Desde la ONG Remar se advierte que hay un alto consumo de droga en Tandil
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn febrero del año pasado se armó el centro de rehabilitación para chicos con problemas de adicciones pero luego surgió un hogar para mujeres y niños que está funcionando desde septiembre del año pasado en la calle Pellegrini 1278.
Hernán Altamirano, delegado de la agrupación en Tandil, explicó que “estamos tratando de hacer un trabajo social sabiendo que es centro cristiano evangélico pero no tratamos solamente con adicciones, también con chicos en situación de calle, maltrato familiar, con todas las problemáticas que pueda haber en el país, que son bastantes”.
Y especificó que “Remar es un centro para marginados, personas que están excluidas, que no tienen un lugar. Son centros gratuitos que tenemos en distintas ciudades, con la ayuda de medianas y pequeñas empresas, locales de venta benéfica de segunda mano, trabajos de pintura, carpintería y albañilería. Algunos de los chicos también hacen prevención en las calles, donde también se le pide una colaboración a la gente si quiere y sino igualmente se le deja el folleto con la información”.
Tres fases
El tratamiento de Remar consta de tres fases terapéuticas. La primera implica que la persona se acerque a la oficina de información para tener una entrevista y se lo envía a una granja de rehabilitación si necesita desintoxicarse por tener problemas de adicciones.
Esta fase comprende un período de cinco meses en promedio, en una casa hogar en el campo, apartada de la ciudad, en la que se logra: la desintoxicación física y psíquica, el reconocimiento de la problemática y sus causas, el establecimiento de una estrategia para la resolución de la misma, la adquisición de una auto disciplina en cuanto a hábitos de higiene, alimentación, comportamiento, horarios, entre otros, establecimiento de relaciones sociales básicas y de actuación grupal y restablecimiento de valores morales y éticos.
La persona ingresa de forma gratuita e inmediata, en una casa de primera fase, que suelen estar apartadas del entorno social, lejos de la ciudad, en granjas, en el campo. El propósito de esta fase es superar la desintoxicación física y psíquica de la persona.
Tras superar esta fase con éxito, lo cual es valorado por el equipo técnico del centro, se traslada a la persona a una casa de segunda fase.
En esa fase se tratan más de cerca los problemas que le llevaron a la persona a la adicción, y a los problemas que le surgieron en su vida como consecuencia de su consumo, por medio de terapias mucho más personalizadas. Comprende un período aproximado de seis meses.
Los internos comienzan a desarrollar trabajos según sus profesiones, aspiraciones y talentos, desarrollando actitudes favorables para una pronta reinserción.
En la tercera fasede capacitación y de reinserción social, que comprende un período de seis meses según el desempeño individual, es donde se inicia a la persona en la toma de responsabilidades y en trabajos, las cuales ha de desempeñar primeramente en el centro y luego en la calle. Estos trabajos prueban y forman a las personas, dándoles márgenes de confianza que ayudan a elevar su auto estima.
Las personas que carecen de oficios son ejercitadas en diferentes talleres de formación profesional, carpintería, cerrajería, pintura, informática, contabilidad y administración, mecánica, entre otros. Tras superar esta fase de reinserción, muchas personas deciden dedicar sus esfuerzos a ayudar a otras personas que acuden a los centros con la misma problemática y necesidad con que ellos un día acudieron.
En Tandil y la zona
En este momento en Tandil se desarrolla la segunda fase, mientras que las personas que deben iniciar el tratamiento son enviadas a una granja de rehabilitación de primera fase en Mar del Plata u otras ciudades.
En este momento están proyectando conseguir un predio en la localidad de Vela para instalar una granja de primera fase, ya que necesitan un lugar alejado de la ciudad para que el tratamiento sea efectivo.
Consumo
Altamirano advirtió que “hay un grado importante de alcohol y consumo de drogas, no sólo en Tandil, sino también de Juárez, Azul, Olavarría. En Mar del Plata tenemos muchos chicos de estas ciudades”.
“Por semana estamos mandando cuatro o cinco chicos a Mar del Plata, a San Miguel del Monte o a San Miguel porque ellos tienen primera fase. El trabajo de una primera fase es una granja de desintoxicación, en la que uno le da tareas ocupacionales como quehaceres de la casa, poder sacarlos del vínculo donde viven, también hacen cuidado de animales”, detalló.
El delegado del grupo en Tandil contó que “mi esposa y yo ingresamos en 2007 con problemas de adicciones, de delincuencia y un montón de cosas más, ya estábamos en las últimas y pudimos salir. Hoy en día estamos acá como delegados de la institución, estamos en un hogar”.
“Se puede salir cuando uno tiene ganas, eso depende de cada uno, por eso este centro es voluntario, lo primero que le preguntamos a la persona es si voluntariamente quiere salir de donde está, si lo hace por la mamá o el papá no le sirve”, recalcó.
Asimismo, explicó que muchos chicos permanecen varios meses en el tratamiento pero luego recaen y que todo depende de la voluntad de cada uno.
“Si bien Tandil es más chica que Mar del Plata, no quiere decir que no haya problemáticas, si hay droga es porque alguien la consume, no podemos echarle la culpa ni a la policía ni a nadie. Hay muchos casos acá de mujeres, chicos, adolescentes de 13 a 17 son los que más estamos enviando a otro lado”, indicó.
Prevenir
Por otra parte, destacó la importancia de la prevención: “La educación viene por la casa, es cuestión de prevenir. Nosotros estamos tratando de organizar algunos talleres en colegios, además de ser un centro cristiano de rehabilitación, también hacemos prevención”, explicó.
Asimismo, indicó que trabajan también “con el tema del aborto, de las chicas adolescentes embarazadas, no solamente con tema de adicciones. Estamos terminando una iglesia en Perón y Juan B. Justo donde también tenemos un local de venta benéfica, y pusimos una radio comunitaria para hacer prevención. Hacemos un trabajo social y espiritual”.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios