El Taca e Hijos volvió a trabajar tras el megaopertativo policial

Corría el último mes del año pasado cuando efectivos de la Policía Federal llegaron procedentes de Capital Federal para llevar a cabo un megaoperativo de allanamientos con el comercio denominado El Taca e Hijos. La presencia de policías modificó el ritmo habitual del barrio, que ante la llegada de foráneos enseguida avisaron a los medios.
Fueron 90 policías los que trabajaron, hubo filmaciones que se mostraron en canales capitalinos porque desde Tandil el procedimiento había sido positivo dado que se habían encontraron autopartes sin sticker, cuños, municiones de escopeta, cédulas verdes apócrifas y otra perteneciente a un vehículo con pedido de secuestro.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailVilla Italia Norte observó el 5 de diciembre pasado cómo un emblemático comercio de la zona quedaba clausurado hasta tanto la Justicia se expidiera.
El propietario del lugar, Roberto Franco, optó por no hablar con la prensa en aquel momento, aunque deslizó que no estaba infringiendo ninguna ley y que no entendía el enorme despliegue policial procedente de manera sigilosa desde Buenos Aires.
Denuncia
Lo que derivó en el allanamiento a El Taca y sus distintos galpones, según informó el sector de prensa de la policía, se inició por la Dirección General de Desarmaderos del Ministerio de Seguridad de la Nación, que fue el lugar donde se recibió una denuncia que apuntaba directamente al negocio en cuestión. Se dio intervención por medio del Juzgado Federal 1 de Azul a la Policía Federal Argentina, interviniendo para llevar a cabo esta tarea la División de Sustracción de Automotores, quienes protagonizaron los allanamientos.
La investigación que derivó en los allanamientos comenzó en Tandil mucho antes, con las distintas tareas de inteligencia llevadas a cabo por personal policial de civil, que arrojó como resultado ciertos indicios como para librar la orden de allanamientos y verificar las autopartes y otros elementos que en el sitio se comercializan.
Reapertura
Luego de bastante tiempo sin funcionamiento, las puertas del comercio ubicado en Lavalle al 1100 reabrieron y lentamente todo parece volver a la normalidad.
Si bien desde Policía Federal de Buenos Aires se mencionó que la causa seguía su curso normal, el comercio en cuestión pudo sacar la faja de clausurado.
Las autopartes sin sticker, cuños, municiones de escopeta, cédulas verdes apócrifas y otra perteneciente a un vehículo con pedido de secuestro, que habían generado un operativo calificado como exitoso, se podría llegar a reducir a una causa por infracción a la ley de residuos peligrosos.
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