Evalúan el impacto del revalúo fiscal en el impuesto inmobiliario y bienes personales
A partir de este año el impuesto inmobiliario de la provincia de Buenos Aires aumentó un 56 por ciento promedio, a raíz del revalúo fiscal para actualizar el valor de las propiedades. La última actualización se hizo en 2005 y ahora se busca igualar la cotización fiscal de los inmuebles a los precios de mercado, de esta manera pagarán más las propiedades con mayor valor.
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La actualización de los montos traerá aparejado que muchas propiedades de clase media que hasta ahora no pagaban el impuesto por Bienes Personales ahora tengan que abonarlo y aportar al fisco. El mínimo no imponible de este tributo para 2018 es de $1.050.000, una suma a la que se llega rápidamente si se cuenta con una propiedad y un automóvil.
La revaluación fiscal tendrá un impacto sensible en la recaudación, ya que hasta diciembre un inmueble con una valuación fiscal de 260.000 pesos, por ejemplo, a partir de enero de este año para ARBA la cotización es casi 10 veces mayor.
Desde la Agencia de Recaudación aseguraron que “la valuación del inmobiliario ha sido actualizada aproximándose al valor de mercado” y “para que el revalúo no afecte significativamente a los contribuyentes, se establecieron topes que limitan el incremento del impuesto”
En busca de
valores reales
Hacía 13 años que no se hacía una revaluación de los inmuebles. Tanto en 2015 como en 2016 y 2017 lo que habían hecho es informar a los escribanos de una valuación fiscal para impuesto al acto, allí ese valor se multiplicaba por un índice corrector que daba el monto para la escritura, de todas maneras aún seguía por debajo de los valores de mercado.
Cuenta el escribano Marcos Badillo, que dentro de los inmuebles urbanos, tanto construidos como baldíos, fueron estos últimos los que más sufrieron el aumento. “Si bien los valores estaban muy por debajo del mercado, me ha pasado en la escribanía que algunos lotes baldíos se fueron muy arriba. Por ejemplo un terreno que se vendía en 60.000 dólares, ahora está en un millón ochocientos mil pesos”, detalló el escribano.
Este año el revalúo que se presenta ronda entre los 1000 y 2000 por ciento, aunque Badillo comentó que hay casos en que un inmueble que en 2017 valía 82.000 pesos hoy con la normativa pasó a valer poco más de dos millones, alcanzando el 3000 por ciento. “En estos casos puntuales seguramente generen algún mecanismo de ajuste, porque no puede estar por sobre lo que vale en realidad un terreno”, distingue el notario. A la vez, cabe tener en cuenta que el año pasado existían lotes con un valor de 5.000 por ciento y se vendían en 500.000, lo que demuestra que la valuación estaba muy atrasada.
Con respecto a las compra-venta de inmuebles, que se rigen por el valor de mercado, no se verían afectadas en principio, aunque si el valor de venta es menor a la valuación fiscal ARBA obliga a retener la diferencia.
Por otro lado, Badillo rescata e informa que el impuesto de sellos, que es el que graba a las operaciones honerosas, bajó del 3,6 al 2 por ciento.
Preocupación por
los bienes personales
La medida claramente buscar tener valores más reales y parejos con el mercado, de esta manera aquellos que no pagaban bienes personales estarán en la obligación de hacerlo. “Quienes tenían un departamento de un dormitorio que valía 60.000 pesos, hoy su valor es de 800.000 pesos, entonces ahora lo va a tener que declarar”, ejemplifica Badillo.
Por su parte desde el ámbito hotelero plantearon su preocupación con respecto a las consecuencias de la medida para el rubro. El presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Tandil, Luis Cerone, contó que a fines de enero se reunió personalmente en Mar del Plata con la subsecretaria de Turismo Martina Pikielny junto con otras delegaciones de ciudades cercanas, para plantearle la problemática del impuesto inmobiliario. “Nos ha generado a los habitantes una angustia importante, ya que la primera cuota vence el 14 de febrero y no hay tiempo real para revertirlo”, explicó.
En todo lo que incumbe a la hotelería el aumento fue de un 75 %, pero Cerone planteó que el problema es más grave porque con la revaluación fiscal comenzarían a pagar bienes personales. “Así es que un hotel que valía cinco millones pasó a valer 40 millones, y si bien la sociedad paga por sí misma, también tienen accionistas que pagan bienes personales”, manifestó.
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