El Jardín de Infantes 911 se llama, desde ayer, Cerro del Libertador y afianza su identidad

Fuerte sentido
de pertenencia

En un ambiente cálido y alegre, la directora Silvia Inorreta expresó que “es un día trascendental para esta comunidad educativa”, luego de la resolución de la Dirección General de Cultura y Educación de dar nombres a los jardines de infantes.
“A partir del 12 de abril de 2010, la comunidad educativa del jardín fue convocada para la selección del nombre, afianzando los principios de tolerancia y de respeto a las creencias y las ideas de todos los argentinos, a través de una consulta democrática, promoviendo la participación activa, hasta llegar por una decisión mayoritaria a un resultado que afirmara el consenso de todos los miembros de esta comunidad”, valoró.
Explicó que las familias y Tandil identifican a la institución fundada el 7 de mayo de 1979 como el Jardín del Cerrito, por lo que a partir de la ubicación geográfica, optaron por Cerro del Libertador.
“Nuestro jardín logra identidad, lo que genera un fuerte sentido de pertenencia en los niños y unión en la comunidad toda. El jardín está ubicado junto a un monumento histórico que recuerda al general José de San Martín, enclavado en la parte superior de un pequeño cerro, con afloramientos rocosos que emergen sobre la superficie de la tierra. El monumento es un recuerdo permanente de la vida, los valores y el ejemplo que nos legó con su accionar”, destacó Silvia Inorreta.
También manifestó que “la figura de José de San Martín tiene el primer lugar dentro de la versión de la historia que ha circulado en las escuelas argentinas, a través de los cuales se ha conformado la identidad de muchos de los ciudadanos y ciudadanas de este Estado latinoamericano”.
Para finalizar, agradeció a todos los que colaboraron y apoyaron para que se concretara el acto, con una especial mención a los niños, “a quienes debemos guiar y acompañar en su trayecto educativo que comienza en el nivel inicial y continúa en los superiores”.

Un espejo

En otro emotivo pasaje del acto, Mario Juárez, secretario de la Asociación Cultural Sanmartiniana, entregó un retrato del prócer para el jardín y compartió su “complacencia por homenajear este lugar”.
También resaltó que “el ejemplo del Libertador es hoy el espejo donde los argentinos necesitamos mirarnos” y dirigiéndose a los niños les dijo: “Les dejamos este cuadro con su retrato”.
Por su parte, el intendente Miguel Lunghi expresó que Tandil es una ciudad de cerros, que la protegen, la enmarcan, la distinguen y la identifican. “Cada uno de ellos tiene su historia, cada uno de ellos nos acerca a una figura o a varias”, agregó y mencionó al fundador Martín Rodríguez, a los pioneros y a los feligreses en el Calvario.
“En 1961, por iniciativa de la Asociación Sanmartiniana de Tandil al lugar se lo pasa a denominar Cerrito Municipal. Más tarde, en 1964, es la misma asociación que solicita al intendente que, debo decirlo, fue mi padre José Emilio Lunghi, la actual denominación de Cerrito del Libertador”, recordó el jefe comunal y le sumó que en 1965 se solicitó la construcción de la escultura.
Desde la inauguración del parque, el 20 de octubre de 1968, todos los actos en homenaje a San Martín se realizaron en ese espacio. “La imposición del nombre Cerro del Libertador a este Jardín de Infantes 911 está enmarcada físicamente en el mismo contexto del cerro, pero también en la idea que tuvieron los que crearon este lugar como recordatorio de lesión de un estratega militar y político que en todo momento supo privilegiar el bien común, la libertad de los pueblos y por supuesto, la unión de todos los argentinos por sobre sus apetencias personales”, remató.
Sobre el final, el Intendente anunció, en respuesta a un pedido de la cooperadora, la entrega de un centro de entretenimientos que incluye una PC con placa de TV y monitor de 32 pulgadas, con amplificador de audio, que será instalado por el proveedor Emmanuel Haberastegui la semana próxima.
Además, la inspectora de la rama Graciela Bismara sostuvo la importancia de la participación democrática con una consulta popular para definir el nombre y inspectora jefe distrital Mónica Poumé, vecina de la barriada, rememoró que los más chicos solían aprender el legado sanmartiniano en cada incursión al cerrito.
El cierre fue de los chicos que, junto a los padres, cantaron “El correntino”, con la energía y alegría que caracteriza a una generación que tiene derecho a aprender disfrutando.