En el Museo Municipal de Bellas Artes se exhibe la interesante muestra “Elipsis”

Con una instalación sonora interactiva, el artista tandilense plantea ocupar física y acústicamente un espacio tridimensional.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“Elipsis” se estructura a partir de una composición acusmática, del tipo sonomontaje, que suena en forma permanente por altavoces instalados en la sala y que está realizada, principalmente, a partir de sonidos y paisajes sonoros de los que graba en forma habitual. En el centro de la sala hay una estructura que sostiene fonoproductores a disposición del público para generar sonidos y un diseño lumínico basado en la descomposición de la luz blanca por difracción mediante un prisma en movimiento dentro de una sala a oscuras con una única fuente de luz direccional y cerrada que apunta desde el piso hacia arriba.
-¿Cómo fue pensada “Elipsis” desde el concepto?
Pablo Bas: -En tanto instalación sonora interactiva que se desarrolla en el tiempo, contiene una especie de narrativa, tal vez varias narrativas paralelas, transcurriendo en capas yuxtapuestas. Coexisten en la espacialidad las formas, la luz, el movimiento y, por supuesto, lo sonoro y lo musical. Estas posibles narrativas se completan y se transforman con la presencia y la acción de quienes ingresan al espacio de la obra, que así pasan a formar parte de un todo. Un juego dialéctico de equilibrios, desequilibrios y transformaciones, en el que los sonidos y silencios son el eje destacado, a través de un dispositivo que propone diversas escenas sonoras, donde cada persona tiene un papel para jugar.
-¿Cómo definiría la instalación sonora interactiva?
-El concepto de instalación sonora surge a finales de los años sesenta con Max Neuhaus, el primer artista en hablar de ‘instalación sonora’ para definir sus obras como ‘una percepción nueva del lugar gracias al sonido’. Una instalación sonora dialoga, interfiere y resuena con el espacio que la aloja y con su entorno. Pero, además, transcurre en el tiempo transformándose, mutando, de modo que la percepción del oyente siempre se modifica. En una instalación convergen e interaccionan recursos expresivos provenientes de diferentes lenguajes pertenecientes a disciplinas artísticas diversas; podría decirse que se trata de un tipo de obra audio-visual-espacial. La interactividad en el caso de “Elipsis” hace que la construcción de la obra se complete con las acciones de quienes en ella participan, lo que posibilita que la obra nunca sea igual a sí misma.
Organización
-¿Cómo se llegó desde el armado a “Elipsis”?
-El armado comienza, de alguna manera, cuando surge la idea original. La obra es también el dispositivo que la materializa y el modo con que éste se presenta, por lo tanto, se completa, más tarde, con el espacio en el que efectivamente se monta y luego con las personas que la nutren e interactúan.
Entonces, en un principio se impone articular lo que emerge como ideal respecto de la idea original con las posibilidades materiales y funcionales reales que permiten concretar la obra. Por otra parte, está la vida propia de la obra que, luego de haber sido expuesta en diferentes espacios y de haber sido visitada por distintas concurrencias, va transformándose en cada puesta.
-“Elipsis” hizo un recorrido previo.
-Fue expuesta en 2013 en el primer Congreso Internacional de Cine y Nuevas Tecnologías de la Facultad de Arte de la Unicén. Luego de importantes transformaciones fue seleccionada para la BRA2014, Bienal Regional de Arte del Museo de Bellas Artes y Arte Contemporáneo (Mbamac) de Bahía Blanca y, más tarde participó en la muestra Equilibrio–Desequilibrio / Post Humanidad y Medio Ambiente que organizó el Centro de Experimentación e Investigación en Artes Electrónicas (Ceiarte) de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Sobre “Elipsis”
-¿Qué otros detalles puede dar del montaje?
-“Elipsis” tiene variados componentes tales como un sonomontaje realizado en mi estudio de sonido -con gran cantidad de registros sonoros tomados en diversas geografías y tipos de ambientes naturales, artificiales, públicos, privados, etc. que fueron procesados y modificados-, un sistema de amplificación de audio, una estructura de hierro que yo diseñé y realizó un herrero, un dispositivo de luz y de descomposición de la luz, fonoproductores, un caligrama, entre otras cosas. El armado de la instalación en la sala del Museo comenzó con la diagramación y ocupación del espacio con los materiales y su acustización.
-¿Qué reflexiones puede hacer en torno a la obra?
-Una de las cosas que más me interesa es que la obra hable por sí misma y que cada persona que concurra a la sala, decida de qué se trata. De todos modos, puedo referirme a los aspectos que me motivan y en los que pongo mayor énfasis que es, por un lado, mi interés como músico y artista sonoro, en el contexto de nuestra cultura preeminentemente visual, de colocar en primer plano el universo sonoro que habitamos y que cotidianamente construimos individual y socialmente. También me apasiona lo que tiene que ver con el desarrollo y ampliación de las sensibilidades auditivas, con la posibilidad de reparar, al menos y por un instante, en el enorme potencial de captar sutilezas que un órgano, como el oído, es capaz de proporcionarnos. Por otro lado, y de un modo más particular, me interesa que la evolución y las transformaciones de diferentes y sucesivas escenas sonoras dentro del marco espacial y lumínico de la obra, permitan crear ambientes y climas que a cada persona, en asociación libre, la pueda transportar y situar en diversos mundos entre lo real y lo imaginario.
-¿Cómo participa el público de su propuesta?
-Las personas que llegan a la obra tienen la posibilidad de escuchar los sonidos que se reproducen en forma permanente y de introducirse en los ambientes que el sonido, la luz y el espacio proponen. A la vez, pueden accionar y participar en la construcción de dichos ambientes, produciendo sonidos con los elementos dispuestos para tal fin, para que idealmente articulen y dialoguen con lo que está sonando a partir de una escucha profunda del entorno sonoro que se presenta. La exploración de las posibilidades tímbricas de los fonoproductores que la obra posee, a partir de aguzar las sutilezas sonoras de los sonidos que se producen, puede ser una clave para una buena experiencia.
La experiencia
-¿Cómo fue su experiencia en la inauguración?
-Fue sumamente positiva, estoy muy feliz porque me sentí muy cómodo y a gusto junto con una gran cantidad de público muy cálido y entusiasta, de todas las edades, interesado en la propuesta, con muchos de los cuales tuve la oportunidad de conversar, de recibir sus comentarios y experiencias con la obra.
También tuve la oportunidad de compartir junto a colegas, profesionales y con otros artistas, con quienes tuve el honor de estar en la inauguración. Quiero destacar, especialmente, la labor de Indiana Gnocchini, directora del Mumbat, por dar lugar a expresiones como el arte sonoro que no son tradicionales en un museo de Bellas Artes. Ella y todo el personal del museo me han tratado maravillosamente.
-¿Cuáles son sus expectativas para este mes de exposición?
-Tengo mucha expectativa por lo que la obra puede producir en los visitantes al museo, me gustaría que cada uno tenga una buena experiencia y que la propuesta cause interés en el público para que vaya a conocerla y se acerque al museo. Me sentiría muy satisfecho si, como consecuencia de la presentación de ésta obra, se abre un nuevo canal en el espacio del Mumbat y en otros espacios de arte de la ciudad, para que el arte sonoro y otros artistas que trabajen con instalaciones y/o intervenciones sonoras, tengan mayores posibilidades para mostrar sus producciones y de vincularse con la sociedad. Y, por supuesto, poder volver más adelante a mostrar mi próxima propuesta.
Sobre el artista
Pablo Bas se desempeña como músico, compositor, artista sonoro, diseñador de sonido, productor y docente. Es autor de música original para bandas sonoras de cine, video, teatro, danza, web e instalaciones sonoras entre otras realizaciones. Posee intereses artísticos, experiencia profesional y formación en las artes audiovisuales y la fotografía.
Acaba de estrenar “12 sueños”, obra musical basada en relatos oníricos de Carl Jung en el Theatro Municipal de Praça das Artes de São Paulo, Brasil en el marco del Festival Sonoridades que, bajo su idea y dirección, compuso en guitarra junto a la pianista Ana Foutel y la cantante Natalia Cappa, la que se apresta a presentar por el interior del país.
Es miembro de Argentina Suena, proyecto del Centro de Experimentación e Investigación en Artes Electrónicas (Ceiarte) de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Para él compuso por encargo la obra “Tandilofón circadiano” con la premisa de realizar una obra acusmática basada en sonidos propios de Tandil que forma parte, junto con obras de compositores de todo el país, de un repertorio que intenta dar cuenta de los paisajes sonoros de la Argentina actual.
Su obra acusmática “Cadencia chicha” ha participado en programaciones de festivales y ciclos radiales en Cuba, Brasil, España y Argentina.
Es director del ciclo de seminarios y conciertos de música contemporánea “Música y Arte Sonoro / Tandil” que desde 2007 que ha realizado con al apoyo de la Unicén y el municipio local, entre otros.
Editó en forma independiente el disco “Pez Cubo” con música de su autoría.
Es autor del libro “Audio Digital”.
Ha trabajado en la restauración y masterización de grabaciones del archivo científico sonoro del Instituto Nacional de Musicología Carlos Vega, proyecto financiado por Grammy Fundation, Estados Unidos.
Como docente dicta clases en Facultad de Arte de Unicén, IPAT, Instituto 10 y en el Instituto La Salle de San Martín. Asimismo dicta cursos privados de Edición de Sonido para ciegos. Ha sido profesor en UP, Image Campus e Instituto de Arte Multimedial Da Vinci entre otros.
Durante 8 años fue colaborador especializado en Audio Digital en las revistas Users, Power y Dr. Max.
Trabajó en Radio Nacional como musicalizador en la década del 90.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios