El frigorífico Mirasur cumplió con las obras, logró obtener la habilitación y ya se encuentra faenando

El 29 de mayo fue día de inspecciones en el sector frigorífico local. El procedimiento arrancó por el matadero Viafer, que tuvo su primer control y tras presentar irregularidades sus actividades debieron ser suspendidas. La tarea de los inspectores del Ministerio de Agroindustria de Provincia y los agentes de Senasa siguió por Mirasur, que ya llevaba más de 40 días de inhabilitación y tuvo su última requisa. Si bien esa visita estaba estipulada para el 31 de mayo, aprovecharon el viaje a esta localidad y pasaron a chequear como se encontraban las obras.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLo único que faltaba para poder levantar la suspensión era culminar con la reforma del techo, que para cumplir con la reglamentación debían bajarlo de altura. “Si bien al momento de la revisión no estaba finalizada, se encontraron con una obra bastante avanzada y decidieron esperar y dar plazo hasta principio de junio”, contó el director de Bromatología y Zoonosis, Federico Sánchez Chopa, quien estuvo presente en esa recorrida.
La importancia del nivel del techado está directamente relacionada a la salubridad y la no contaminación de las reses, entonces lo que hicieron fue separar las chapas existentes desde la construcción del edificio, con un cielorraso de PVC en toda la línea de faena. Cabe destacar que la modificación del techo surgió a partir de una nueva normativa, y se estimaba que sería una construcción que costaría más de un millón de pesos. Fue lograda no solamente por la intención del dueño, Javier Legarreta, sino a los trabajadores de la firma que pusieron la mano de obra en cada una de las tareas edilicias que hubo que realizar.
Los primeros días de este mes, finalmente se acercaron el supervisor zonal de Agroindutria, Sergio Bazterrica, y Carolina Peirano del Senasa, y juntos labraron el acta que volvió a habilitar las funciones del frigorífico ubicado en la Ruta 30.
Según indicó Sánchez Chopa, el 6 de junio ya pudieron sacar guía desde la empresa y habían comenzado a faenar.
Todavía quedan pendientes un par de obras a cumplimentar en un período determinado de tiempo, pero que no imposibilitan el normal funcionamiento del frigorífico. Como también queda por resolver la situación laboral de los empleados, que hace más de un año reclaman que trabajan sin obra social, ni seguro colectivo, ni se le pagan las quincenas como deberían hacerlo.
En este sentido, Julio Romero, delegado reorganizador de la Federación Gremial de Personal de la Industria de la Carne y sus derivados, dijo que están “trabajando para que esto se reacomode a la brevedad”.
Vale recordar que a esta demanda, a los trabajadores se les sumó que al estar la planta sin actividad y a punto de cerrar, no percibieron sus haberes por más de un mes.
El caso de Viafer
En una inspección que duró más de cinco horas, en las locaciones de Viafer encontraron algunas deficiencias que derivaron en la interrupción de las funciones. Asimismo los inspectores de Agroindustria y de Senasa observaron el proceso de faena para generar algunas recomendaciones y asesoramiento en cuanto a las etapas que debían cumplir para evitar la contaminación de la carne.
A partir de esa visita, pudieron apreciar una serie de faltantes, principalmente ligados a lo edilicio y a la infraestructura, por lo que se le dio una suspensión de diez días. Desde el establecimiento se comprometieron a realizar las reformas correspondientes en ese plazo.
Por su parte, el director de Bromatología contó que junto a Gonzalo Santamarina, director Regional de Empleo, mantuvieron conversaciones con funcionarios provinciales para determinar cuáles son los requisitos reales a los que deben ajustarse los establecimientos. El planteo principal siempre estuvo ligado a la inocuidad del producto, por lo que “siempre se mantuvo esa línea de conducta”.
En busca de
la habilitación
Fue a principio del mes pasado que representantes de la Federación de la Carne, entidad que personifica a los trabajadores del sector frigorífico, comenzaron a gestionar reuniones con distintas áreas, fundamentalmente para evitar el cierre de Mirasur. Primero fue una audiencia de mediación en el Ministerio de Trabajo de Nación, luego con concejales de todos los bloques locales, finalmente fueron recibidos por el entonces director de Asuntos Agropecuarios, Francisco Gándara, el director de Bromatología Federico Sánchez Chopa, y los concejales Rogelio Iparraguirre, José Luis Labaroní y Mario Civalleri. Tras estos pasos lograron obtener una prórroga para poder avanzar con los requerimientos fitosanitarios, cumplir con la normativa y así obtener nuevamente la habilitación.
En principio lo que los propietarios del frigorífico buscaron junto a los trabajadores, y finalmente consiguieron, es que le den más tiempo para regularizar su situación y, también, que le garanticen una cuota semanal de trabajo para mantener la fuente de empleo.
La empresa pasó por una etapa de convocatoria de acreedores por lo que habían solicitado ante el Ministerio de Trabajo que se les habilite el procedimiento preventivo de crisis, una medida similar a la que se le concedió días atrás a la multinacional Carrefour. Con la empresa en la cuerda floja, estaban en riesgo alrededor de 45 trabajadores ligados directamente a Mirasur, más unos 60 que ya sea por camiones y otras actividades también se iban a ver afectados en caso de que el frigorífico cierre.
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios