El médico Gabriel Gondolesi marca el paso con complejos transplantes hepáticos
Gabriel Gondolesi se mostró muy contento de estar en Tandil, manifestó que siempre es lindo volver y, sobre todo, recordar su época de estudiante cuando en el verano volvía a la ciudad para hacer sus pasantías con el equipo de cirugía del Hospital.
En el centro de salud fue homenajeado por el Club Rotario Tandil Norte, a quien agradeció y reconoció que la localidad natal es algo que se lleva de por vida. “En la antigüedad la ciudad de uno era más importante que el apellido, entonces creo que es parte de uno y no se debe olvidar de sus orígenes; es más, mis deseos por ser médico nacieron aquí en la Cruz Roja, así que uno no se debe olvidar”, argumentó.
Ultimos logros
Desde su última visita a la ciudad, el equipo con el que trabaja Gondolesi ha hecho algunas contribuciones importantes tanto a nivel nacional como latinoamericano, al llevar a cabo el primer transplante multivisceral modificado, que consistió en transplantarle todo el tubo digestivo a un paciente sin el hígado, respetando el hígado y el vaso del paciente. El enfermo era portador de una poliposis que afecta todo el tubo digestivo.
Además, el profesional detalló que desarrollaron los primeros transplantes de hígado con donante vivo relacionado pero hecho en forma de video asistida, es decir por vía laparoscópica, siendo los primeros tres casos concretados en Latinoamérica.
Recientemente desarrollaron una técnica que se utilizó en cuatro casos en el mundo y el primero en Latinoamérica, que es la sumatoria de otras dos y que se llamó ‘split más dominó’. Gondolesi explicó que consiste en utilizar un hígado, fraccionarlo por la mitad y usar una parte para un paciente pediátrico y el hígado derecho implantarlo en un paciente que es portador de una enfermedad metabólica por la que él requiere un transplante pero su hígado funciona. Por lo tanto, este tercer hígado entero se le da a un tercer paciente y surge un efecto dominó por lo que se hicieron tres transplantes con un solo órgano.
La posibilidad de desarrollar estos transplantes se da en el marco de la Fundación Favaloro. El tandilense destacó que el éxito de este tipo de programas se debe a que este centro es una isla como pocas instituciones en Argentina, donde los profesionales pueden estar radicados full time al trabajo allí y hacer asistencia, docencia e investigación en el mismo lugar.
En este sentido, precisó que en la Favaloro se hacen anualmente entre 45 y 50 transplantes cardíacos; alrededor de 20 pulmonares; entre 45 y 50 de hígado; entre 60 y 80 renales; entre 3 y 5 de intestino y cerca de 10 pancreáticos.
Nuevos desafíos
A pesar de la cantidad de trabajo que posee diariamente, los desafíos continúan en su mente y son cada vez más ambiciosos. Es así que junto a su equipo y el resto del grupo que constituyeron para transplantes abdominales, están pensando en desarrollar transplantes de células y hepatositos, de los cuales se hicieron en Argentina algunas experiencias previas y se abandonó, por lo que planean retomarlas.
Esto se quiere aplicar no solamente a pacientes que tengan diabetes sino a los que tengan que operar para hacerles pancreatectomías totales; entonces a los enfermos que hoy se los transforma por cirugía en diabéticos, la idea es que se puedan usar los islotes del propio paciente, separarlos del órgano y transplantarlos para que no queden diabéticos.
Gondolsi aclaró que “se emplea en un paciente que tiene una enfermedad en el páncreas por la cual cuando se lo operó y le se le sacó el páncreas, lo transforma en diabético porque pierde una de las funciones que tiene este órgano que es la de producir insulina. Como lo que habitualmente se hace es llevar ese órgano a anatomía patológica para estudiarlo, la idea es que con ese páncreas e indicaciones muy precisas se puedan separar las células que producen insulina y volver a implantárselas en el hígado del mismo paciente”.
Por otro lado, en el área de investigación, están comenzando a trabajar en cultivos celulares con la visión a futuro de empezar a desarrollar órganos bioartificiales, lo cual no se va a lograr por un par de décadas pero es necesario arrancar.
Reconocimiento
internacional
El equipo que trabaja junto al médico tandilense tiene un reconocimiento no sólo en el ámbito nacional sino a nivel internacional. Es por eso que estos casos en los que trabajan los dan a conocer a nivel científico y se han publicado, de hecho los convocaron a relatar esta historia a nivel nacional e internacional.
En lo que respecta al transplante del donante vivo asistido, se juntaron con un grupo chileno que comenzó una experiencia paralela y armaron una publicación que saldrá pronto que se llama “La experiencia compartida en ambos lados de los Andes”.
Otra prueba de este reconocimiento es que Gondolesi pertenece a la Sociedad Mundial de Transplante y hace dos años lo reconocieron por la tarea llevada a cabo en el país. Tal es así que adelantó que en junio de 2015 se encuentra organizando por primera vez en Latinoamérica la historia del transplante intestinal, el Congreso Mundial de la Especialidad que se realizará en Buenos Aires donde Gondolesi es el presidente y el vicepresidente es Douglas Farmer, jefe del programa de transplante de UCLA, en Los Angeles.
Donación
de órganos
Por último, el experto advirtió sobre la necesidad de tomar más conciencia en lo que respecta a la donación de órganos ya que si se observa tanto en el mundo como en Argentina la curva del transplante, cada vez se separa más la necesidad con la realidad del transplante y hay grandes problemas en la concientización del donar, por lo que no hay que “cansarse de hablarlo”.
Resaltó que es real que existe una necesidad de transplantes mucho mayor que la oferta actual, a pesar de que Argentina mejoró y que está con 12 a 14 donantes por millón de habitantes por año; en otros lugares del mundo como España por ejemplo tienen un número que supera 35 ó 40.
En cuanto a las causas, explicó que son múltiples: “Los pacientes que tienen insuficiencia terminal de órganos viven más tiempo con esa insuficiencia, más pacientes son diagnosticados, pero el número de donantes no crece en igual proporción”. u
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