Dos alumnos de polimodal brindan su tiempo para dar apoyo escolar de naturales en ATAD
ATAD es una escuela especial que desde hace 26 años trabaja en Tandil y además hace largo tiempo que está integrando alumnos con necesidades especiales en el sistema educativo, en todos los niveles.
Estos chicos fueron creciendo dentro del sistema y tuvieron la posibilidad de seguir integrados en escuelas comunes con un proyecto que modifica los accesos a los contenidos, siempre con un apoyo especial que es otorgado por el taller escuela de ATAD.
En 2006 eran tantos los alumnos integrados y la variedad de contenidos, que Liliana Adaro se vio sobrepasada en la demanda, de manera que surgió un proyecto para cubrir la necesidad de contar con gente especializada en distintas disciplinas que pudiera brindar apoyo.
En principio convocaron a los hijos mayores del personal docente, que en ese momento estaban culminando sus carreras universitarias en distintas áreas. Muchos de ellos tomaron la posta y quien no podía concurrir acercó a alguien que lo supliera.
Lo cierto es que en 2007, con un grupo de docentes por área, comenzó este apoyo extra. Poco a poco creció la demanda y un pasante fue llevando a otro.
Actualmente hay docentes, estudiantes, practicantes, pero este año quedó descubierta el área de naturales y Liliana Adaro solicitó ayuda en el Colegio de la Sierra a las profesoras de naturales, que recomendaron a dos alumnos de segundo año de polimodal: Emmanuel Maggiori y Eugenia Carro. Inmediatamente, al enterarse de qué se trataba el proyecto, los chicos aceptaron, de buena gana, participar.
De esta manera, concurren todos los martes de 15 a 16.30 a colaborar con chicos que están en secundaria básica o polimodal y hasta ayudan a estudiantes de mayor edad.
Ellos no sólo son idóneos, sino que son criteriosos y ?si bien están supervisados por mí en esta tarea, no estoy todo el tiempo al lado de ellos y siempre que se acercan vienen con un planteo muy bien pensado, lo que ratifica nuestra idea de que no necesariamente hay que ser docente de especial para trabajar con un chico que tenga otras necesidades, sino que hay que tener buena disposición?, afirma Liliana Adaro.
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Cuentan los chicos que recibieron la convocatoria este año, para poder dar ayuda en naturales: ?Nos invitó Liliana Adaro, porque necesitaban una mano en química y biología, y se les ocurrió pensar en nosotros dos. Yo había ido unas veces para ayudar en química y se dio la oportunidad. No sólo se trata de saber sobre la materia, sino de tener ganas de colaborar?, declaró Emmanuel Maggiori.
Con la invitación comenzaron a concurrir todos los martes desde comienzo del año. Para ellos esta experiencia es muy buena y además de haber aprendido a apoyarse mutuamente como capacitadores, sienten que es una vivencia diferente porque ?siempre que me voy de ese lugar, tengo una sensación rara, linda, te da mucho amor la gente?, dijo Eugenia Carro.
Además, según Emmanuel ?te abre la cabeza para hacer otras cosas que no estabas acostumbrado?. En este sentido contó, por ejemplo, que tiene la costumbre de hablar muy rápido y aprendió a hacerlo con más calma: ?Nos adaptamos a situaciones que nunca antes nos habían pasado?.
Para ellos es sumamente enriquecedor y, por ejemplo, ?nos tuvimos que desprender de nuestras costumbres y aprender nuevas maneras de relacionarnos, de comunicarnos?, explican y aclaran que consideran más factores que lo académico a la hora de compartir con sus alumnos.
En este momento están colaborando con unos diez chicos de edades variadas, entre 13 a 18 años, con capacidades diferentes. ?Se hace llevadero, no sé si es tan difícil, es una cuestión de prestar atención y que te interese. Ves otras vidas, conocés otras historias?, explicó Eugenia.
Respecto a la docencia indicaron que les gustó la experiencia, aunque no saben si se dedicarían en exclusivo a la actividad. Sin embargo, creen que este tiempo que están brindando a ATAD no es una obligación, sino que se sienten gratificados por su tarea y valoran que haya alguien que les ayude a estudiar.
En cuanto a didáctica, dicen que ?nosotros nunca le damos la respuesta, nos tomamos el tiempo para acompañarlos, hacerlo juntos y que los chicos puedan entender los temas, los conceptos?.
El objetivo es que ellos continúen el año próximo, porque a pesar de que es un esfuerzo y consiste en brindar tiempo extra, ?cuando salimos, estamos en paz y pienso: ?Qué lindo poder ayudar a gente que realmente lo necesita??, concluye Eugenia, mientras que Emmanuel declara: ?No nos estamos sacrificando, es un dar y recibir que nos hizo crecer?.*
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios