El sciolismo se despega de Feinmann, Bonafini y Kicillof
Dirigentes sciolistas de primera línea salieron hoy a despegarse de las polémicas declaraciones que lanzaron en los últimos días varios referentes del kirchnerismo, al afirmar que no los “representan” y que “hay otras voces que son más importantes” dentro del espacio.
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La polémica la abrieron el ministro de Economía, Axel Kicillof, que calificó a Sergio Massa como “forro”; la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, que insultó al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti; y el filósofo José Pablo Feinmann, que dijo que la gobernadora bonaerense electa, María Eugenia Vidal, “puede terminar en una trata de blancas”.
En el entorno del candidato presidencial del oficialismo, Daniel Scioli, no cayeron bien esas declaraciones, que se sucedieron con pocas horas de diferencia y en un momento delicado: a sólo horas del debate con Mauricio Macri y a poco más de una semana del balotaje.
Por ello, los tres fueron desautorizados por el funcionario bonaerense José “Pepe” Scioli, hermano del candidato presidencial, y por el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien viene marcando diferencias con el kirchnerismo duro desde hace varias semanas.
“Las voces de Hebe de Bonafini y Feinmann no nos representan”, sentenció “Pepe” Scioli, quien sólo excluyó de esa definición a Kicillof, al aclarar que “el ministro de Economía ya pidió disculpas por lo que dijo”.
Y en un intento por terminar de despegar al postulante presidencial de esa facción del oficialismo, el funcionario agregó: “A Daniel lo conocen de toda la vida. Saben que corrige lo que hay que corregir. Lleva con orgullo la bandera del peronismo”.
Urtubey, en cambio, fue más duro al señalar que “afortunadamente hay otras voces que son más importantes e interesantes” y agregó: “Por ejemplo, ayer escuché al candidato a presidente Daniel Scioli hablar en otra sintonía totalmente diferente”.
El salteño, que en las últimas semanas se diferenció del kirchnerismo con declaraciones contundentes, expresó en declaraciones radiales que “la Argentina ya expresó claramente que la gente no quiere ese tipo de enfrentamiento nunca más”.
“Yo no soy neutral. Estoy trabajando fuertemente para que gane Daniel Scioli. Pero creo que gane quien gane, hay una fase de la política argentina que tiene que ver con la violencia que va a quedar atrás”, resumió Urtubey.
Las tensiones entre el kirchnerismo y el sciolismo se sienten desde antes de la primera vuelta electoral del 25 de octubre y se incrementaron tras los sorpresivos resultados de ese día, a pesar de que todos apuntan a derrotar a Mauricio Macri en las urnas.
Entre los peronistas reina el descontento por las actitudes del sector más duro del kirchnerismo, que tuvieron su punto más álgido hace pocos días en la sesión de la Cámara de Diputados donde el bloque oficialista forzó la designación de dos dirigentes de La Cámpora en la Auditoría General de la Nación (AGN). NA
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