El restaurante Ladran Sancho inició una movida solidaria y hasta el momento entregó 620 viandas
El lunes volverán a entregar platos solidarios a personas que lo necesiten. “Estaría buenísimo que se copie un poco más y que entre todos podamos salir de ésta que es difícil”, recalcó Juan Echeverría, uno de los propietarios del comercio.

En tiempo de cuarentena, donde las necesidades afloran como nunca, los gestos solidarios se destacan de una manera particular. Es el caso de los propietarios del restaurante Ladran Sancho, situado en Belgrano 591, frente a la Plaza Independencia, que la semana pasada dieron inicio a una movida solidaria a partir de la cual entregaron 620 viandas a personas que necesitaban un plato de comida.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailUno de los propietarios del lugar, Juan Echeverría, contó a El Eco de Tandil que todo surgió cuando hablaron con sus proveedores para considerar la posibilidad de que donaran mercadería para hacer platos para personas que lo estuvieran necesitando.
“Tuvimos colaboración de varias empresas como Daedaz, Punto Carne, Panadería 9 de Julio, Frutería Bautista, Distribuidora de la Sierra, Manuel Lorenzo, y de una papelera, fueron los proveedores que primer nos donaron la mercadería y entregamos entre lunes, martes y miércoles de la semana pasada 620 viandas., de las cuales en Sancho el lunes se entregaron unas 60, 70, el martes otras 90, y el miércoles unas cien”, indicó.
Expuso que el resto de las viandas las donaron por intermedio de la Mesa Solidaria a distintos lugares.
“Ellos nos contactaron, primero con Sergio Nuñez de la bicicletería comunitaria de Tandil e hicimos una olla para entregar a un comedor, al otro día fuimos a La Movediza 2, un barrio con mucha necesidad, que una persona de la Mesa Solidaria me acompañó hasta ahí, hicimos la entrega de otras 50 viandas, y el miércoles fuimos a Aeronáutica 2700 que hay dos chicas que están asistiendo 50 familias, y también les llevamos 50 viandas”, puntualizó.
Y agregó que “en principio la iniciativa era para que lo fueran a buscar al negocio, después al ver que nos quedaba mercadería buscamos un lugar donde donar. La forma de comunicarlo fue a través de la tele, de Eco TV, de las redes sociales, la gente compartió muchísimo, todos nuestros conocidos y mucha gente que nos ofrecía darnos una mano, cocineros, clientes, amigos, familias, todos se ofrecieron para ayudarnos, y ahí empezaron a llamarnos para ver si aceptábamos donaciones”.
Una nueva entrega
A raíz de que continuaron recibiendo donaciones, les fue posible agregar otra jornada solidaria hoy, que van a estar de 12 a 13.30 entregando el plato solidario.
“Nosotros le damos prioridad a los que van a buscar a Ladran Sancho, y después con las viandas que me quedan yo las entrego. La cantidad de gente que fue, era más o menos la que esperábamos”, indicó.
Recordó que “anteriormente habíamos dado una mano en algunos comedores que nos habían solicitado, pero no a tan gran escala y todo se fue dando naturalmente y gracias al apoyo de la gente”.
Por otra parte, contó que la iniciativa la tomó de “un amigo que tengo en Azul, que él empezó a hacer viandas en abril, que arrancó con 10 y terminó haciendo como mil en todo el mes. Tiene una casa de comidas, así que pensé que acá también lo podíamos hacer y me parecía un gesto gigante, fabuloso, que habla de un corazón gigante”.
“Yo estaba haciendo un mandado en el auto y cuando llegué le dije a mi socio ‘hagamos algo, no podemos estar así parados teniendo el medio’, porque si nos donan mercadería y yo tengo la cocina y los cocineros porque no hacerlo”, sostuvo.
Salir de ésta entre todos
“Estaría buenísimo que se copie un poco más y que entre todos podamos salir de esta que es difícil, y no está solamente pensado para personas indigentes sino en general para todos porque hay chicos que vinieron a buscar una posibilidad a Tandil, a estudiar y se tuvieron que quedar acá por no poder volver a su ciudad, mientras los padres no le pueden mandar plata y están sin poder comer un plato de comida”, señaló.
Y añadió que “también hay familias cuyo sostén era el padre que se dedicaba a cortar pasto por ejemplo y viene y te dice que se le cae la cara de vergüenza pero que tiene que venir a buscar la vianda porque no tiene cómo darle de comer a su familia. La gente es muy agradecida y a muchos les tomamos el teléfono para volver a llamarlos cuando hagamos de vuelta”.
“Si queda algo y seguimos recibiendo donaciones lo vamos a seguir haciendo”, finalizó.