El día de 1883 que llegó el tren a Tandil
Siempre es bueno recordar que el turismo es una actividad multidisciplina, motivadora de los viajes, el consumo y el bienestar. Y, si de los viajes hablamos la historia indica que todo medio de transporte contribuyó al desarrollo de la actividad turística y, naturalmente, uno de los más importantes en el mundo entero ha sido y sigue siendo el transporte ferroviario. Tandil tiene su propia historia al respecto, en la cual el turismo ocupó una parte de un todo que en estos días se recuerda especialmente con motivo de cumplirse un significativo aniversario.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLos estudios históricos cuentan que Tandil en vísperas de los sesenta años de su fundación contaba con nueve mil habitantes, divididos por partes iguales entre población urbana y rural. Tenía un edificio de tres pisos, mil seiscientas casas, trazadas unas seiscientas cuadras. Censados 167 comercios en 1882, tres hoteles, diecinueve fondas, cafés y confiterías. Cuatro médicos, cuatro abogados, un arquitecto, dos dentistas y otros profesionales en distintos rubros. Ese año se realizó la primera exposición rural e industrial entre el 25 y el 28 de diciembre en la calle Pinto entre Rodríguez e Independencia. Con la presencia de las autoridades nacionales rurales e industriales. Por otra parte la prensa nacional señalaba a Tandil como un hermoso lugar de turismo. Así se cerraba ese año recibiendo un poderoso circo europeo que se instalaba en la ciudad.
En el inicio del nuevo año en su edición del domingo 14 de enero de 1883 el diario El Eco de Tandil decía:
“En dos o tres meses más y el silbido de la locomotora nos anunciará entre el vapor y el humo de sus calderas y de sus hornallas la noticia de la llegada del mensajero obligado del siglo XIX a nuestros hermosos valles. En algunos días, veremos concretado unos de los más vehementes deseos de los que anhelamos el progreso de este Partido. La locomotora con sus pies de aceros y entrañas de fuego nos sacará de nuestro aislamiento, y nos colocará en comunicación directa con los centros ilustrados del trabajo y el saber. Pronto tendremos el poderoso ferrocarril. Todo nos invita a creer, que la línea ferrea nos traerá oportunidades y ventajas que puedan darle desarrollo e importancia a nuestro pueblo, un centro de la importancia como el nuestro, que pretende ser un punto de referencia para disfrutar de un territorio privilegiado, sobre todo por las bellezas de su de su geografía”.
Las aspiraciones de todos los tandilenses de entonces de contar con el servicio ferroviario, tuvieron en Eduardo Fidanza, juez de paz, destacado médico y hombre más notorio del pueblo, un gestor apasionado que hasta fundó un periódico que denominó “El Ferro Carril” para expresar desde sus páginas las ideas del progresismo que Tandil reclamaba.
Finalmente el éxito de las gestiones se concretó cuando el 19 de agosto de 1883, alrededor de las catorce y treinta llegaba finalmente el tren a Tandil. Fue recibido con algarabía por todo el pueblo.
“La llegada del ferrocarril, tal como lo señala el historiador Daniel Eduardo Pérez, significó un impulso nuevo dando lugar al nacimiento del barrio de la Estación. La avenida Colón cobró una vida extraordinaria y como paso obligado se colmó de comercios y fondas que la llenaron de vida. Similar situación se produjo con la aparición de un nuevo y populoso barrio: Villa Italia.
Ni que decir sobre el impacto económico que significó contar con un poderoso medio de transporte, no solo de pasajeros, sino también de carga para los productos agropecuarios y del granito producido en las canteras.
Maquinistas, fogoneros, señaleros, guardas, telegrafistas, peones y un sinfín de especialidades más, se fueron afincando en la zona del barrio de la Estación. El gremio ferroviario dio mucho a Tandil, a traves de la labor de la Unión Ferroviaria tanto como en la Fraternidad, y los hombres del riel –continúa diciendo Daniel Pérez- formaron un gran familia que supo tener una identidad y un pérfil propios, de tal suerte que hasta la creación del club Ferrocarril Sud, fue una forma de aglutinar pasiones y sueños, siempre en pos de mejorar.
Los caracterizó ser un gremio de luchadores, estuvieron en las primeras gestas sindicales, siendo ejemplares en temas como la salud y protección de los grupos familiares”.
Las diversas etapas y vicisitudes que sufrió este noble servicio de transporte, que ha sido sinónimo de soberanía, integración social de todos los argentinos, fundador de pueblos a lo largo de todo el territorio nacional, merece lo antes posible que vuelva a ser lo que alguna vez fue, adaptado, naturalmente, a los tiempos presentes.
Mientras tanto, Tandil celebra estos ciento treinta años, de lo que bien podríamos llamar como una verdadera refundación, después de la épica llegada del Brigadier General Martín Rodríguez en aquel histórico 4 de abril de 1823.
(*) Texto extraído del blog TandilTurismo de El Eco de Tandil
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios