El ilustrador Rocambole estuvo en Tandil
-Fue invitado para jurar los trabajos presentados en Universo Yunque.
-Sí, nos une una larga amistad con Eduardo Rodríguez del Pino y con el escultor Enrique González de Nava. Por eso recibí la convocatoria para poder trabajar dentro del concurso de Alvaro Yunque y seleccionar los trabajos que se han recibido en la convocatoria.
-Dio una charla en el IPAT, ¿cómo se sintió?
-El local estuvo colmado y hubo un público muy atento. Recibí una especie de cariño que tuvo que ver con la escucha atenta. Tandil es una ciudad que me trae gratos recuerdos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLos comienzos
-¿El apodo Rocambole se debe al folletín del siglo XIX?
-Así es. Mi papá tenía la colección de los cuarenta tomos que se editaron en los años treinta. De chico yo los leía y una vuelta quise hacer una empresa de estampado de remeras y como marca le puse Rocambole. Me fue bien, me trajo suerte. En otra oportunidad que tenía que hacer historietas y trabajos de ilustración y separarlos de una tarea artística más clásica, así empecé a firmar como Rocambole. Además, veía cómo los humoristas siempre firmaban con un apodo y Rocambole era el que más me sonaba. También era un nombre que remitía al rock, una de mis pasiones. En un momento, Rocambole se hizo mucho más famoso que Ricardo Cohen, que no lo conocía nadie, y dejé que siguiera viviendo.
-Estudió en Bellas Artes en La Plata en medio de la dictadura de Onganía…
-Me tocaron varias dictaduras y ya tengo una edad que me ha hecho padecer parte de la historia del país. Cuando yo estudiaba, no era facultad, sino Escuela de Bellas Artes y allí, militando en el centro de estudiantes, me tocó padecer la dictadura de Onganía. A nosotros nos afectó bastante porque centró su atención en la universidad, cerró los centros de estudiantes, hizo que algunos profesores emigraran del país, la famosa Noche de los Bastones Largos. En ese momento interrumpí mis estudios y me fui con otros compañeros a tratar de formar lo que nosotros creíamos iba a ser una especie de universidad paralela y finalmente, el resultado fue un grupo de rock y una comunidad hippie.
-Luego regresó a sus estudios…
-Con la vuelta a la democracia, para el ?73, algunos compañeros que habían seguido estudiando me dijeron: ?Volvé a la universidad que está todo bien?, así que en el ?75 terminé mis estudios, pero en ese momento la cosa había empezado a ponerse espesa y, sin ser la dictadura de Videla, ya la universidad estaba en manos de fuerzas políticas bastante siniestras.
Redonditos de Ricota
-¿Cómo se produjo su vinculación con Patricio Rey?
-En La Plata, desde la época de la cofradía, siempre hubo grupos vinculados a manifestaciones culturales que podríamos llamar subterráneas. En este tiempo surgió Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, de lo que podemos inferir que cada dictadura da lugar a alguna manifestación cultural, porque si la de Onganía dio origen a la Cofradía de la Flor Solar, la última dictadura dio nacimiento a los Redondos. Es una especie de resistencia cultural.
-¿Siempre estuvo a cargo de la realización de la gráfica de los Redondos?
-Si bien yo era una persona que me dedicaba a todo lo que tenía que ver con lo visual, tenía muchísimos amigos dentro de la música del rock nacional, y lo más habitual era que cuando necesitaban algo que tuviera que ver con la imagen, acudieran a mí. Hacía afiches, volantes, tapas de disco, puestas en escena. De alguna manera, creaba la imagen del grupo.
-Todas las tapas tendrán una historia…
-Cada trabajo tiene su historia, desde que empieza a pergeñarse la idea de hacer un disco, hasta que está en la calle. En algunos casos hay un concepto formado de lo que va a ser el disco y en otros, va surgiendo en la medida que se trabaja. Con mis amigos no trabajaba como habitualmente lo hago con un cliente. Uso los métodos del diseño, como hacer una tormenta de ideas antes, y después desarrollo algún concepto que surja de lo que se está haciendo. En algunos casos el concepto lo bajaba Solari, que era el factotum intelectual, el creador de la lírica de Patricio Rey. En otros casos, tenía que empezar a improvisar yo porque los músicos estaban grabando.
-¿Cuál es la tapa que más recuerda?
-Cuando me preguntan si recuerdo una tapa en particular digo que la que más satisfacciones me ha dado ha sido el segundo disco de los Redondos, que fue Oktubre, porque el tipo de gráfica que se usó fue el más difundido por los jóvenes, que más se pusieron en las remeras, en los tatuajes, las mochilas y como disco también, porque fue seleccionado por la Rock and Pop por el voto de los oyentes como el mejor disco en veinte años del rock nacional.
-¿Qué vivencia le ha proporcionado una relación laboral de tantos años?
-Yo tuve la suerte de que este grupo de amigos míos se transformara en una suerte de fenómeno de masas y que mi obra fuera difundida de una forma que nunca me hubiese imaginado, entonces, ¿qué más quiere un dibujante?. No dejo de agradecer al destino esta situación que me puso en ese lugar.
Digital o artesanal
-¿Cómo se lleva con la computadora a la hora de crear?
-Como todo el mundo, cuando apareció la era digital me puse nervioso pensando ?¿No habrán inventado una máquina que haga que todo lo que sabemos se vuelva inservible y haga las cosas mejor que nosotros?? Eso fue muy breve y uno se da cuenta que trabajando, la computadora es una paleta más, una herramienta y que detrás, siempre está el pensamiento. Cuando inventen la máquina de pensar y crear, ahí nos jubilamos.
-Entonces, la computadora es una herramienta más.
-La utilizo y mezclo mucho, a mí me interesan las relaciones que hay entre lo digital y lo artesanal y por eso, al principio dibujo con lápiz y papel y después introduzco las imágenes dentro de la computadora y les doy algún tratamiento digital. Entonces, imprimo lo que hago y sobre lo impreso, vuelvo a trabajar manualmente. Lo fotografío, lo proyecto; hay una interacción. Me interesa saber qué pasa entre esas dos cosas que pueden parecer opuestas.
Proyectos personales
-Actualmente, ¿en qué está trabajando?
-Estoy ilustrando un libro de ficción de un amigo mío que se llama Seis calles de parque Chas. Además, estoy haciendo la tapa de un libro para una editorial española. Por otro lado, siempre viene algún amigo músico que me pide alguna tapa.
-También ejerce la docencia…
-Sí, estoy en Bellas Artes de La Plata y estoy en el área de Cultura en la universidad. Tengo cátedras en las que vengo trabajando hace más de veinte años. Estoy en dibujo para diseño y artes plásticas y doy en un seminario de animación para el departamento de Cine de Bellas Artes.
-La animación es todo un lenguaje.
-La animación es para mí un arte nuevo y puedo decir que todavía estoy aprendiendo. Es una cosa que me debía desde chico. Amaba los dibujos animados y siempre pensé cómo poder hacerlo y era bastante difícil cuando todavía no había aparecido la computadora, porque había que tener una especie de estudio de filmación para hacerlo. Si bien es un proceso arduo, lo digital ayuda. Además, a fines de septiembre se va a estrenar una película nacional que se llama ?La cámara oscura?, que dirige María Victoria Menis, que se hizo bastante conocida por ?El Cielito?. Dentro de la película hay unos cuatro minutos con una secuencia de animación que yo hice y que se podrán ver ahí.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios