Elaboraron una guía con herramientas para los trabajadores de la salud frente a la pandemia
La iniciativa del Sistema Integrado de Salud Pública recopila una serie de recomendaciones para acompañar al personal sanitario a proveer cuidados de salud mental y apoyo psicosocial ante el Covid-19.
El Sistema Integrado de Salud Pública difundió una guía para cuidadores de la salud mental ante el Covid-19 que reúne una serie de herramientas para el acompañamiento de los trabajadores de la salud del partido de Tandil a proveer cuidados de salud mental y apoyo psicosocial ante el contexto actual de emergencia sanitaria por el coronavirus.
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El documento, elaborado por el concejal Luciano Grasso y que contó con el aporte de la Dirección de Salud Mental Comunitaria, se creó con el fin de dotar de una serie de elementos que permitan a los profesionales abordar el impacto que genera en la salud mental de las personas esta situación actual, en medio de la vigencia del aislamiento social preventivo y obligatorio decretado por el Estado nacional.
A lo largo de los distintos capítulos, brinda recomendaciones para la población en general, para quienes se encuentran en cuarentena, para el apoyo psicosocial, y otras consideraciones para el cuidado de las personas que cumplen tareas en el sistema sanitario tandilense.
En definitiva, el material pone a disposición información y recomendaciones que faciliten el abordaje del impacto de la pandemia sobre la salud mental y procura “reestablecer y sostener el bienestar de las personas, prevenir las consecuencias del distanciamiento y/o aislamiento social y las implicancias en los diferentes grupos poblacionales tales como niños, niñas y adolescentes, adultos mayores, personas con condiciones crónicas y también en el propio sistema sanitario”.
Consideraciones
Entre las consideraciones y recomendaciones para la población general, la guía plantea que, mientras dure la pandemia, “es esperable que algunas personas se sientan con mayor nivel de ansiedad, estrés, mal humor, angustia y preocupación. En este sentido, pueden surgir diferentes sensaciones y pensamientos como respuestas, ya sea por parte de las personas directamente afectadas, así como también de la población en general.
Algunas sensaciones o pensamientos pueden ser miedos, frustración, desorganización y aburrimiento, enojo, tristeza y sensación de soledad, y en cada caso sugiere una serie de acciones.
Repasa algunos factores de estrés específicos y enumera las posibles consecuencias que pueden tener a largo plazo en las comunidades y familias, y ante la pregunta “¿qué debemos hacer?” propone “reforzar la confianza en los servicios de salud, así como también mostrar empatía y comprensión respecto a la enfermedad; la forma de comunicarnos y brindar información es fundamental para evitar la estigmatización, y entonces, la selección y utilización de las palabras cobra un lugar muy importante”.
En aislamiento
En otro de los pasajes, la guía ahonda en recomendaciones para quienes se encuentran en el contexto de aislamiento social y sugiere que resulta importante que “los cuidadores estén en contacto” con las personas que se encuentran cumpliendo con esta modalidad en sus casas, “ya sea por vía telefónica u otros medios tecnológicos”.
Sucede que, más allá del concepto, “deben mantenerse los vínculos con cercanía presencial, exceptuando la física”, por lo que brinda también recomendaciones para trasmitir en estos casos.
Presencia de niños, de adolescentes y personas mayores
En otro apartado se enfoca en sugerencias ante la presencia de niños y niñas en el contexto de pandemia por el Covid-19, las cuales apuntan a “fomentar la escucha activa y una actitud comprensiva; las actividades creativas y recreativas tales como pintar, dibujar, cantar, bailar, puede conducir a manifestar las emociones y expresar lo que con palabras les es dificultoso y a través de ello exteriorizar los temores, el miedo, la tristeza, el enojo”.
Además “se debe favorecer un ambiente de mayor atención a los niños y niñas, con
presencia física y simbólica y manifestaciones concretas que garanticen el bienestar y la seguridad; el lenguaje debe ser considerado en todas sus expresiones, verbal y no verbal; se deben planificar las actividades diarias y mantener orden y rutinas habituales”.
Ante la presencia de adolescentes, la guía indica que resulta “muy importante intentar establecer un contacto fluido con este grupo etario, una apuesta constante al ‘sentarse a conversar’, comunicarse de igual a igual, sin menospreciar sus sentimientos y percepciones de la realidad en este momento”.
“Al estar expuestos a la constante información por el uso permanente de redes sociales, será fundamental ayudarlos a discriminar que sí es relevante y oficial, de lo que no lo es”, y además “necesitan de la presencia de personas adultas como faros posibles que orienten”.
Asimismo, y ante la presencia de adultos mayores, recomienda una serie de puntos a considerar, dado que se trata del “grupo social más vulnerable en esta pandemia”.
“Es importante comprender que necesitan tanto del aislamiento social como de la vincularidad emocional para dar sentido a su vida. Desde el contexto familiar y sanitario es importante dar esa contención y apoyo emocional”, destaca.
La información compartida “debe ser simple, clara, no alarmante” y también resulta importante que “comprendan y practiquen todas las medidas de prevención, considerando las adaptaciones pertinentes para personas con alguna discapacidad”.
Cuidando a los que cuidan
En el último apartado, la guía contempla una serie de recomendaciones para los trabajadores que cumplen tareas como enfermeros, médicos, conductores de ambulancias, administrativos, mucamas, entre otros, dado que “es importante cuidar la propia salud mental y el bienestar psicosocial de todo el personal”.
“Esta es una situación única y sin precedentes para muchos trabajadores de la salud. Deben hacer uso de todas las estrategias que le sean útiles para aliviar el estrés y tener presente que esta no es una carrera de velocidad, es una maratón a largo plazo”.