En el marco de un hecho cultural se inauguró el teatro Bajosuelo
De ahora en más existe un nuevo espacio, un nuevo escenario para el teatro tandilense ubicado en Rodríguez 457, un lugar que a través del tiempo ha estado ligado a las artes plásticas, a la música y a los ensayos sobre tablas. Lo más cercano fue Vereda Musical, que funcionó allí hasta el fallecimiento de Moncho Techeiro. Después la nada, cuando parecía que sería uno de los tantos negocios tradicionales que bajaron sus persianas por una u otra razón. Y cuando parecía que sucedería esto, decíamos, se comenzaron a ver movimientos en el lugar y llegó a esta redacción la buena noticia: Gustavo Lazarte estaba levantando un nuevo teatro. Y la alegría entre la gente de la cultura no se hizo esperar, tirando buena onda para quien en estos tiempos difíciles se atreve con una apuesta nada menos que cultural. Que, convengamos, no es precisamente lo que vende. Y fue así que el sábado en horas de la noche muchísima gente se dio cita en Bajosuelo para acompañar al director teatral en esto que podría llamarse una cruzada por una de las ramas del arte.
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Palabras y sensaciones
Gustavo comenzó citando una frase de Peter Brook: “Cuando el teatro es necesario, no hay nada más necesario”, que fue seguida de un emocionado aplauso. Y prosiguió: “Estoy muy feliz esta noche. Este espacio nace para darle a la ciudad un nuevo lugar para desarrollar la actividad teatral local o foránea y de una inquietud que es el poder ensayar nuestras obras desde Murallón Teatro y poder mostrarlas. El lugar lo conocí hace muchos años, hacíamos teatro en el Bar Tito con el grupo Los Cuatro, y Moncho nos invitó a ensayar en su casa porque no teníamos lugar, y su casa era Vereda Musical. De modo que para mí fue importante descubrir y ahora redescubrir este lugar”, comenzó diciendo para continuar: “Nuestro objetivo mayor es poder brindar los espectáculos como lo venimos haciendo, de la forma más profesional y que la ciudad lo pueda disfrutar. Además esta sala tiene un padrino artístico, Julio Lester, gran amigo del teatro independiente, un gran actor y personalmente un referente artístico y de la vida”, concluyó previamente a los agradecimientos a todos los que hicieron posible este nuevo espacio teatral, incluyendo a los afectos más cercanos, colegas, amigos, empresas, personas individuales, Unicén y Municipio que le brindaron su apoyo en esto que, desde estas páginas, llamamos cruzada.
La carta que emocionó a todos
Entre las muchas salutaciones que se recibieron por la creación del nuevo teatro hubo una en particular que fue leída para el público. Decía así: “Querido Gustavo. Lamentablemente no podré estar presente en el acto de apertura de teatro Bajosuelo debido a que estaré en Buenos Aires por una circunstancia igualmente feliz, el casamiento de una sobrina. Es por ello que deseo transmitirte que adhiero de corazón a tan loable y necesario emprendimiento, que como hombre de la cultura y amigo personal me llena de orgullo. Permitime contarte en dos palabras que ese lugar donde construiste este teatro está cargado de historia de arte y de bohemia, recordarás que durante muchos años estuvieron allí mismo los hermanos Techeiro; pero yo, que soy bastante dinosaurio, te cuento que en ese mágico subsuelo tenía su atelier el querido y recordado artista plástico Blas Scarso, quien me honró con su amistad y sabiduría cuando el que suscribe era apenas un adolescente. Una vez allá a lo lejos en una larga mesa tendida en ese mismo espacio tuve el honor de comer empanadas y tomar unos vinos de los buenos sentado nada más ni menos que frente a Mercedes Sosa, Jaime Torres y Domingo Cura, siendo Blas el anfitrión. Te digo el año y todo: 1970. Bueno, has plantado tu casa sobre tierra fértil para el arte, por ello y por todo lo que vendrá te deseo lo mejor de lo mejor, porque este es un jalón de gran trascendencia en tu larga y reconocida trayectoria, afectuosamente Raúl Echegaray”.
El reconocimiento
El intendente Miguel Lunghi, presente en el acto junto a su director de Cultura y otros representantes del área, hizo entrega a Gustavo de una réplica de la Piedra Movediza y entre otras palabras dijo: “… mi padre hacía teatro y andaba por toda la zona. Lo disfrutaba como en esta noche este grupo de amigos reunidos en este lugar con la historia de los hermanos Techeiro y donde nosotros veníamos en un país que no era fácil y comprábamos los cassettes que grababan de acuerdo al pedido ´en negro´, porque los originales eran muy caros… y ya de ahí viene la historia argentina…”, dijo ante una audiencia que se reía mientras los más memoriosos asentían recordando viejas épocas. “Te quiero felicitar porque este es un lugar para emocionarse, reflexionar y para mucho más que da el teatro, que es cultura, y por lo tanto es educación. Tandil tiene el Teatro del Fuerte, La Confraternidad, San Pacífico, El Bicentenario, Club del Teatro donde el Municipio comparte y ayuda y ahora tenemos este lugar nuevo”, y agregó La Fábrica, debido al murmullo que fue haciéndose voz desde la audiencia. “Es verdad, La Fábrica”, señaló ante el olvido pidiendo perdón. Prosiguió el Intendente: “Hace poquitos días he firmado un control sobre el teatro Cervantes que está bastante listo para comenzar. No sé si Roberto lo firmó (por Tassara, el rector de la Unicén), supongo que sí y también está firmado por Manuel Martínez Martínez, de modo que con eso creo que le vamos a estar dando un gran empuje a la cultura tandilense, entre todos como tiene que ser. Cuenten con la comuna para la cultura y educación”.
Lunghi pidió que se acercara al escenario Julio Lester: “Es un amigo con quien jugábamos al básquet, no le hacíamos el tanto a nadie, pero nos divertíamos. Y por ser el mayor (risas) vas a entregarle la Piedra Movediza que es nuestro ícono…”.
La voz del padrino
Julio Lester, entre divertido y emocionado, entregó el obsequio a Gustavo Lazarte diciendo que se sentía honrado por la distinción “Y a esta altura de la vida mucho más honrado…”. Y parafraseando un viejo dicho le apuntó: “Vos Flaco has sido actor, escenógrafo, director y ahora tenés tu propio teatro, de manera que cerraste el círculo”.
Estas palabras recibieron el cariñoso aplauso del público que se dio cita en Bajosuelo, disfrutando posteriormente de un cóctel de apertura.
Y así nació para ser disfrutado este nuevo espacio cultural que viene a sumarse a otros escenarios de la ciudad, a otras tablas, para beneplácito de tandilenses y foráneos.
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