El FPV cuestionó el acuerdo económico por el recital del Indio
El presidente del bloque de concejales del PJ-Frente para la Victoria, Pablo Bossio, cuestionó el acuerdo económico que alcanzaron el Intendente, la empresa concesionaria del Hipódromo y la productora En Vivo SA, por el cual el Municipio recibió 150 mil pesos para autorizar el recital que Carlos Indio Solari brindó el último sábado en Tandil. Además, marcó la ausencia del Estado municipal en la planificación del evento masivo y reclamó el número de entradas vendidas, ya que a la comuna le corresponde el 0,5 por ciento del valor de cada ticket con destino al Fondo de Ayuda a la Ancianidad (FADA).
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El convenio, que se elevó al Deliberativo ocho días antes del espectáculo, ya se discutió en la Comisión de Economía y podría llegar al recinto a una sesión extraordinaria de marzo. Aún en debate, el bloque del Frente para la Victoria no lo acompañaría porque no le quedan claros los criterios por los cuales el Departamento Ejecutivo acordó que la productora En Vivo SA le abonara 151.946 pesos para autorizar el recital del Indio Solari en el Hipódromo.
El equivalente a 250 tickets
A priori, los concejales del justicialismo no acuerdan “con las condiciones económicas del convenio. No sabemos cuáles son los criterios que se fijaron. Si uno hace el cálculo, el Municipio recibió el equivalente a 250 entradas frente a, suponemos, más de 120 ó 150 mil, dicen algunos, pero no sabemos exactamente el número de entradas vendidas”, explicó Pablo Bossio.
Pero, además, marcó que el Municipio “tuvo como contraprestación que llevar adelante obras en el Hipódromo. Entendemos que esas obras deberían haber sido desarrolladas o por el concesionario o por el club Hípico. No entendemos porqué el Municipio se comprometió y desarrolló esas obras para un espectáculo que, en definitiva, es privado”.
En resumen, el presidente del bloque del FPV dijo que “el cuestionamiento principalmente pasa por cuáles son los criterios que se fijaron para que el Municipio reciba como contraprestación 250 entradas”.
Como contrapartida a ese monto, los legisladores de la oposición se preguntaron qué cantidad de horas extras tuvo que pagar el Municipio a trabajadores de recolección, Inspección General, Tránsito y Bromatología.
Un Estado más presente
Sumado a estos aspectos, para Pablo Bossio hubo “falta de planificación. Este tipo de evento requería de un Estado municipal mucho más presente. Hubiera sido bueno, incluso, concesionar espacios para que distintos emprendedores pudieran desarrollar y explotar de una manera organizada, con baños químicos, con lugares específicos donde la gente pudiera sentarse, espacios para el expendio de bebidas y comidas. Eso no se organizó”.
También observó falencias en las medidas de tránsito: “Vimos una Ruta 226 colapsada”, describió, y agregó que “no se organizaron los espacios públicos de Tandil: el Dique, el Centinela, las plazas. Hubiera sido muy necesario contratar baños químicos para cada uno de esos espacios públicos”.
A partir de estas situaciones, sostuvo que “250 entradas con toda esa iniciativa que el Municipio debería haber llevado adelante y no llevó, sirven para qué, alcanzaron para qué. Nos llama mucho la atención y queremos saber cuáles son los criterios que se fijaron”.
La imagen de Tandil
“En este caso específico, recibimos a 200 mil personas; es un espectáculo organizado por una productora privada pero que tiene consecuencias públicas muy evidentes y de todo tipo. Recuerdo al Intendente hablar de la manera en que se promocionaba la ciudad era un elemento intangible muy importante a tener en cuenta. Sin embargo, veo que la promoción de la ciudad fue producto de un hecho delictivo lamentable, muy difícil que el Estado pueda controlar, como fue la toma de un rehén frente a la Terminal y no queremos que tampoco sea ésa la imagen de la ciudad. Tampoco sabemos hasta qué punto la imagen de la ciudad se ha visto beneficiada con la llegada del Indio y las 200 mil personas que vinieron”.
En este aspecto, consideró que la imagen de Tandil hubiese sido distinta “con señales de otra organización por parte del Estado” y señaló que la situación de los espacios públicos dejó a la vista “un desinterés del Estado en llevar adelante un apuntalamiento de lo que iba a suceder con la llegada de tanta gente”.
Como ejemplos gráficos, mencionó la ausencia de baños químicos cerca del Hipódromo y en los paseos, como así también de contenedores para la basura. “Hacían falta recursos para eso”, dijo, y estimó que no se cubrían con el valor de 250 entradas.
El tributo de las entradas
El otro punto que mencionó Pablo Bossio fue el tributo que la comuna debe cobrar por cada entrada vendida y que se destina al FADA (Fondo de Ayuda a la Ancianidad). Explicó que la Ordenanza 4525 de 1988 “determina que superadas las 50 mil entradas, al Municipio le corresponde un 0,5 por ciento de cada entrada vendida, es decir, de la entrada número uno a la 150 mil”, informó el edil.
En este sentido, indicó que “el FADA es un fondo específico y está afectado, por lo cual sería bueno que el Municipio diera a conocer cuál es la cantidad de entradas declaradas y cuáles son los recursos con los que se va a fondear el FADA y qué asignación se va a hacer. Me imagino a centros de jubilados, geriátricos, hogares convivenciales, y políticas hacia adultos mayores que van a poder ser financiadas con estos recursos”.
Bossio manifestó que en este caso, el trabajo de la Dirección de Inspección General “es fundamental, porque va a determinar qué cantidad de entradas efectivamente fueron vendidas”.
En relación a la normativa de este fondo, explicó que el tributo “se aplica a todos los espectáculos públicos que se desarrollan en Tandil, menos a aquellos de teatro independiente montados por productoras o actores tandilenses”.
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