La feligresía tandilense participó de los actos por el día de la Inmaculada Concepción de la Virgen
La concentración se realizó desde las 16 bajo los añosos árboles de la Plaza Independencia, que brindaron su frescura, su sombra, agradecida por los cientos de fieles que a esa hora esperaban, entre cánticos y rezos el inicio de la procesión. Una larga columna llegaba por Fuerte Independencia con niños vestidos con sus equipos de gimnasia trayendo el estandarte del Colegio San José. Los acompañaban sus familias y catequistas y así se iban agregando a otros colegios como también a las distintas capillas y parroquias con sus imágenes bien en alto.
Este Diario encontró al fraile Thomas Ayankudy integrante de la orden Carmelitas de María Inmaculada de la India y párroco de Nuestra Señora del Carmen quien expresó: “Ya hace dos años que participo de esta procesión de la Patrona de la ciudad y es siempre motivo de alegría. He venido con muchos fieles de la parroquia trayendo la imagen de la Virgen”.
También llegó de Azul, el obispo monseñor Hugo Manuel Salaberry, que enfrentando, como todo el mundo, una temperatura abrasadora se dio tiempo para la humorada: “Está más para la pileta que para procesión”. Y en seguida expresó a El Eco de Tandil su enorme felicidad por estar en la fiesta de Tandil: “Son varias las fiestas patronales de la diócesis y es un día que me regocija porque son muy lindas, la gente se acerca con una gran alegría para homenajear a su Patrona. Y no podía dejar de estar en Tandil, que es la central. De modo que a pesar del calor –insistió sonriendo- estamos teniendo una hermosa fiesta que concluirá seguramente al atardecer”.
“Al encuentro del Señor”
La columna humana ya estaba preparada para salir a las 17 -con Radio María Argentina en vivo y rezando el Santo Rosario- integrada por curas y diáconos de las parroquias de la ciudad. En representación del Municipio Marcos Nicolini, jefe de Gabinete y Ernesto Palacios, director de Turismo iban a recorrer las calles que los separaban del anfiteatro junto a la feligresía tandilense, que en esta oportunidad, se extendía por más de dos cuadras. También llevando sus estandartes se vieron a distintos grupos de scouts, centros tradicionalistas, entre otros.
“Nos disponemos a caminar por las calles de la ciudad para venerar, honrar, agradecer y pedirle a la Virgen María por nuestras necesidades. Comenzando esta celebración rezando el Santo Rosario”, se dijo desde el estudio móvil y la columna comenzó a moverse entonando “Vamos caminando al encuentro del Señor”.
Con pañuelos al viento
En el anfiteatro Martín Fierro, decorado con globos de colores, ya se vivía un clima de algarabía, de júbilo, de fiesta. Familias enteras sentadas en las gradas que poco a poco se iban colmando, escuchaban distintos temas provenientes del acordeón del conocido sacerdote y músico, Marcos Picaroni. Así amenizaba la fiesta, donde las botellas de agua y gaseosas eran una constante yendo de mano en mano para tratar de paliar el agobiante clima del lunes de adviento. También sobre el escenario el locutor y periodista de este Multimedio, Claudio Andiarena iba dando la bienvenida, con música de fondo, a los grupos que se acercaban al espacio de Juldain y Dorrego, entre ellos las parroquia de Begoña, de Luján, las capillas de Azucena, Sagrado Corazón, Nuestra Señora del Rosario, colegio Martín Rodríguez. También ya estaba preparado para concelebrar la misa el padre Raúl Troncoso mientras desde las gradas el intendente Miguel Lunghi aplaudía la entrada de la imagen de la Inmaculada Concepción y volaban al viento los pañuelos a la voz de ¡Viva María ¡Viva María!
De esta manera se iba dando forma y colorido a esta fiesta de la Patrona de Tandil, que pese al calor reunió a muchísima gente para la procesión y posterior misa concelebrada en honor de la Virgen.
Finalizada la misa y las canciones que fueron interpretadas a lo largo de la tarde, la gente fue dejando el predio para trasladarse, gran parte de ella, a las escalinatas del Calvario donde el Grupo Vocal Surcanto junto a los coros Gure Abestiak y de la Escuela de Arte, de Tandil y Balcarce respectivamente interpretarían temas varios finalizando la masa coral con la Misa Criolla, obra cumbre del compositor Ariel Ramírez. En este año la Misa cumple su 50 aniversario y esta presentación es un homenaje a la obra y a su creador.
El concierto, declarado de interés municipal congregó a más de quinientas almas en las escalinatas del Calvario y fue el broche de oro de una jornada donde se celebró, nada más ni menos, que a la mamá de Jesús.
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