La Justicia autorizó que no se apliquen métodos de resucitación “cruentos” a un joven en estado terminal
La solicitud había sido promovida por la propia familia del joven que está internado en un hogar, y el fallo -según señalaron los patrocinantes- no registra antecedentes ni en esta ciudad ni en la provincia de Santa Fe.
El fallo en cuestión fue emitido por el juzgado en lo Civil y Comercial Nº 9 de esta ciudad, a cargo del juez Marcelo Ramón Bergia. La abogada que patrocinó a la familia del joven, Marisa Malvestiti, señaló en declaraciones al sitio on line LaCapital.com.ar que el fallo “es inédito en Rosario y en la provincia. Sólo se conoce un caso similar en la provincia de Neuquén”.
“Se trata de la autorización judicial para que a este paciente joven, que está en un estado terminal de una patología que es irreversible e incurable, no se le apliquen métodos de resucitación cruentos en el caso de padecer un paro cardiorrespiratorio derivado de esta patología neurológica”, explicó la abogada. De acuerdo con lo indicado, el joven de 20 años padece esta enfermedad desde su nacimiento, y actualmente está internado en un hogar donde recibe atención las 24 horas.
Está “postrado y recibe alimentación asistida”, se señaló, mientras que se agregó que el pedido a la Justicia fue presentado “por todos los miembros de su familia, sus padres y dos hermanas, una mayor y otra menor de edad”.
“El chico está en la etapa terminal de esta enfermedad tan cruel que le tocó padecer. En la resolución se citan incluso documentos de la Iglesia, cartas del papa Pío XII y de Juan Pablo II, donde se aconseja a los médicos el tema del derecho al morir en forma natural, en paz y dignamente en casos como este, donde uno puede utilizar métodos cruentos de reanimación y no se retrotrae al estado anterior”, explicó la abogada.
En tanto, al referirse específicamente a los métodos cruentos a los que alude el fallo, la letrada indicó que se trata del “electroshock, la traqueotomía, la respiración asistida por intubación, el respirador artificial y la inyección cardíaca directa que se aplica sobre el corazón en casos de paros”. “El muchacho responde a los estímulos de dolor y aplicarle estos métodos le generarían un padecimiento físico terrible que no mejoraría esta situación”, añadió la abogada. Debido a la pérdida de algunas funciones, el muchacho fue internado en un hogar hace tres años y allí recibe atención permanente durante todo el día.
“El ha superado el tiempo de vida estimado para este tipo de pacientes con estas patologías precisamente por los cuidados que se le han brindado”, agregó Malvestiti. Además, la abogada destacó que “no se trata de un caso de eutanasia. Incluso se solicitó la intervención de la defensora del menor, del médico forense de Tribunales. El juez también pidió la intervención del comité de Bioética de la Facultad de Ciencias Médicas”.
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