En Tandil advierten que la inflación licuó los ingresos de la Asignación Universal por Hijo
El subsecretario de Desarrollo Social, Rubén Dieguez, consideró ayer que si bien se trata de una medida que había que adoptar, la inflación de los primeros meses de 2010 ya licuó los ingresos por la Asignación Universal por Hijo, algo que no disminuyó los pedidos de asistencia que se entregan desde esa cartera municipal.
?La situación sigue igual, si bien ahora esas personas tienen asegurado un ingreso sobre todo en familias más numerosas, pero aún no ha logrado descomprimir la situación? señaló ayer Dieguez, al ser consultado al respecto durante una entrevista concedida a Multimedios El Eco.
El funcionario indicó que en lo que va del año el ciclo inflacionario ?ha licuado todos esos ingresos, porque quien más cobra por la Asignación Universal por Hijo está entre los 500 y 600 pesos, que es el máximo, cuando el resto percibe 150 pesos?.
Por eso, reiteró que esos ?600 pesos para el que no tiene un ingreso fijo, si bien ayuda, no alcanza a descomprimir la situación de fondo que se mantiene. Eso no quiere decir que no se trate de una medida buena que había que tomar?.
Además, el subsecretario de Desarrollo Social mencionó que aún impacta en los sectores de menores recursos ?una caída en el trabajo, sobre todo lo relacionado a la construcción, que es donde primero acceden, pero se han caído muchos puestos y ahora lo más regular es esta asignación por hijo?.
Después de un comienzo de año con fuertes subas, la inflación empezó a desacelerarse en abril y se espera que la tendencia se mantenga al menos hasta junio. La mala noticia es que igualmente el costo de vida parece haber encontrado un nuevo piso en torno al 1,5 por ciento, con lo que se espera que el índice anualizado vuelva a ubicarse por encima del 20 por ciento.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer el índice oficial, que está por debajo del 1 por ciento, después de haber acumulado en el primer trimestre de 2010 una suba del 3,5 por ciento. Sin embargo, la mayoría de los analistas y consultores privados estima que el dato real asciende al 1,5 por ciento.
Los movimientos de precios que afectan la economía desde principio de año no pasaron desapercibidos para los que perciben el beneficio de la Asignación Universal.
Según estimaciones de consultoras, el aumento de la canasta alimentaria en ese período fue de 222 pesos, mientras que en la total 253 fue de pesos. Por esto, los economistas advierten que el proceso inflacionario que el Gobierno nacional insiste en desconocer se ?comió? los aportes. El impacto es tal que, de hecho, hoy se discute un incremento en el beneficio que lo eleve a los 300 pesos.
La iniciativa, que se presentó a fines de octubre y que comenzó a ser percibida en diciembre del año pasado, buscó engrosar los bolsillos de las familias sin trabajos formales. Sin embargo, la inflación hizo que el aporte del Estado nacional dure muy poco.
Mientras públicamente el oficialismo sigue negando la existencia de inflación, fuentes oficiales y versiones en los medios nacionales anticipan que en las próximas semanas la Nación podría anunciar un aumento del 60 por ciento en el monto que entrega por esta ayuda, lo que la elevaría a 300 pesos mensuales por cada hijo.
En los corrillos políticos se afirma que el Gobierno nacional tiene la decisión tomada respecto de este tema, pero esperará el contexto político y económico adecuado para hacerla pública. No se descarta que el anuncio sea parte de una serie de medidas que los K estudian implementar durante los festejos del Bicentenario.
Aunque jamás lo van a admitir en público, los funcionarios nacionales saben a ciencia cierta que la inflación se ?comió? buena parte del poder adquisitivo de los trabajadores y también de los beneficiarios de este plan social.
Ahora esperan el ?tiempo político? acorde para que este gesto sea visto, justamente, como lo que es, el sinceramiento de que existe un alza de precios sostenida.*
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