Falso placer
Señor Director:
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Estamos molestos y en cierta forma indignados porque la droga invade cada vez más a los adolescentes. Cuando hablamos de droga, nos referimos a una enfermedad que ya es frecuente en nuestra sociedad y cuando hablamos de enfermedad queremos explicar que es una discapacidad involuntaria, pero lo más importante es destacar que esta adicción suele ser progresiva y fatal.
Al mismo tiempo que se consumen drogas como el paco, marihuana, cocaína; los adolescentes o los mismos adultos se hacen adictos también al tabaco, alcohol y a los remedios, como la aspirina, ribotril y analgésicos.
Nos gustaría tratar de cambiar estas actitudes hacia las adicciones porque día a día se van instalando y se van transformando en nuestras costumbres. El error está en creer que, a través de las adicciones, se pueden alcanzar metas, sueños, ilusiones, que en el momento los adictos creen no tener, pero en ese instante de falso placer provocan ?un viaje de ida?, un camino sin retorno y sin vuelta…
Por ello, las adicciones causan la muerte prematura por sobredosis o complicaciones orgánicas, es decir, el descontrol se produce por no poder limitar el uso, por la intensidad del uso y por las consecuencias en las conductas del uso. En otras palabras, es el abuso del consumo lo que provoca esta maldita enfermedad.
Por todo eso decimos: ¡nosotros no queremos formar parte de este mal que ataca a las personas sin fijarse en edad, tamaño, color o clase social!
No podemos ni queremos hacer oídos sordos a este flagelo que, de alguna manera, nos involucra a todos, porque ¿quién no conoce a alguien víctima de la adicción?
En consecuencia, nos preguntamos: ¿Quién tiene las herramientas necesarias para tratar este problema?
Sabemos perfectamente que de nosotros no depende la solución, pero sí la mirada crítica como adolescentes que vivimos en una sociedad de consumo.
Por todo lo dicho anteriormente creemos necesario destacar lo que dice el señor Carlos Damín, jefe de toxicomanía del Hospital Fernández: ?La mayoría de los adictos que encaran un tratamiento vuelve a consumir en algún momento, pero eso no implica una recaída ni un fracaso, porque la conciencia del problema está instalada?.
En definitiva creemos que nunca es tarde para tomar conciencia de que las adicciones acercan más a la perdición que a los sueños perdidos y que siempre se puede volver a empezar.
Alumnos de 8vo. año del turno tarde
Escuela Media Técnica 3
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