La Feria de la Economía Social duplicó los expositores, en una exitosa segunda edición
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Durante la tarde se pudo observar una importante cantidad de tandilenses que se acercaron hasta el Centro Cultural Universitario a recorrer los 70 stands que participaron del encuentro.
Marcos Pearson, del Programa Economía Social y Solidaria, manifestó que “estamos sumamente contentos, porque el resultado de la feria es el proceso de todo un trabajo acumulado este año y el pasado”.
“Es un lugar donde ponemos en valor lo que venimos recorriendo. Tiene varias búsquedas, varios objetivos a la vez. Uno de ellos es traer al centro de la ciudad la economía social, todas experiencias de producción responsable, de manera tal de llegar a sectores de la comunidad que muchas veces desconocen la existencia de todas estas iniciativas”, señaló Pearson.
Catalogó a la feria “como una fiesta, un lugar en donde, además de comercializar nuestras producciones, mostramos muchas cuestiones que tienen que ver con nuestro ser local y regional”, en relación a las actividades musicales, la radio abierta y la puesta teatral que se realizaron en el marco del encuentro.
“Esto nos demuestra el potencial enorme que tiene este sector. Tenemos convicción sobre estas propuestas, que plantean otras maneras de sociabilidad, de organizar el trabajo y la producción e incluso de pensar otro tipo de consumo”, aseveró.
Pearson enfatizó la necesidad de darle más institucionalidad y nuevos marcos legales a la economía social, marcó la importancia del rol del Estado en la labor mancomunada y consideró que “la cuestión de fondo es que estas iniciativas puedan insertarse en otros canales de comercialización, para lo que se pueden generar muchas variantes”.
“Avanzar y
disputar la
legalidad”
Luis Caballero, que se desempeña en la Coordinación Nacional de Pro-Huerta como responsable del componente de economía social, fue uno de los participantes en el “Foro sobre legislación y marcos jurídicos para la economía social y solidaria”, que tuvo lugar ayer en el marco de la feria.
El objetivo del panel fue “compartir distintas experiencias y miradas sobre las normativas y la legislación, experiencias de distintos lugares de la provincia de Buenos Aires vinculadas a la habilitación de las cocinas domiciliarias y procesos de otras provincias como Río Negro, Mendoza, Neuquén, además de lo que está pasando en otros países, como en Ecuador”, comentó Caballero.
El economista indicó que “no nos quedamos en la legitimidad que tienen los procesos de economía social en esta coyuntura, sino que tratamos de avanzar y disputar la legalidad”.
A la hora de mencionar temas a tener en cuenta para favorecer a la economía social, Caballero abordó “la cuestión del microcrédito, el financiamiento y las marcas colectivas”.
“La posibilidad de pensar leyes y normas para la economía social implica pensar para la totalidad de la actividad económica, no sólo para alguno de sus componentes –apuntó–. Ahí hay un montón de temas, que van desde los simples a los más complejos: financiamiento, comercialización, capacitación, asistencia técnica, temas que aparecen siempre en los talleres, encuentros y foros”.
Además, consideró importante “desarrollar un sistema de derechos de protección social, de jubilación, de salud, para los trabajadores autogestivos de la economía social”.
“La economía social, solidaria, popular, pretende ser una economía socialmente consciente de la sociedad que está produciendo, solidariamente consciente como colectivo. Hay muchas experiencias que están construyendo una forma de sociedad distinta, a contrapelo de lo que impone el capital, que nos muestran la posibilidad de construir y potenciar otros sistemas económicos”, concluyó. u
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