Desde el Hospital aseguran que muchos médicos salen a trabajar sin la residencia porque está mal paga
Cuando una persona decide estudiar la carrera de medicina debe ser consciente de que la formación como profesional no termina allí. Existen muchas instancias, luego de obtener el título, que le permiten aplicar los conocimientos adquiridos al tiempo que incorpora nuevos, para no chocar ?de una? con la práctica.
Una de esas instancias en la que aplica toda la teoría aprendida durante años se denomina Sistema de Residencia. Se trata de una beca de formación de posgrado, de tres años de duración, que brinda el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires para aquellas personas que se hayan recibido con el título de grado en medicina. Una de las sedes es el Hospital Municipal ?Ramón Santamarina? de Tandil, una institución que también funciona como escuela.
En esta oportunidad, y en ocasión de conmemorarse el Día del Médico, El Eco de Tandil se dirigió al nosocomio local para hablar con un grupo de residentes de primero y segundo año, también con la jefa del grupo, el coordinador docente y el director de la institución, para conocer un poco más sobre esta práctica que, en definitiva, forma recursos humanos de excelencia para el desempeño en la ciudad.
En esta nota, la doctora Araceli Uzcudun, residente de primer año; las doctoras Mirian Rubilar, Guillermina Pereyra, Guadalupe Palacio y Cecilia Martens, residentes de segundo año; Carolina Suriano, jefa de residentes; el doctor Eduardo Nejamkin, coordinador docente y con el director médico del hospital, el doctor Vito Mezzina, resaltaron la importancia de este sistema para la formación de profesionales de excelencia.
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El Sistema de Residencia Hospitalaria le permite al profesional, después de tres años, salir bien formado, al tiempo que amplía el campo de la práctica y así logra hacer más franqueable la brecha que divide la teoría del trabajo cotidiano.
La residencia en Tandil comenzó en 1985 y, de acuerdo al período de duración, la primera promoción fue en 1988. ?Yo soy uno de los dos residentes de la primera promoción?, indicó el doctor Eduardo Nejamkin, coordinador docente del Hospital. A partir de esa época, hubo ininterrumpidamente alrededor de dos médicos residentes promocionados por año. Así que ?calculamos que tendremos unos cuarenta egresados?, precisó el médico.
En esta unidad ?no hay de tercer año a raíz de la pérdida de varios residentes en un accidente automovilístico hace dos años en la Ruta 226. Y por ese motivo, nos queda el tercer año vacante?, recordó el coordinador docente del nosocomio.
?Beneficio para
unos pocos?
Para poder hacer una residencia hay algunas cuestiones a seguir. El proceso comienza todos los años, en abril, cuando se rinde un examen para entrar a una residencia. Una vez que una persona recibe el título de grado, se anota y eso lo habilita para rendir. Y, dependiendo de cómo le vaya en el examen y del promedio que tenga en la facultad, puede optar en qué lugar hacer la residencia.
Por su parte, Nejamkin sostuvo que, en realidad, ?es un beneficio para unos pocos. De todos los egresados de la Facultad de Medicina, sólo un porcentaje relativamente chico accede al sistema de residencias. No todos los médicos que están ejerciendo la medicina tuvieron la posibilidad de hacer la residencia?.
La doctora Araceli Uzcudun, residente de primer año, manifestó que también se trata de la cuestión de ?las vacantes que hay en los hospitales de la provincia. Somos becados y la cantidad que hay disponible no alcanza para todos los chicos que se van recibiendo año a año. Entonces muchos quedan sin poder llegar?.
La importancia en la
formación de médicos
Qué mejor que conocer la palabra de los que se encuentran realizando su residencia en el Hospital para saber los beneficios que, como profesionales, les brinda este sistema.
La doctora Cecilia Martens, residente de segundo año, explicó que ?lo bueno es que seguís tu formación y con la especialidad que uno elige, ya sea cirugía, ginecología o medicina general?.
Uzcudun reforzó la idea y dijo que ?terminar la facultad y largarte solo a la vida habiendo estudiado solo con un libro es más complicado. Digamos que la residencia te facilita el hecho de salir bien formado?.
Por su parte, el coordinador docente del grupo agregó, en el mismo sentido, que ?la facultad da el marco teórico, pero luego está el tema de la práctica. Si no hicieron residencia, saltarían con la teoría al choque de la práctica. La residencia es un sistema intensivo porque, por tres años, sólo de dedican a esto. Conjugan los conocimientos teóricos con la práctica diaria. Además, para salir al mercado laboral los posiciona en un lugar mucho mejor que aquél que no tiene este tipo de capacitación tan exigente?.
En cuanto al sistema de examen que les permite a los profesionales obtener el título de residencia cumplida, Nejamkin explicó que hay una evaluación anual que tienen que aprobar para poder pasar al año inmediatamente superior. Por otro lado, está la instancia final para poder acceder al título de residencia cumplida. Todo este sistema evaluatorio ?da un puntaje final donde cada residente egresa con el puntaje que obtuvo en la suma de esos exámenes anuales?.
A modo de explicación la doctora Uzcudun graficó: ?Somos médicos, y si rendimos otro examen, vamos a ser médicos especialistas. Ahora somos médicos a secas?.
Residencia: fuente
laboral mal paga
Nejamkin dio una opinión sobre los beneficiados con el sistema de residencia: ?No creo que haya más de un treinta por ciento de egresados que tengan capacidad para ingresar?.
Por su parte, el doctor Vito Mezzina, director médico del Hospital, manifestó su preocupación por una situación que invierte lo que sucedía antes. En este momento, ?quedan muchas vacantes libres en las residencias, que no es de las fuentes laborales mejores pagas. Da una formación de la mejor que existe, pero desde el punto de vista económico no recibe una retribución adecuada. Y entonces hay muchos médicos que prefieren salir a la actividad laboral aunque no tengan una formación adecuada?.
De todas formas, el que hace una residencia obtiene un beneficio a futuro, para él mismo pero también para los pacientes. Dejando de lado el mercado laboral de la residencia, lo más importante es tener una buena formación para asistir lo mejor posible a los pacientes.
La función del
hospital escuela
El doctor Mezzina aseguró que la función del nosocomio es muy importante, ya que ?brinda una función formativa en todos los niveles, ha formado profesionales de excelencia, que incluso están trabajando en el Hospital. La idea es darle a la población un hospital escuela que forme profesionales para dar mayor efectividad. Tratar de buscar que se llegue a la población con una medicina de alto nivel porque, en realidad, todas las residencias elevan mucho el nivel de todos los hospitales?.
Cabe destacar un adelanto que el director realizó respecto a un proyecto a llevarse a cabo a partir del año que viene. Se trata de la incorporación de nuevas residencias, como la de clínica médica, de cirugía, de pediatría y de terapia intensiva en el Hospital.
Por otro lado, una manera de medir la producción de la residencia o la calidad de los hospitales, según indicó Nejamkim, es ver ?la cantidad de ex residentes que trabajan como médicos de planta. Cuantos más residentes hay en un hospital se supone que tiene mejor calidad profesional?.*
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios