Fernando Ceroli: recorre los mares del mundo con la música
Nacido en Villa Italia, tiene fuertes recuerdos del club Unión y Progreso que fue como su segunda casa. Recuerda a los amigos del barrio que aún sigue viendo cada vez que viene a Tandil, donde estuvo hasta los quince años, cuando se trasladó a Olavarría por el trabajo de su madre, donde estuvo con ella un par de años hasta que se fue a estudiar a Mar del Plata hasta el 81, momento en que se fue a España”.
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Sobre dónde estudió música, el artista contó que lo hizo en el Conservatorio de Tandil y en el de Olavarría. En La Plata se recibió de psicólogo. Después de varios años decidió dedicarse por entero a la música y se fue a España a dar conciertos.
Con entrada gratuita
El viernes 17 se marzo estará en el Salón Blanco del palacio municipal para tocar un repertorio selecto de “clásicos populares y populares clásicos Chopin Mozart Beethoven Lizst, Tchaicovsky, García, Gardel, Páez, Mores, Aznavour, Lennon, Mc Cartney, Queen y Ariel Ramírez”, le cuenta a El Eco Multimedios.
-¿Cómo es ser músico en un crucero?
-Embarco un mínimo de seis meses, a veces hasta diez. Y trabajo en un crucero con 2500 personas, pasajeros de toda procedencia aunque ahora más que nada se orienta al turista hispano parlante. Toco en el piano bar, el restaurante, el salón de baile, en varios espacios ya que en el crucero tenemos siete pianos y en cada uno de ellos toco. Hago cuatro pases de media hora por noche y también tenemos una orquesta dominicana que se dedica al baile, tocan básicamente bachata, merengue, salsa. También hay una orquesta brasileña que trabajo como sostén de los shows de teatro y en el casino. Yo soy solista.
-¿En qué empresa?
-Pullman Tour, subsidiaria de Royal Caribbean, tiene cinco barcos, cruceros medianos, ahora los nuevos llevan hasta nueve mil personas. Nosotros llevamos dos mil quinientas, el barco es más grande que el Titanic.
-¿Cómo es interactuar con personas de todo el mundo?
-Muy lindo. Básicamente, además del trato con los clientes, es el trato con los compañeros porque tenemos de treinta nacionalidades con los cuales compartimos muchos meses diariamente y uno aprende mucho de las diferentes culturas. Tenemos compañeros filipinos, indonesios, brasileños, ecuatorianos, de muchas partes del mundo. Y con los pasajeros cuando saben que sos argentino siempre te piden tangos. Lo que pasa es que conocen cinco o seis…
A fuego lento…
-¿Les da el gusto de lo que piden o prefiere enseñarles lo que es verdaderamente tango.
-No, siempre me piden Por una Cabeza… más que La Cumparsita y les toco dos o tres clásicos y alguno que no conocen, por ejemplo A Fuego Lento, Yuyo Verde, entre otros. Y les gusta mucho. Hay públicos que piden básicamente música brasileña y los más abiertos son los ingleses, culturalmente han escuchado más música. Los españoles adultos mayores son mucho de paso doble, música antigua. Y los jóvenes son del rock liviano, como es el español.
-¿Cómo es eso de música a la carta?
-Trabajo con una carta de más de mil trescientos temas y se los doy y me piden los temas que quieren y eso es muy bueno, porque si no, toco los que a mí me gustan. Al principio complacía todos los pedidos, pero luego me di cuenta que si a mí no me gusta no puedo hacerlo bien.
-¿Cuál es el tema más tocado?
-No llores por mí Argentina. A nivel clásico lo hiper popular, Para Elisa, La marcha turca, Danubio Azul y los temas de The Beatles.
-Durante un crucero, en el bar hay gente que va y escucha la música; en tanto, otros charlan y están en la de ellos, ¿cómo hace?
-Hace treinta y cinco años que hago piano bar, más de diez mil noches tocando. Y me acostumbré que la gente fue y me encontró, no que fue a verme. Entonces hay que acostumbrarse a tocar aunque haya ruido, incluso mucho ruido. Hay gente que es muy maleducada. Y como tengo pocas pulgas yo también me paso.
-¿Qué hace?
-Hay veces que pido que pongan música y espero que se vayan. Tengo mucha flexibilidad en mi trabajo, felizmente.
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