La Escuela 32 y la Secundaria 14 se inundaron por tercera vez en el año y suspendieron las clases
La situación la reveló una recorrida que este Diario realizó ayer por las dependencias de ambos establecimientos educativos de Villa Gaucho.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailPor tercera vez en lo que va de 2013, la Escuela 32 se inundó por completo y tres aulas de la Secundaria 14 resultaron afectadas por un problema en el tanque de agua. La directora de primaria ordenó una suspensión de clases y la de secundaria decidió que setenta alumnos regresaran a sus hogares.
Tampoco funcionó la cocina, por lo que los chicos más grandes debieron conformarse con un sandwich en una jornada bastante desapacible.
Además de este inconveniente, el edificio tiene un caño de gas roto, le falta gran cantidad de vidrios y tiene una canaleta averiada que provoca que el agua que cae sobre el techo descargue en el interior del SUM.
Sumados, todos estos desperfectos conspiran contra las principales actividades de ambas instituciones: enseñar y aprender. Frecuentemente, las clases se interrumpen debido a los riesgos que corren los alumnos.
Un día de furia
Cristina Alvarez, directora de la ESS 14, recibió a El Eco de Tandil mientras se encontraba trabajando el plomero que envió el Consejo Escolar. Minutos antes, había terminado de preparar unos sandwiches para el almuerzo de los alumnos que sí tuvieron clases en las dos aulas que no se mojaron.
La directora contó que ayer “nuevamente tuvimos inundación por rotura del flotante del tanque de agua general. Se inunda todo el techo de la escuela, porque está construida con una cubierta de cemento y una especie de cajón hasta el otro techo. Cuando se rompe el flotante, se llena todo ese cajón de agua y empieza a verter por las paredes”.
La situación es de alto riesgo para docentes y alumnos, porque el agua brota por las tapas de electricidad y podrían electrificarse los muros. “Se filtra todo dentro de las aulas”, confirmó y agregó que en la primaria cortaron la luz.
Sobre las causas, aclaró que “hemos descartado que sea un tema de vandalismo porque hemos cerrado el tanque con candado y está en condiciones. Es decir que pasa algo con el agua, la presión, afecta al flotante, no sabemos cuál es el problema, y se nos inunda”.
Ayer, porteros, profesores, directivos y padres dedicaron unas cuatro horas a secar las aulas y limpiar los pisos y paredes. “Todo el mundo ayuda”, valoró.
De todos modos, las paredes quedan húmedas durante varios días y sigue goteando agua por el techo y los caños de luz. Si bien no deberían retornar a clases en esos ambientes, no les queda otra alternativa.
A partir de estas frecuentes inundaciones “la parte edilicia cada vez está más deteriorada”, lamentó.
Sin comedor
Tras la inundación, también debieron suspender la actividad del comedor escolar, que atiende a unos cien alumnos. “La cocina es una de las partes más afectadas”, contó la directora.
Con un improvisado almuerzo de sandwiches, anhelaban que hoy puedan retomar la actividad de la cocina, ordenando las heladeras y el freezer que debieron movilizar para que el agua no los estropeara.
Gran deterioro
Otro de los inconvenientes del edificio es que presenta muchos vidrios rotos en el SUM, en las ventanas que dan al patio. “El Consejo Escolar va haciendo las reparaciones pero no da abasto”, explicó Cristina Alvarez.
Se estima que en ambas escuelas se cambian unos setenta vidrios por año. Teniendo en cuenta el alto índice de roturas y que la mayoría se produce desde el exterior, convendría colocar alguna reja malla protectora que evite el vandalismo.
Solidarizados con los directivos, los padres llamaron a esta Redacción para difundir la situación. “No se sabe a quién reclamar o de dónde sacar recursos para solucionarlo. Entendemos que el Consejo Escolar está sobrepasado con todo esto”, consideró.
Agregó que sufrieron una rotura de cañerías y “estamos sin gas. La obra, como es importante, la dejamos para el verano porque se rompió ahora y no quisimos suspender las clases a esta altura del año”.
Por otro lado, el salón de usos múltiples cuenta con las canaletas colocadas por dentro de la construcción. Una de ellas está averiada y cuando llueve, gran parte del agua que circula por el techo descarga dentro del espacio que los chicos utilizan para educación física, además de los actos escolares.
Estas escuelas de Villa Gaucho lidian con el techo roto, un corte de gas, falta de vidrios y filtraciones. “La situación del edificio es bastante compleja”, concluyó la directora, quien ya elevó los reclamos al Consejo Escolar y a las inspectoras.
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