El ministro Sileoni defendió la educación sexual en las escuelas, frente a las críticas de un obispo
De esta manera, el titular de la cartera educativa respondió a las duras críticas del presidente de la Comisión de Educación del Episcopado y arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, quien denunció que “tienen una inspiración neomarxista”. En declaraciones a un canal de noticias, Sileoni aclaró que la educación sexual “no debe ser genitalidad”, y aclaró que la escuela no es ámbito “para repartir preservativos”.
“La educación sexual no debe ser genitalidad. Nosotros compartimos valores y queremos estimularlos. No competimos con la familia, que es la primera formadora. La escuela no debe ser lugar donde se reparten preservativos, para eso están los centros de salud de cada barrio”, remarcó el funcionario.
Además, el ministro puso de relieve que desde la cartera que encabeza se trabaja contra “el abuso sexual infantil, el embarazo temprano y las enfermedades de transmisión sexual” y por tal motivo remarcó la importancia de brindar educación sexual en las escuelas.
“Según la Iglesia, falta hablar de abstinencia y monogamia y estamos de acuerdo. Pero también es necesario aclarar que la abstinencia y la monogamia no son métodos sino conductas sexuales. Nosotros enseñamos valores, a respetar al otro y a su propio cuerpo”, sostuvo. Al ser consultado sobre los dichos de monseñor Aguer, Sileoni consideró que el prelado “representa a una línea de pensamiento de la Iglesia, aunque no a toda la institución”.
“Hay otros miembros de la Iglesia con los que hablamos, que tienen un pensamiento más amplio”, sentenció el titular de la cartera educativa. La polémica se desató por el manual Material de formación de formadores en educación sexual y prevención del VIH/Sida, elaborado por los ministerios de Educación y de Salud, cuyos contenidos fueron criticados duramente por el arzobispo de La Plata.
En un pronunciamiento de cuatro carillas, Aguer denunció que varios de los conceptos del material tienen “una inspiración neomarxista” y criticó que se entienda a la educación sexual como “la reivindicación del derecho de fornicar lo más temprano posible, y sin olvidar el condón”. “Se afirma expresamente que la escuela debe orientar sobre el uso exclusivo del preservativo como único medio de protección eficaz en la relación sexual frente al VIH, tanto para los varones como para las mujeres. ¿No sería más eficaz, e indudablemente segura, la abstinencia de las relaciones sexuales prematuras e irresponsables?”, señaló en otro párrafo.
Además, Aguer destacó que la orientación que se brinda “conduce a excluir la autoridad de los padres” y le adjudica especial gravedad a los conceptos sobre homosexualidad, dignidad de la mujer y el papel de la familia.
“Se otorga carta de ciudadanía a la homosexualidad y sus variantes” a la vez que “se menoscaba, por no decir que se desconoce, la vocación maternal que es propia de la condición femenina”, añadió el religioso.
Asimismo, remarcó que “la tan mentada neutralidad religiosa del Estado en el ámbito educativo, el célebre laicismo escolar, no es compatible con la imposición de una dogmática constructivista y atea que resulta una especie de religión secular, ajena a la tradición nacional y a los sentimientos cristianos de la mayoría de nuestro pueblo”.
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