La semana que pasó fue para el Gobierno el anticipo de las complicaciones cotidianas con las que se deberá enfrentar hasta el final de su mandato en 2011. Como una serie de dominó, el oficialismo comenzó a perder en cada uno de los ámbitos donde apostó su poder.
Cinco días fueron suficientes para apreciar el desplome de la arquitectura kirchnerista: en las cámaras del Congreso, en el Banco Central y en la Justicia. Mientras el Gabinete tambalea, los sectores empresarial y sindical reclaman por la inflación y los grupos piqueteros copan ?la calle? reclamando por ayuda social.

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Crisis 1: el Fondo del Bicentenario

Después del escándalo en torno a las reservas del Banco Central y la remoción de su ex presidente, Martín Redrado, el miércoles pasado la Sala IV de la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo rechazó el uso de reservas del BCRA para pagar deuda pública y elevó el caso a la Corte Suprema.
De este modo, el Gobierno está a un paso de quedarse sin los 6.500 millones de dólares para constituir el Fondo del Bicentenario: habiendo perdido las mayorías en ambas cámaras del Congreso después de las elecciones de junio, es muy probable que no logre ratificar el decreto presidencial de diciembre (DNU) que dispone la creación del Fondo del Bicentenario.

Crisis 2: la Justicia

Por otra parte, en las últimas semanas, a las diatribas que los voceros kirchneristas acostumbran lanzar contra la oposición y los medios de comunicación, se sumaron otras hacia el ?partido judicial?, en una obvia referencia al disgusto oficial por los fallos recientes que no resultaron favorables a la Casa Rosada.
En diciembre, por ejemplo, la jueza federal Olga Pura de Arrabal, con asiento en Mendoza, hizo lugar a la acción de amparo promovida por el diputado nacional Enrique Thomas (Peronismo Federal-Mendoza) y suspendió la aplicación de la ley de medios por irregularidades en el proceso parlamentario.
Por estos días, legisladores de la oposición avanzan en su acometida por devolver al Consejo de la Magistratura el número y las facultades que poseía antes de la reforma que implementó el kirchnerismo tiempo atrás a fin de incidir directamente sobre el Poder Judicial. 
Diana Conti, diputada del Frente para la Victoria y miembro del Consejo de la Magistratura, cargó días pasados contra la Corte Suprema acusándola de fomentar una ?campaña de desprestigio? contra el organismo que designa y remueve magistrados.

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Crisis 3: Boudou

La polémica por el uso de reservas del Banco Central, con sus idas y vueltas, trastocó también la estabilidad del Gabinete que acompaña a Cristina Kirchner.
El miércoles, el mismo día que la Justicia falló contra el Fondo del Bicentenario, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández salió a ratificar la permanencia de Amado Boudou al frente del Ministerio de Economía. En Olivos, Boudou es consignado como el responsable de la fallida estrategia para hacerse de las reservas del Banco Central, tanto por cómo encaró la primera fase de la crisis (caso Redrado), como por los avances de una cuestión que va de mal en peor.
Simple: si Boudou necesita que salgan a ratificarlo, es porque alguien ya está previendo su salida de la cartera económica.

Crisis 4: el Congreso

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En la sesión preparatoria que se celebró en el Senado en el transcurso de la semana, el bloque oficialista abandonó el recinto una vez que consiguió para José Pampuro la presidencia provisional de la Cámara alta. De esa forma, la sesión quedó sin quórum y por una semana se truncó la constitución de las comisiones de acuerdo a los resultados electorales de junio. 
La ausencia de sólo un senador, Carlos Menem, fue la que dejó al arco opositor sin el número que necesitaba para arrebatarle al Gobierno el manejo del Senado. El hecho de que ?su ayuda? haya sido Menem, muestra la decadencia que hoy padece el kirchnerismo: fue su tan denostado enemigo quien salvó a Kirchner y sus seguidores de un segundo porrazo parlamentario en manos de la oposición.

Crisis 5: la inflación
En quinto término la inflación. Mientras los gremios agudizan esta semana su ofensiva por mejoras salariales, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, amenazó a los empresarios: si pretenden reclamos salariales ?razonables?, habrán de empezar por ?tener precios razonables?, rezongó el camionero en un claro reconocimiento de la inflación. Otro tanto con los piqueteros: nuevamente volvieron a cortar el tránsito de la avenida 9 de Julio reclamando por planes sociales.
También esta semana se realizó un almuerzo en el que la presidenta Kirchner recibió a la cúpula de empresarios más importantes de la Argentina en la Residencia de Olivos. La prensa consignó que ninguno de los empresarios realizó planteos a la primera mandataria al momento de los discursos e intercambios.
Sin embargo, ellos mismos cuando aparecen en los medios de comunicación revelan la inflación que los perjudica. Que asuman una actitud silenciosa al enfrentarse a Cristina Kirchner y su esposo es una clara referencia de que Kirchner y el capital aún se respetan mutuamente. 

Crisis 6: el PJ

Por último, el miércoles también fue el día que Néstor Kirchner eligió para reaparecer públicamente después de su operación en la carótida. Con un acto del aparato del PJ que se realizó en el club Atenas de La Plata, el ex presidente arengó en sus intentos por frenar la dilución de su poder y evitar que sus seguidores lo abandonen en busca de nuevos y mejores horizontes políticos.
Desde hace ya meses, un grupo de dirigentes justicialistas que aún no conforma ?oficialmente? el peronismo disidente, avanza articulando un nuevo polo mientras se diferencian del gobernador Scioli y el ex presidente. Intendentes como Sergio Massa (Tigre), Pablo Bruera (La Plata) o Cristian Breitenstein (Bahía Blanca), junto a legisladores como Horacio González (presidente de la Cámara de Diputados), y ex funcionarios como José ?Pepe? Scioli o Santiago Montoya complican la estrategia política del oficialismo de cara al futuro.