El padre Héctor Baiza recuerda a su amigo, el sacerdote Julio I. Buezas, recientemente fallecido
En Tapalqué, su último destino pastoral, recibieron cristiana sepultura los restos del querido sacerdote Julio Ismael Buezas. Previamente, en la iglesia parroquial de San Gabriel Arcángel, el obispo diocesano de Azul, monseñor Hugo Manuel Salaberry SJ, presidió la misa exequial que fue concelebrada por la mayoría del clero diocesano.
Las palabras de despedida estuvieron a cargo del presbítero Héctor Miguel Baiza.
Le consultamos al sacerdote que se desempeña desde hace muchos años como párroco de Nuestra Señora de Begonia sobre la personalidad y actuación del religioso fallecido.
Nos comentó que ?fue vicario cooperador de monseñor Luis J. Actis. Nosotros fuimos compañeros del seminario, yo ingresé en 1948, él un tiempo más tarde de modo que compartimos parte del camino hacia el sacerdocio. Nos seguimos viendo a través del tiempo porque éramos amigos, nos ayudábamos, alentábamos mutuamente?.
Sobre las tareas que llevaba a cabo Buezas, comentó: ?Visitaba a los enfermos en el Sanatorio, la Clínica y el Hospital y estaba en todo lo que tenía que ver con lo que entonces era la Acción Católica, trabajando junto a los jóvenes?.
También agregó: ?Como todavía no estaba creada la Parroquia del Sagrado Corazón, él y el padre Batelli se llegaban hasta Las Tunitas llevando el mensaje de fe?.
Quisimos saber si el religioso estaba preparado para esta partida hacia el reino de Dios, nos dijo: ?Fue una persona que tenían grandes cualidades, a raíz de sus problemas de salud estaba internado en Flores y en los últimos tiempos me decía ´estoy preparado, tengo la conciencia tranquila y sólo espero el momento de la partida´. Fue un hombre ejemplar, dedicado a los fieles, a las almas, a los más necesitados. Voy a extrañarlo como amigo y religioso?, puntualizó el padre Héctor Baiza.
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Sobre el sacerdote
?Había nacido en Roque Pérez, lugar donde fue ordenado sacerdote por monseñor Manuel Marengo el 19 de diciembre de 1959.
Sucesivamente desempeñó su ministerio sacerdotal en distintas parroquias de las diócesis de Azul, y fue párroco de Nuestra Señora del Carmen, de Benito Juárez; Nuestra Señora del Rosario, iglesia catedral de Azul, y San Gabriel Arcángel, de Tapalqué.
En todos los destinos pastorales que trabajó por mandato del obispo, tuvo una predilección especial por los más pobres, predicó siempre, con la palabra y el ejemplo, el Evangelio de Jesús, se interesó por la renovación catequística y fundó varias capillas en los lugares donde fue párroco.
El presbítero Julio Ismael Buezas también se desempeñó como profesor del Seminario de Azul, y como vicario parroquial de Tandil, Laprida y otras parroquias.
Las vocaciones sacerdotales fueron una preocupación constante a lo largo de su ministerio, y como responsable de la Obra de las Vocaciones, promovió la Adoración Eucarística para pedir al Señor muchas y santas vocaciones.
Con otros sacerdotes promovió también la renovación litúrgica, estando muy cerca por aquellos años de las enseñanzas impartidas por el Concilio Vaticano II.
Desde la parroquia de Benito Juárez, de la que era titular, alentó los encuentros promovidos por otro recordado sacerdote, el padre Osvaldo Catena?.
(www.aica.org)
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios