Hidroponía: el arte de cultivar sin suelo
El sistema de siembra gana adeptos entre quienes buscan consumir alimentos más sanos y amigables con el medio ambiente. Productores locales incentivan la implementación de la técnica con proyectos en menor escala que permitan dar los primeros pasos en la ecoagricultura.

Hace no mucho tiempo se pensaba que las plantas crecían gracias al agua, la radiación solar y la tierra.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailNo fue hasta el siglo XIX cuando un grupo de investigadores descubrió que las raíces absorben los nutrientes esenciales a través de iones inorgánicos disueltos en el agua, por lo que en realidad el suelo sólo actúa como medio de reserva y conservación.
Este hallazgo ha permitido el desarrollo de tecnología aplicable a nuestro tiempo y a las actuales necesidades para sostener los recursos naturales existentes. Uno de los sistemas que más se utiliza es la Hidroponía.
El término Hidroponía proviene del Griego Hydro (agua) y Ponos (labor o trabajo) lo que significa “trabajo en agua”. Esto es debido a que la novedosa técnica que permite cultivar plantas utilizando agua y soluciones minerales en lugar de suelo.
Actualmente, esta actividad está alcanzando un gran auge en los países donde las condiciones para la agricultura resultan adversas. Combinando este método con un buen manejo del invernadero se llegan a obtener rendimientos muy superiores a los que se obtienen en cultivos a cielo abierto.
De hecho esta alternativa encontró una buena solución a un problema al que se enfrentan a diario instituciones, empresas y organizaciones del sector agrario en el mundo: poner freno a la contaminación de suelos y acuíferos ocasionada por los drenajes de los cultivos.
En nuestra ciudad, el apogeo de la ecoagricultura va sumando adeptos y ya son cientos los que optan por el autocultivo a través de huertas orgánicas o de la implementación del sistema hidropónico como método sustentable y amigable con el medio ambiente.
Cultivar en el agua
Para conocer las bondades que otorga esta técnica, El Eco de Tandil, dialogó con los productores Agustín Moauro y Leonel Páez, encargados del emprendimiento Jardines Serranos. Los jóvenes brindaron en detalle las particularidades del sistema y destacaron el interés que despierta la actividad.

Hidroponía, una novedosa técnica que permite cultivar plantas utilizando agua y soluciones minerales en lugar de suelo
-¿A qué se debe el auge del método hidropónico?
-Leonel Páez: en realidad este sistema de cultivo es ancestral pero en nuestro país se está implementando hace pocos años. La importancia que fue cobrando se la ha dado precisamente la conciencia ecológica porque las nuevas generaciones tienen una relación mucho más amigable con el medio ambiente y a pesar de que nuestro territorio tiene suelos fértiles y ofrece muchas oportunidades de cultivo, hoy se buscan otras alternativas más saludables.
-En la práctica ¿cómo funciona el sistema?
-Agustín Moauro: fundamentalmente el trabajo que realizamos nosotros es con plantines aunque también se puede hacer desde la semilla. Estos plantines se colocan en pequeños trozos de espuma fenólica que brinda sostén y las raíces salen por debajo para quedar en contacto directo con el agua. Este medio líquido provisto además de sales minerales les permite nutrirse y por lo tanto, no necesitan ningún tipo de sustrato ni tierra.
-Leonel Páez: hay que tener en cuenta que todas las plantas necesitan lo mismo pero en distintas cantidades según su especie. Nosotros cambiamos la solución y las proporciones que cada cultivo requiere.
-¿Tiene demanda eléctrica?
-A.M.: en algunos casos sí se necesita de la electricidad. El que armamos cuenta con una bomba que permite que el agua vaya recirculando aunque también se puede generar un sistema autónomo si por ejemplo, se utilizan paneles solares que es algo que estamos por implementar. Igualmente el consumo es mínimo porque solamente se genera gasto en el momento que la planta está recibiendo el goteo.
-¿Hay ahorro de agua?
-L.P.: en líneas generales se necesita menos cantidad porque el contacto con la planta es directo y no se desperdicia en el resto del terreno pero siempre hay que evaluar la especie, porque algunas necesitan más que otras. Con este método básicamente suplimos las necesidades para que crezca en las condiciones óptimas.
-¿Qué se puede cultivar bajo este método?
-A.M.: en sí, hay algunas limitaciones. Por un lado, se pueden crear jardines verticales hidropónicos que tienen una función ornamental o estética y que requieren de cuidados específicos. Por otro y ya más orientado a la producción, pueden cultivarse frutos rojos, hortalizas, aromáticas.
-L.P.: actualmente se está investigando y avanzando sobre los tubérculos aunque esto requiere de un sistema más complejo. Tenemos que pensar que es el futuro de la agricultura y por lo tanto, la tecnología apunta en ese sentido.
-¿Varía el sabor de los productos?
-A.M.: es muy distinto porque la planta conserva el sabor original. La planta durante su desarrollo no está sometida a ningún proceso de fumigación debido a que no tiene contacto con el suelo. Es cien por ciento orgánico.
-L.P: además el objetivo es buscar que la planta crezca en las mejores condiciones nutriéndose en un medio líquido y cuidándola de los factores externos para que las plagas no la ataquen y así se evite recurrir al uso de los agroquímicos. En caso de ser necesario algunas sustancias que se utilizan en huertas como el alcohol de ajo, pueden servir porque son totalmente naturales.
-¿Es necesario que el sistema esté bajo techo?
-L.P.: puede estar en cualquier lado mientras reciba luz solar pero lo ideal es que esté en invernadero para que las plantas tengan una temperatura más estable. A su vez la producción a la intemperie siempre corre más riesgo a la hora de quedar expuesta a una plaga.
-A.M.: si no se cuenta con mucho espacio, este método se puede desarrollar en un balcón siempre que tenga la cantidad de luz que necesita el cultivo y se le dé el correcto cuidado de hidratación y sales minerales.
-En cuanto al tiempo de crecimiento ¿es el mismo que en tierra?
-L.P.: puede ser igual o más rápido pero siempre depende de las condiciones medioambientales de su hábitat. En el caso de la lechuga, por lo general se desarrolla bastante más rápido y después para el consumo, apenas se lava como para quitarle el polvillo.
-¿Reciben muchas consultas sobre esta manera de cultivar?
-A.M.: la gente consulta mucho por lo tradicional como son los cajones de huerta pero también muchos están solicitando asesoramiento sobre este sistema. De a poco se está imponiendo y esto es muy positivo porque aporta grandes beneficios.
-L.P.: el interés primordial en el método hoy por hoy está muy arraigado a la calidad de vida porque sobre todo al no utilizar químicos, es sumamente saludable. Hoy hay muchos productos que se sobrefertilizan y esto es una cuestión delicada.
Auténticos entornos verdes
Desde hace ya unos años, la jardinería vertical es la actividad que mayor interés suscita entre quienes buscan optimizar espacios verdes y fomentar el restablecimiento sustentable de las ciudades.
Tanto en Europa como en América Latina, arquitectos, paisajistas y profesionales relacionados con la construcción y el medio ambiente se inclinan por la construcción de jardines verticales y techos verdes con la finalidad de adquirir los conocimientos necesarios para incorporar esta alternativa a sus proyectos.
También conocidos como muros verdes, estas estructuras permiten aprovechar los espacios urbanos, embellecer un lugar y aportan muchos beneficios, entre los cuales figuran el recuperar oxígeno, atenuar los ruidos y limpiar el aire de smog. Existen dos variedades: los hidropónicos y de sustrato.
En líneas generales, se construyen sobre la base de paneles pre-cultivados o de un sistema de cultivo de fieltros. Se coloca un aislante para que no afecte la humedad a la pared, luego un doble fieltro donde van las plantas y un sistema de riego automático que funciona mediante una bomba que las provee de agua constantemente.
-¿Cómo es el armado de estos jardines?
-A.M.: básicamente a las plantas se les quita la mayor parte del sustrato, se las ubica mediante un diseño en los paneles y suplimos las necesidades nutritivas a través de un fertilizante para que puedan florecer normalmente. Se pueden usar distintas variedades y el secreto está en saber combinarlas ya que algunas necesitan mucho sol y otras mucha sombra. Primero hay que ver en qué lugar se quiere instalar y luego se elige el tipo de vegetación para que pueda subsistir. La cantidad de riego está sujeta al espacio donde se ubican y según la especie, hay que realizar una pequeña poda cada dos o tres meses.
-Esto se impone sobre todo en grandes conglomerados urbanos…
-A.M.: sí, totalmente en Colombia hay edificios enteros recubiertos por jardines verticales y en Buenos Aires o ciudades con pocos espacios verdes se implementan mucho porque la gente necesita conectar con la natural y advierten que los entornos que contienen estas estructuras invitan a estar más cerca. Es una manera de optimizar distintos ámbitos y a su vez, estar en armonía con lo naturaleza. Además no conllevan grandes tareas de mantenimiento y agregan un valor estético muy importante al espacio donde se incorporan.
Una solución a futuro
La agricultura es un sector muy conservador con mucha inercia y barreras al cambio, donde los métodos “tradicionales” persisten, no obstante, los impulsores de la transformación están siendo cada vez más convincentes. El movimiento hacia una agricultura más segura está surgiendo ya en todo el mundo, y el cultivo sin suelo está liderando este crecimiento.
Por otra parte, la población mundial alcanzó en 2018 los 7 mil millones de personas, y se proyecta que pasarán los 9 mil millones para el 2050. A pesar del aumento de residentes en el planeta, el paradigma alimentario dominante se está resquebrajando.
Cambio climático, mayores sequías, degradación de suelos, enfermedades, exceso de fertilización, escasez de fósforo, contaminación del agua, sobrecarga de químicos, destrucción de polinizadores, y pérdida de biodiversidad. La sumatoria de estos factores configuran una amenaza hacia el enfoque “tradicional” de producción de alimentos.
En reconocimiento de estos problemas, cada vez más crece la demanda de alimentos de mayor calidad y más sanos, con un menor impacto sobre nuestro medioambiente.
La hidroponía como práctica agrícola, puede ayudar a alimentar a las ciudades en el futuro, al tiempo que cumple con las demandas de los consumidores y asegura la buena salud de los sistemas ecológicos.