El centro Manos Abiertas plantó un roble en homenaje a una de sus fundadoras
El acto tuvo lugar ayer, en una gélida mañana, donde se reunieron los chicos que asisten a la institución, sus familias y los profesionales que trabajan en la sede de 9 de Julio 87, en la antesala del cumpleaños número 15 que festejarán el 26 de octubre. Todos se mostraron conmovidos con el cálido recuerdo de la fundadora fallecida en 2011, que culminó con una suelta de globos verdes y lilas y la entrega de semillas de roble.
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La fundadora y actual directora de Manos Abiertas, María del Carmen Libarona, explicó que la idea de llevar adelante el homenaje surgió en el taller de psicopedagogía, a partir de la conmemoración del Día del Arbol. En colaboración con otros profesionales consideraron que era una buena a oportunidad para recordar a Mabel González.
La Direcciónde Espacios Verdes Públicos de la comuna les marcó el espacio apropiado para plantar el roble, “una planta noble, de gran firmeza, de buena madera, y lo asociamos con la personalidad de Mabel”.
Cerca del aniversario
“Mabel y yo fuimos las fundadoras del centro de día. Hace 15 años que comenzamos con esta historia. Ahora tenemos un centro hermoso, con toda la reglamentación al día”, destacó María del Carmen Libarona.
La directora manifestó que ayer fue la primera vez que homenajearon a una de las mentoras de este proyecto, que falleció repentinamente el 25 de diciembre de 2011. “El año pasado fue muy difícil para nosotros y recién este año hemos empezado a recuperar fuerzas. Hemos seguido trabajando, luchando como lo hacía ella, porque siempre tenía disposición, alegría, algo para hacer nuevo para los chicos, para que estuvieran mejor, para que lo pasen bárbaro. Ese era el objetivo del centro de día y lo sigue siendo”.
Manos Abiertas ofrece una posibilidad para las personas con discapacidades severas que egresan de las escuelas especiales y no pueden trabajar en el Taller Protegido. Recibe a veinte jóvenes, el máximo que le permite el Gobierno nacional de acuerdo a las instalaciones que disponen.
“Nosotros trabajamos con talleres, pero no es una escuela, no es estricto”, indicó la directora y agregó que ofrecen un espacio para compartir. “Es una gran familia. Siempre Mabel decía eso”, recordó, al tiempo que valoró el “apoyo muy grande de los papás”.
Con dieciocho profesionales prestando servicios, el centro de día está abierto de 8.30 a 14, aunque no hay horarios fijos y se reciben consultas y visitas durante toda la jornada.
Por otra parte, reciben colaboración del Municipio, que les proporciona la combi para trasladar a los jóvenes, y se hace cargo de parte del alquiler y las facturas de la luz y el gas. El resto de los gastos, como sueldos y cargas sociales, los solventan con las obras sociales de los chicos.
“La comunidad de Tandil es muy generosa. Este año hemos tenido gran cantidad de donaciones de papa, verduras; compramos en el Banco de Alimentos y lo que no conseguimos ahí, lo pone el centro de día. Pueden colaborar con lo que se les ocurra, desde champú, lavandina, elementos de limpieza, todo nos viene bien”, resaltó la directora.
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