La empresa se desvinculó de las roturas de las casas ejecutadas para los ex ocupantes del Smata
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El gerente de Viviendas Roca, Rafael Piedras, deslindó responsabilidades de la firma en el actual estado de las casas y aseguró que debían perdurar al menos dos décadas en óptimo estado, sólo con el mantenimiento lógico de cualquier unidad.
Cabe recordar que el Municipio tuvo a cargo la nivelación del terreno y la conformación de los catorce terraplenes de tierra apisonada donde se fundaron las casas. Sin embargo, tras un intercambio de notas en las que Viviendas Roca advertía que los basamentos no estaban en condiciones para construir, desde la Secretaría de Obras Públicas ratificaron lo actuado y le indicaron que levantaran las unidades.
“El tema concreto fue la no realización correcta de los terraplenes de tierra para poner las plateas. Eso fue el error fundamental. Incluso nosotros presentamos notas donde se aclaraba que no era la forma correcta de hacerlo y, a su vez, recibimos como respuesta notas de que ésa era la forma correcta, una forma de hacerse cargo la Municipalidad o de hacerse responsable habiendo avisado nosotros los inconvenientes que a futuro podían surgir”, precisó el gerente.
Luego de esa comunicación formal, la empresa entendió que debía cumplir el contrato ya firmado y que la comuna asumiría una posible rotura de las casas, al sostener que los terraplenes estaban bien constituidos. Es más, el Estado municipal estaba alertado sobre los riesgos.
Argumentos técnicos
Sobre las roturas que hoy presentan las casas –rajaduras de paredes y deslizamientos de aberturas-, Piedras pidió comparar con una construcción tradicional, donde “lo fundamental es el cimiento. Donde está mal hecho, si se gastan 10 millones o 20 millones de dólares en la casa, vas a tener problemas. Es el abecé de la construcción. El cimiento en este sistema constructivo en seco es reemplazado por una platea de hormigón. La platea no tiene ningún tipo de problema, lo que sí tiene es dónde va apoyada y que, al no tener contención, se desplaza. Si se desplaza, la casa está fijada sobre la platea y se va a desplazar también”.
Piedras infirió que los problemas estructurales de las casas surgen “producto de la mala realización de los terraplenes”.
Culminadas las obras, el gerente le entregó oficialmente las casas al Municipio, “de quien debería haber recibido una nota para eventuales reparaciones anteriores. Jamás recibí una nota, por ende no me doy por enterado oficialmente” de las roturas.
De todos modos, extraoficialmente, adjudicatarios le comunicaron algunos inconvenientes y la firma reparó las viviendas “por la responsabilidad que me compete de representar una empresa que ante un inconveniente no burocratiza el reclamo sino que va, reacciona y actúa sobre la demanda”.
Aclaró que no tuvo reclamos de la Municipalidad, pero tampoco iba a aceptar las consecuencias porque “no es culpa de la empresa el motivo del inconveniente de la construcción”.
Piedras explicó que pese a advertir que no eran buenas las bases, avanzó con las obras porque “había que cumplir un contrato, y quien nos obligaba a ese contrato era el Municipio y nos decía que estaba en condiciones de hacerse”.
Comparó con las viviendas del barrio 17 de Agosto que realizó para Mujeres Sin Techo, que están muy bien conservadas y que fueron ejecutadas con antelación a las de Córdoba y Ugarte.
Por último, explicó que “yo no me voy a arrogar el derecho de discutirle a un ingeniero como (secretario de Obras Públicas, Mario) Civalleri que en ese momento me dice por nota que está bien; si me induce que yo haga lo que él considera que está bien, yo lo hago. No iba a discutir, porque era distorsionar nuestra función”.
La solución
La semana pasada, Mujeres Sin Techo adelantó que utilizará fondos del Gobierno nacional para revestir las catorce casas de Córdoba y Ugarte con ladrillos con el objetivo de solucionar el problema de las filtraciones.
Por su parte, Rafael Piedras desestimó que esta acción resuelva el problema de roturas en las unidades, debido a las falencias en el basamento. Entonces, recomendó “contener los terraplenes donde está hecha la base para evitar futuros desplazamientos; evitar que eso tenga futuros movimientos y a partir de ahí, trabajar sobre adecuación de la vivienda a la fundación que tenga fija”.
Descartó que este procedimiento tenga un alto costo y adelantó que se pondrá en contacto con Mujeres Sin Techo para asesorar a la ONG con respecto a este barrio “primero para achicar gasto, porque hacer ahora un revestimiento sea de lo que fuere, en las condiciones en las que está el terraplén, va ser estéril”. u
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