El Calvario recibió a miles de feligreses en el tradicional Vía Crucis de la Familia
Ayer en horas de la tarde miles de feligreses se congregaron al pie del Monte Calvario con las expectativas puestas en participar de un nuevo Vía Crucis de la Familia. Iluminados sólo por las antorchas y la luna que les hizo compañía, dieron inicio a una de las ceremonias religiosas más significativas de Semana Santa.
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Desde muy temprano los grupos familiares se fueron acercando al Calvario, que fue el epicentro de la procesión encabezada por el padre Thomas Ayankudy, de la Parroquia del Carmen.
Alrededor de las 20.15 la multitud se enfiló detrás del párroco y lentamente comenzaron a recorrer una a una las estaciones del Vía Crucis. Niños de todas las edades, adolescentes, parejas jóvenes y matrimonios portaron sus antorchas que, junto con la luna, iluminaron la cálida noche.
La columna de fieles fue avanzando poco a poco en un momento de gran unión y fraternidad, acompañados por las palabras de reflexión y las oraciones durante todo el trayecto. Unidas simplemente por la fe, miles de almas iluminaron la inmensidad del monte.
Paz y unión
Ana, una de las feligresas, afirmó que “siempre participamos con mis hijos, con mi yerno, con toda la familia. Se me eriza la piel y me da una alegría inmensa hacer esta procesión. Me emociona mucho y ver desde arriba todas las antorchas encendidas es algo inigualable”.
Marina contó que “somos mamás del colegio que vinimos junto a nuestros hijos. Yo hacía como cinco años que no venía. Es hermoso, muchísima cantidad de gente como todos los años”.
Su amiga, Silvina, expresó que es un momento para “encontrarnos con la familia, los amigos, con Jesús, pedir paz para todos y sobre todo por los adolescentes, que es la etapa más complicada, que haya paz, que estemos unidos, que nos ayudemos”. Y una de sus pequeñas hijas agregó que “en este momento se une mucha gente para una sola cosa, que es estar con Jesús”.
Un momento único
En tanto, Mariela señaló que “todos los años venimos. Es muy importante, significa la unión de la familia, rezar juntos, pedir y agradecer, compartir con tanta gente. Es un momento único”.
Por su lado, Gustavo contó que “tenemos dos nenas, una de ellas que va a San José, pero es la primera vez que venimos toda la familia. Yo he venido cuando iba al colegio, pero es el primer año que venimos con los nenes. Es importante participar de algo tan lindo como el Vía Crucis en Tandil”.
La huelga de hambre, la otra cara del Vía Crucis
La referente del Movimiento 1 de Octubre, Griselda Altamirano, junto a dos compañeras de la agrupación, iniciaron una huelga de hambre en la estación 13 del Calvario.
Mientras los fieles participaban de la sentida ceremonia, las tres mujeres permanecieron allí, junto a un cartel que decía: huelga de hambre por tierra, techo y trabajo.
En diálogo con El Eco de Tandil Altamirano manifestó que “esto es el incremento de las medidas de protesta ante la indiferencia que tiene el Gobierno municipal ante el hambre del pueblo, hacia las necesidades”.
“Hay una gran mentira dando vueltas que es que a través de la tarjeta alimentaria o con la asistencia que brindaron para el inicio de clases todo comenzó correctamente, y es mentira. Este marzo es uno de los peores meses de estos últimos 15 años, después de 2001, por las crisis que está generando a partir de la devaluación producto de su aliado político”, manifestó.
Y aseguró que “el hambre cero que plantea el macrismo es que los pobres desaparezcan. Si fuera por ellos harían un pozo y nos meterían ahí. Quieren ser gobierno sólo para enriquecerse. Esto es como recién escuchaba en la segunda estación, como Poncio Pilato, cuando condenan a Jesucristo y como la mayoría lo hizo está bien muerto. Según lo que plantea Lunghi, a él lo votó la mayoría y está bien excluir a una parte del pueblo”.
“Nosotros somos una organización combativa a diferencia de otras”, sostuvo, y adelantó que van a continuar con el acampe y la huelga de hambre.
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