La economía norteamericana se sumerge en una recesión profunda y prolongada
Según cifras publicadas el viernes por el Departamento de Comercio, las ventas al por menor en Estados Unidos retrocedieron el mes pasada un 1,8% con relación a octubre. Los analistas preveían un retroceso más marcado, de 2,0%, pero el retroceso de los dos meses anteriores fue corregido a más.
Las rebajas concedidas en las liquidaciones que siguieron al feriado de Acción de Gracias no fueron suficientes “para compensar la fuerte caída de las ventas de automóviles y de gasolina”, recordó Amine Tazi, analista de Natixis.
“La demanda interna va a quedar demasiado débil a corto plazo, y la recesión se ha agravado en el cuarto trimestre”. En el tercer trimestre, el consumo de las familias estadounidenses retrocedió un 3,7% a ritmo anual, provocando una primera contracción del producto interno bruto (PIB) de 0,5%, en un país donde el consumo representa tradicionalmente cerca del 70% del crecimiento de la primera economía mundial.
Los economistas creen que el retroceso debería ser mucho mayor en el cuarto trimestre; el consumo de las familias ya registró en octubre su mayor baja mensual desde septiembre de 2001. Descontando las ventas de gasolina al consumidor, que bajaron 14,7% en valor debido a la baja del petróleo, las ventas al detalle no cayeron más que un 0,2% el mes pasado.
Para el economista independiente Joel Naroff, estas cifras no son tan malas como parecen. “El consumidor se ha puesto prudente, pero la gente gasta más de lo que se hubiera esperado”, estimó.
Por añadidura, la percepción de los consumidores, medida por la Universidad de Michigan, se recuperó en noviembre, para sorpresa general, pero todos los demás indicadores publicados el viernes sugieren contener el optimismo.
Según el Departamento de Comercio, las empresas estadounidense han reducido sus existencias de octubre por segundo mes consecutivo, mientras que sus ventas cayeron 3,5% registrando su baja más fuerte desde 1992.
Esta reducción de stocks –estimada en 0,6% en octubre, la más fuerte desde agosto de 2003– refleja el deterioro de las previsiones y traduce la expectativa de una baja duradera de la demanda. Según los 54 economistas interrogados por el sondeo mensual del Wall Street Journal, la economía estadounidense está pasando por su recesión más prolongada y más grave desde la Gran Depresión de los años treinta.
Los economistas creen que el PIB estadounidense debe contraerse aún durante el actual trimestre y durante los dos primeros trimestres de 2009. La Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (NBER), organismo encargado de determinar las fechas de los ciclos económicos, anunció a comienzos de este mes que Estados Unidos entró en recesión en diciembre de 2007.
Si se extiende hasta junio de 2009, como prevén los economistas consultados por el Wall Street Journal, habrá durado 18 meses, mientras que las de 1973-1975 y de 1981-1982 duraron 16 meses cada una. La economía estadounidense perdió más de medio millón de empleos en noviembre, y la sangría no se ha detenido.
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios