Hoy, mano a mano con Alejandro Fernández
Inició sus estudios musicales a los 14 años en el Conservatorio de Música Isaías Orbe, donde concluyó sus estudios de piano bajo la tutela de la profesora Susana Tolosa.
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En el año 2011 finalizó el postítulo superior de piano bajo la dirección del maestro Guillermo Zaragoza en el conservatorio Luis Gianeo de Mar del Plata.
Participó y fue becado en numerosos cursos para su crecimiento musical, de los cuales se destacan las Jornaladas de Interpretación Musical del maestro Jordi Mora, trabajando obras de Rachmaninnof, Brahms y Liszt, las clases magistrales dictadas por el maestro Ricardo Zanon en Necochea, los cursos de Interpretación Barroca en el año 2002 con el maestro Daniel Gerenzon, clases magistrales del maestro Michael Hartenberg en los años 2005 y 2009 y realizó estudios particulares de piano con el maestro Fernando Pérez en el año 2006 y 2007 y de música de cámara con el maestro Rafael Gintoli.
Actualmente toma clases de piano con el maestro Orlando Milla.
Realizó presentaciones en público como músico solista y de cámara en conciertos organizados por el Conservatorio de Tandil, en la Casa de la Cultura de Rauch, en el teatro Municipal de Bahía Blanca, en la ciudad de Pinamar, en el teatro Colón de Mar del Plata, en la Schubertiadas organizadas en el Aula Magna de la Universidad del Centro de Tandil.
Todos los años organiza diferentes conciertos gratuitos de piano solista y de música de cámara en el Salón Blanco de la Municipalidad de Tandil con el fin de promover la música clásica, abarcando repertorio de diferentes períodos estilísticos y dejando espacio para presentar siempre obras de diferentes compositores argentinos.
Actualmente se desempeña como profesor de piano en la escuela Polivalente y en el Conservatorio de Música Isaías Orbe, donde dicta varias asignaturas, piano, música de cámara, historia de la música, apreciación musical, entre otras.
El mejor café: En nuestra ciudad el Golden, pero a la mañana.
El mejor consejo que le han dado: Que nunca me olvide que estudiar música es divertido.
La banda de sonido de una película: El señor de los anillos.
La reunión ideal: Juntarme a ensayar, entre mates y conversaciones.
Tiempo perdido: Esperas en el banco.
Tiempo valioso: Los momentos con mi familia.
Un actor: Luis Brandoni.
Un amigo: No puedo mencionar uno solo, son aquellos que están conmigo.
Un amor: Mis mujeres: Laura, Jazmín y Pía.
Un animal: El perro.
Un artista plástico: Pablo Picasso.
Un auto: Poco sé de autos, pero por gusto elijo a Toyota Corolla.
Un color: El violeta.
Un conductor de televisión: No puedo responder, no habitúo a mirar televisión.
Un disco: El primer disco que compré, Claudio Arrau, un pianista chileno, interpretando las sonatas de Beethoven.
Un enemigo: El cansancio.
Un escritor: Ernesto Sábato.
Un ideal: Tener los pianos afinados.
Un juego o juguete: El Teg.
Un legado: La cultura, en todos sus aspectos.
Un libro: Tengo que mencionar dos que me fascinan y leí más de una vez, El Quijote de Miguel de Cervantes y El Túnel de Ernesto Sábato.
Un lugar: Cualquiera en donde abunde lo verde (con mate, por supuesto).
Un proyecto: Poder realizar un festival de música clásica en la ciudad.
Un recuerdo: Uno que siempre vuelve es los juegos que realizábamos con mis amigos hasta la madrugada siendo sólo unos niños en el pasaje de mi infancia.
Un referente: Cualquiera de los profesores que tuve. Cada uno de ellos me hizo ver de diferentes maneras el amor por la música. Pero me corresponde mencionar a Susana Tolosa, quien me embarcó en este camino.
Un sabor: El agridulce.
Un sueño: Llegar a tocar bien el piano… si eso se pudiera medir.
Un viaje: El viaje al sur que realizamos con mi familia el verano pasado, en donde me impactó la inmensidad del desierto.
Una actriz: Meryl Streep
Una banda extranjera: Pink Ployd.
Una banda nacional: Serú Giran o cualquiera donde haya estado Charly.
Una bebida: El mate.
Una cábala: No sé si es una, pero siempre tiendo a chasquear los dedos en silencio antes de alguna acción que dependa de la suerte.
Una canción: Chipi Chipi de Charly.
Una causa: La revalorización de los músicos independientes.
Una cuenta pendiente: Estudiar historia.
Una época: El Romanticismo, principalmente la primera mitad del siglo XIX.
Una estación: El invierno.
Una fecha: El 24 de junio.
Una flor: La margarita.
Una fragancia: La menta.
Una fruta: La naranja.
Una obligación: Cumplir con las obligaciones burocráticas de mi trabajo.
Una obra de teatro: “La casa de Bernarda Alba”.
Una película: “La vida es bella”.
Una posibilidad: La posibilidad de sembrar y de aprender nuevos conocimientos y experiencias mediante la enseñanza.
Una pregunta: ¿Cómo es posible que se le dé tan poca importancia a la educación artística en las escuelas?
Una prenda de vestir: La chomba.
Una tradición: Comer un buen asado de vez en cuando y, si es cordero, mejor.
Una utopía: Que el conservatorio de la ciudad tenga el lugar que se merece para su ejemplar funcionamiento. Muchos no lo saben, pero de él han salido músicos que están entre los mejores del país.
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