El pulso político de la semana
La semana se esfumó surcada por asuntos que quemaron al oficialismo, aunque la pirotecnia fue más contundente como ruidosa en las internas de la oposición tras lo que deparó las PASO, una instancia que, como otras, terminó siendo una mera mueca de un sistema democrático cuyos actores políticos se las ingenian para dejar mal parada a la mismísima política.
Respecto a las quemaduras de distinto grado para el paso de la gestión, tan sólo exponer ante la opinión pública que algunos asuntos lograron incomodarlos, empujándolos a una reacción que no alcanzó para evitar que quede instalado que a favor de promocionar acciones de gobierno se termina exagerando, incluso no diciendo la verdad. Algunos lo llaman mentir.
Uno de esos asuntos tuvo que ver con el plausible programa PASE, por el cual los estudiantes de escuelas públicas obtienen su boleto gratuito para utilizar el transporte público.
Ya desde el gremio docente se había hecho alusión al asunto no cuestionando el programa lanzado, pero sí refiriendo a la escasa transparencia del manejo de los dineros del fondo educativo. Bajo ese tren su subió la crítica del kirchnerismo, que entendió que al promocionarse el programa nunca se dijo que provenía de fondos de Nación.
En efecto, por más explicaciones y excusas que se ensayen, desde el lunghismo se obvió la mención. Se respondió con chicanas y que si bien los fondos provenían de allí, fue este Municipio y no otro el que tomó la decisión de adoptarlo para dicho plan. Es verdad, como también que en uno de sus párrafos en la mismísima página oficial de internet habla de recursos propios para la iniciativa.
Cámaras
Otra de las incomodidades que debió atravesar fue por la información publicada en estas páginas que aludió a los magros, sino nulos, resultados que hasta aquí evidenciaron las cámaras de seguridad instaladas con su respectivo centro de monitoreo.
Puntualmente se aludió a la mala calidad de las imágenes que se registraban, como su mala ubicación y el dudoso monitoreo que se practica.
Rápidamente desde el gabinete lunghista se buscó desacreditar la especie, aduciendo que han sido elegidos nuevamente por un programa televisivo dedicado precisamente a emitir imágenes de esas características, puesto que la calidad es mucho mejor que en otros distritos. También se respondió con que desde la misma Justicia que se critica el sistema se pidieron oficios (alrededor de 60) por determinadas causas, que de no tener un buen servicio no hubieran sido peticionadas dichas imágenes.
También se ensayó como respuesta que en verdad recién el servicio cobrará real magnitud con las nuevas cámaras y la respectiva fibra óptica, que las actuales podrían tener algunas fallas y por eso las mejoras por implementar.
Sin desmerecer el esfuerzo económico destinado para el asunto, y sabedores de que la herramienta no dará soluciones mágicas, desde aquí se insiste en lo que oportunamente expertos en la materia indicaron: tanto agentes judiciales como policías ratificaron que hasta aquí las cámaras no aportaron nada para esclarecer, ni mucho menos prevenir algún ilícito. Es más, ni siquiera sirvieron para aportar elementos que permitan sustanciar un expediente sobre una simple contravención, como sería un choque automovilístico.
También llama la atención que para la ubicación de las mismas no se consulte a quienes conviven a diario con el delito, léase: fiscales y policías. A consultas de este medio, ninguno dijo haber sido invitado formal o informalmente para dar a conocer sobre el sistema a implementar, y mucho menos a conceder una opinión para asesorar sobre la mejor opción. Acerca de los encargados de ejercer el monitoreo, muchas versiones corren por los pasillos del palacio comunal. Lo más liviano que se aduce es que se trataría de agentes poco capacitados en la materia, y si ayer el castigo para un municipal sancionado era el cementerio, ahora es el centro de monitoreo.
Muecas
Y si de mentiras se habla, bien podría introducirse en los gestos y señales tras las PASO que dejó buena parte de la oposición que ostenta no sólo próximas bancas en el Concejo sino también el sillón de Duffau.
La operación massista dejó expuesto al mutualista Raúl Escudero, quien a horas de competir en una interna y perder, no dudó en reunirse con quien hoy ostenta el rol de mayor adversario del kirchnerismo. Hasta que la prueba de la foto no se ventiló, el presidente del PJ intentó evitar referirse al encuentro. Con la prueba en mano, ensayó ambiguas explicaciones que ni sus compañeros de lista comprendieron.
De hecho, mientras Escudero insistió con el coqueteo y la indefinición, otros referentes del mismo espacio sí se definieron a favor de aceptar el resultado y acompañar a quienes ganaron.
La otra escena con ribetes tumultuosos se transitó en la mismísima interna massista, en la cual ganó un extra partidario como el macrista Claudio Ersinger. El productor lechero se vio sorprendido frente a la maniobra política comandada por el mismísimo dueño de los votos, Sergio Massa.
Duró poco el festejo. Ahora se abrirá la lista y se mecharán los candidatos de los distintos espacios que compitieron. Desde el Pro, proclives a mostrar un perfil de orden, mesura y control, apeló al reglamento, sin tomar nota que la política muchas veces, sino siempre, no va de la mano de las reglas establecidas a favor de la suma del poder. Y si alguna duda quedaba, ni siquiera el reglamento los acompañaba en la resistencia, puesto que en un frente político como en el que compitieron, nada expresa sobre las exigencias que ellos defendían a la hora de conformar la lista. u
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