, aunque insisto, todo depende de la patología y la predisposición del paciente.
El camino hacia el origen
Cuando una enfermedad emerge o una conducta domina ciertos rasgos de nuestra personalidad, la Descodificación Biológica también permite indagar sobre aspectos que se relacionan con vivencias del clan familiar desde periodos ancestrales.
Según explica la licenciada Minaberry, los estresores están sujetos a distintos programantes. “Por lo general en un adulto se indaga para ver cuáles han sido los estreses programantes que actuaron a lo largo de su vida; si el paciente es un menor, se aborda por relación directa con los estreses de los padres”.
En el caso de los niños, se trabaja mediante un instrumento en el que se involucra sobre todo a la madre. “A los chicos se les elabora un decreto para liberarlos de un conflicto que no les pertenece”. La herramienta, permite redactar un escrito que debe ser leído por uno de los padres mientras el niño duerme ya que durante el sueño, no está presente el filtro de la conciencia.
Por otra parte, la especialista indicó que mucho de estos indicios pueden surgir en el período que se denomina de Proyecto Sentido y que abarca desde la etapa previa a la gestación del individuo hasta los primeros años de vida.
“Muchas veces también existen estreses programantes en la historia familiar del paciente y para ello se aplican terapias que buscan profundizar en el estudio de lo transgeneracional y el árbol psicogenealógico”, aseguró.
Para acceder a la información de la composición familiar, se le solicita al paciente que indague y recopile datos precisos sobre sus ancestros. También existen terapias de regresión o hipnosis que se pueden aplicar si el profesional utiliza estas herramientas como método.
Multiplicidad de consultas
En relación a la casuística, la licenciada Minaberry comentó que si bien mayormente quienes acceden a una consulta lo hacen tras ser diagnosticados con una patología, existe un universo de problemáticas que buscan ser solucionadas a través de esta disciplina.
“Algunas dolencias como son las de tipo estomacal en paciente sin enfermedades gastrointestinales, son muy típicas de ver”. En estos casos, la profesional explica que cuando una persona no puede procesar algún tema, el cuerpo reacciona biológicamente e instala la preocupación en los órganos del sistema digestivo.
Por otra parte el abanico de consultas, es variado y llega de la mano tanto de hombres como de mujeres de distintas edades. Situaciones laborales, relaciones de pareja, problemas con el dinero, disfunciones sexuales y trabas emocionales forman parte del amplio espectro que disparan el protocolo de trabajo para cada caso.