“Las señoras que se casaron me van a entender? me voy a volver una p… hasta el 2 de noviembre”, dijo Florencia de la V a Susana Giménez, para justificar algo que no tiene por qué ser justificado como es la profunda emoción que siente por la inminente unión con su pareja de hace ya una década, Pablo Goycochea.
Con una esbelta figura producto de su incursión en el método de gimnasia pilates y vestida de rojo, Florencia de la V visitó el ciclo “Susana Giménez” para dar la noticia que todos estaban esperando en el ámbito del espectáculo argentino. Porque si bien se sabía que pronto llegaría la boda, la actriz y bailarina aún no había dicho cuándo era y dónde. “Lo dije acá porque es el living de la familia argentina”, dijo “Flor” a la diva de los teléfonos.
“Es algo que nunca pensé que me pudiera pasar a mi? es una relación de diez años de mucho amor y de haber pasado muchas cosas juntos. Cuando me lo dijo por primera vez yo no me creía merecedora de algo así”, advirtió, y contó que tuvo que hacer terapia para digerir el pedido de matrimonio de su novio Pablo.
Claro que, terapia y amor de por medio, Florencia cedió. “Ahora estamos en un momento en que yo digo ¿por qué no? ¿por qué no me puedo casar y ponerme un vestido blanco?”, señaló.
Así las cosas, el casamiento entre Florencia de la V y Pablo Goycochea tendrá lugar el 1 de noviembre en el Salón Tattersall con 250 invitados, el vestido será diseñado por Jorge Ibáñez y el objetivo es tirar la casa por la ventana.
“Voy a ir por Libertador con un auto convertible. Quiero que la gente de Libertador salga y me salude con un pañuelo blanco”, dijo la actriz que va camino al momento más trascendente de su vida.
Florencia también explicó que la idea es que los asistentes disfruten de la fiesta. “Va a ser un casamiento no de mesa sino más informal, de living, que la gente se siente, se tire o haga lo que quiera”, indicó, además de aclarar que tiene casi totalmente decidido no contraer la unión civil. “Mejor? así si te separás no le tenés que dar el cincuenta por ciento; mirá lo que me pasó a mi”, aconsejó una simpática a la vez que experimentada Susana.
Sin perder el humor que la caracteriza, Flor se mostró, sin embargo, muy sensible al hablar de su boda. “¿Sabés cuándo me cambió la vida? Uno siempre está anhelando lo que no tiene y en esa búsqueda pierde la felicidad, porque tanta ambición no deja ver lo que hay al lado -confesó-. Pero ahora puedo decir ?estoy viviendo un momento maravilloso?. Es decir ?soy feliz con esto?”.
Flor informó que, a pesar de estar muy ocupada con los planes de su boda, no dejará de trabajar. Seguirá haciendo durante julio “El champán las pone mimosas” junto a Gerardo Sofóvich, quien también vive este momento con gran emoción. “Gerardo está sensible porque es como mi papá”, acotó la actriz.
Para agosto Florencia tiene programada una gira nacional también con “El champán las pone mimosas” y, tras la boda, irá a Villa Carlos Paz con un nuevo espectáculo que anunció con bombos y platillos y, que según dijo, la mostrará renovada. “Vuelvo con todo?, sentenció. (Reporter)

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